La verdad se corrompe tanto
con la mentira como con el silencio
.”

Cicerón

 

Escribo este artículo desde el aislamiento en casa, obligado por la crisis de salud que ha generado la pandemia de coronavirus. Lo menos que podemos hacer todos es quedarnos en casa. Aunque ese todos no refleja la realidad, pues hay quien quiere hacerlo, pero no puede, porque depende de su trabajo que realiza día a día para así llevar los alimentos a su mesa.

Ejemplo de lo anterior, son los millones de mexicanos que se encuentran en la informalidad, otros tantos millones que dependen del comercio micro o mediano, es prácticamente imposible que dejen de trabajar, y además, hay que sumar a los millones de personas que por su función en la dinámica diaria no pueden concentrarse en casa, como los que se dedican a: servicios de salud, emergencias, seguridad, proveedores de alimentos, solo por mencionar unos cuantos, pero sin duda son muchos más.

Los cuales, hasta hoy, no han visto ninguna estrategia seria, organizada, que les permita poder resguardarse con seguridad, evitando contagiarse o contagiar. En muchos de los países del orbe se implementaron medidas económicas, financieras y fiscales para ayudar a la población mas afectada, ya sea por el impacto de la parálisis económica directamente en su sector, negocio, empresa o bien porque al vivir con lo que se genera cada día necesitan incentivos directos para sobrevivir, programas de apoyo que suplan los recursos que necesitan.

Distorsión de la realidad es lo que nos ha recetado este gobierno y el Presidente López Obrador, al grado tal de convertirse en la burla mundial por su falta de seriedad en la atención de esta pandemia. Todas las medidas dictadas por la Organización Mundial de la Salud han sido desdeñadas por el Ejecutivo. Inclusive, ha ido mas allá desafiándolas pues ha convocado abiertamente a la población a no cumplirlas.

No se da cuenta que, al ser la máxima figura política del gobierno, muchos ciudadanos imitarán su conducta, no darán la seriedad que la emergencia sanitaria requiere. No toma en consideración lo que esta sucediendo en países donde no se dio importancia, y hoy son el centro del contagio como es el caso italiano, desafortunadamente, superamos el doble de población de aquella nación, lo cual quiere decir, que por desatender las indicaciones de los organismos internacionales, México pude ser uno de los lugares del planeta que más contagios y problemas tenga.

La falta de información real nos sitúa en esa encrucijada, la falta de responsabilidad presidencial al politizar, ideologizar, alterar la verdad sobre el tema, agrava exponencialmente las consecuencias. En estos días hemos escuchado muchas interpretaciones de lo que sucede, inclusive a personas que se atreven a negar que este problema de contagio sea real.

Ante este vacío de información veraz, de falta de responsabilidad gubernamental, lo único que nos queda es aplicar el sentido común. En la medida de las posibilidades quedémonos en casa, disminuyamos traslados y movilidad, quienes no puedan hacerlo, extremen precauciones cumpliendo los protocolos sanitarios, así, nos cuidamos todos.

@perezcuevasmx

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