El sector agropecuario históricamente ha sido visto –incluso con desdén– como ese lugar alejado donde los campesinos siembran o cuidan a los animales. Difícilmente el ciudadano urbano conoce más a profundidad lo que implica este sector. La mayoría de las personas usa de manera indistinta los términos agropecuario y agrario para aplicarlos a la ruralidad. El término agroindustrial ni siquiera lo vinculan con la producción de alimentos, desconocen su contribución al PIB, a las exportaciones y al importante número de empleos que genera, la mayoría de los cuales son conocidos como jornales.

Esta visión fragmentada también se reflejó en el informe trimestral del presidente López Obrador, quien contrario a las amplias expectativas, optó por continuar con su estrategia que no es más que su proyecto político y estilo de vida: mantener la bandera social y soslayar la productividad. Con la zanahoria en la mano anunció 200 mil “empleos para el campo” a través de su programa estrella Sembrando Vida. Aparentemente se verán beneficiados los trabajadores del campo -puede ser quien sea- aunque la letra chiquita evidencia que Sembrando Vida solamente es un paliativo temporal que generará gasto al erario y una producción muy lejana, si es que logran consolidarse las plántulas. Ni por asomo presentó un programa para sostener las cadenas de producción, ni el suministro de productos básicos. El sector primario no está en las prioridades de la transformación cuatrotera, tampoco los trabajadores del campo.

 

 

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en el 2017, en México se produjeron 286 millones de toneladas de alimentos, de los cuales, 263 millones fueron productos agrícolas, lo que implicó la participación de 5.9 millones de personas. Por su parte, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados, en el reporte Jornaleros en México, elaborado en 2019, durante el primer trimestre de ese año, plantea que 2 millones 973,319 jornaleros laboraron en el sector primario.

Los jornaleros se caracterizan por ser expulsados de sus estados de origen debido a las condiciones de extrema pobreza, trabajan en condiciones muy desfavorables y no cuentan con derechos laborales. El 91.8% -de acuerdo con el CEDRSSA- no están registrados en el IMSS. En medio de una pandemia eso los coloca doblemente como uno de los grupos poblacionales más vulnerables en nuestro país. En este escenario de emergencia sanitaria por el COVID-19, la movilidad de este sector poblacional lo convierte en un factor de riesgo tanto por la falta de información como por la imposibilidad de acudir a un servicio médico. Sembrando Vida no proporciona seguridad médica.

Contar con mano de obra sana y suficiente se ha tornado un factor determinante en esta crisis. La preservación de su salud es fundamental, de lo contrario impactará en las cosechas y con ello se reduciría la proveeduría principalmente a las zonas urbanas. La agroindustria lo sabe.

Se trata de los más pobres de los pobres que no entran en la categoría de pobreza del presidente López Obrador que parece aplicarles “su sana distancia” y los quiere enviar a trabajar a los campos de Estados Unidos como lo anunció en una de sus mañaneras, donde dijo que ya negocia con el gobierno de ese país para que se otorguen más visas para trabajadores mexicanos. ¿Será que prefiere exponerlos en un país donde sus nacionales no quieren asumir ese trabajo menos en tiempos de pandemia? Parece que sí.

Son tiempos de proteger la salud y la fuente de trabajo de los mexicanos. Ante este escenario se necesitan mensajes de certidumbre que despejen ¿Cómo enfrentará la agroindustria el desinterés presidencial?  ¿Ya tiene el plan de acción para afrontar escenarios de falta de mano de obra? ¿Tiene preparado ya un plan de apoyo y cuidados? ¿Serán tan insistentes en cumplir como demandan al gobierno? ¿La cobija alcanzará para todos? Porque la cuatroté sólo va por los arbolitos y el campo mexicano requiere más, mucho más que solo proyectos forestales.