El gran Presidente que nos ofreció cambiar a México, ya lo logró. En 15 y medio meses de presidencia lo hizo.
Le ayudó la atrofia de los dizque líderes de la IP, la pandemia del Coronavirus, la megacrisis Económica, Financiera y Social que de ella deriva a nivel global, la guerra petrolera de Rusia con Arabia Saudita, y los uno tras otro errores del propio Andrés Manuel. Para él todo es útil con tal de llegar a su proyecto de nación. ¡Cuidado!, Su proyecto de nación, para él mismo.
Su obstinación casi al borde de la demencia senil por aplicar recetas del siglo pasado, unas de los años 30, otras de los 70, otras de un hombre inculto para el mandato, maestro de la grilla, las campañas y la comunicación primitiva, eso que me imagino es a lo que él se refiere como circunstancia geopolítica que le ha dañado, ha logrado en lo que va del año acabar con la economía del país, con millones de empleos, enfrentarse a un enemigo común, el covid-19 sin estructura sanitaria pero con un rosario de mentiras acerca de lo excelso que es el Gobierno mexicano para encarar la crisis sanitaria. Siempre “estamos preparados”, no se requieren estímulos al empleo, ¿por qué? No va a haber desempleo. Ya hablé yo con…
Y esa raza, la de fuego, la mexicana, a la que menos contagia este famoso Coronavirus.
El YO y el conmigo. A él le dijeron que no iban a desemplear a nadie. Los que generen desempleo serán expuestos por el Gran Andrés en las Mañaneras, para que vean lo que se siente. A menos que sean sus cuates, o bueno, sus socios. En este último caso si negrean a los trabajadores, vaya, peccata minuta.
Este señor en su paso por la Presidencia va a dejar desorden, desempleo, desgracia, habrá fracturado el orden constitucional, la desconfianza de propios y extraños será notable, por lo que difícilmente habrá oportunidades de innovación. Sí, habrá más empresas extranjeras cotizando en el mercado de valores, pero dudo que vayan a traer mucha más economía real o “Main Street” a nuestro país. Que se inscriban 65 o 100 empresas en el mercado mexicano me tiene sin cuidado.
Si las instituciones financieras nacionales y extranjeras calculan una caída brutal de entre el -6 y el -10% del PIB México para este año, es de ingenuos pensar que el próximo año estaremos con motores al +2%. ¿Por qué? Porque si las economías normales rebotarán al daño sanitario y económico por el Coronavirus, ningún país más que el nuestro se tiene que enfrentar a un patógeno más dañino que el Covid-19: el de la Incertidumbre Política, la pérdida del Estado de Derecho, la insistente y relativa Seguridad Jurídica, más aumento inaudito de la violencia en todas sus formas, provocados por las acciones, por la negligencia del gobierno de Andrés Manuel.
Carlos Salazar (CCE) pintó su decálogo de propuestas.

Lo mandaron a freír espárragos
Al igual que la propuesta del propio movimiento Morena, otra más de Coparmex. Nada de nada.
Ahora, el Gran Andrés ya presentó el pasado miércoles 22 su propio decálogo.
El decálogo del Gran Andrés no trata de salvar empresas y empleos. ¡No, qué va!
El decálogo del megalómano es un de nuevo lo mismo: se eliminan subsecretarías, se mantienen sueldos, se recortan salarios de los potentados. Claro esto es en el sector público. Tampoco se ejercerá el 75% del presupuesto disponible de partidas de servicios materiales y suministros, incluyendo a los comprometidos. Al señor le interesa todo un bledo. Solamente se ejercerá lo que él considere indispensable para seguir jugando como, ¿demencia senil? ¿Macabro Plan de destrucción material acorde a su propia inquisición? Todo lo que genere riqueza que altere al alma humana…
En cambio sí seguirá el gasto en pensiones para adultos mayores, programa para el bienestar de madres solteras y sus críos, becas Benito Juárez, la escuela es de Andrés Manuel, Jóvenes construyendo con Andrés Manuel, tandas de Andrés Manuel, Banco del Bienestar de Andrés Manuel, atención médica gratuita de Andrés Manuel, Producción para el bienestar de Andrés Manuel, Precios de garantía, fertilizantes, pescadores de Andrés Manuel.
Aclaro: El agregado de Andrés Manuel es de un servidor, no viene definido en el documento. Lo mismo da. Es la idea de la estrategia. A Andrés Manuel no le importan las vidas o beneficios, sino la utilidad electoral para él y solo para él. Ni siquiera para esa herramienta que lo encumbró, Morena. Tampoco le interesa.
¿Le seguimos? La guardia nacional de Andrés Manuel, también suyas energía, educación, soldados, marinos, todo lo que le permita armar su mecano propio: Aeropuerto Felipe Ángeles, Dos Bocas, Tren Maya, unas plantas eléctricas delirantes, y su propia infraestructura con seguramente su grupo de socios que se la construyan.
Todo al final de cuentas acciones electoreras, obras obsesivas e improductivas, pero parte de su juguete. Es un “los demás me importan un bledo”. Así es. Nos vamos a quedar mirando 100 millones. Pero tiene 30 millones de votos garantizados para el 2021, con o sin Morena, y quiere contar con ellos para el 2024.
A Contrapunto
Si Banco de México saca su paquete “neoliberal” de 750 mil mdp para garantizar liquidez al sistema financiero nacional y con él apoyos crediticios a tasas blandas a empresas vía banca de desarrollo, la SHCP sale al quite a colocar 6 mil mdd entre inversionistas institucionales internacionales.
Llama la atención que solo se especifica que el dinero se utilizará para hacerle frente al covid-19 y otras crisis coyunturales, al tiempo que coincide la información con el estímulo fiscal de Hacienda hasta por 65 mil mdp a Pemex. Sí, ya lo sé que lo hará con disminución de hasta por esos 65 mil mdp del Derecho de Utilidad Compartida, para que en vez de que esa cantidad se la otorgue al fisco, se la quede Pemex para canalizarla a sus grandiosas estrategias de desarrollo y rescate financiero, que le han merecido el reconocimiento de todos los mercados financieros, al bajarle tres agencias distintas su calificación de deuda a valor chatarra de un Fallen Angel petrolero, el más endeudado del mundo, ni más ni menos.
¡Denle más dinero al fracaso del siglo! Pero nadie diga nada, que es de Andrés.
El estímulo advierte la necesidad de promover beneficios adicionales para que Pemex cumpla con sus obligaciones de exploración y extracción de hidrocarburos.
Andrés Manuel, el hombre que no tuvo infancia
Si la tuvo, fue aburrida, insegura, tal vez sufrida.
Ahora tiene mucho, mucho, mucho poder, la casa más imponente de América Latina, y puede disponer en su mundo paralelo del dinero de una pequeña nación latinoamericana. Así, en su curioso universo, contempla él a este impetuoso, temperamental país.
Así combate al crimen organizado, al tiempo que lo tolera, porque es parte del ecosistema popular, es pueblo que reparte despensas, así se deja notar hasta en la música, en la escultura, …en la religión.
Así comenzó él, así dio sus primeros pasos en la chamba de la grilla, despreciando el paso de esos de cuello blanco, mientras que él les hacía el trabajo sucio con bloqueos, huelguillas e incendio de pipas.
Así, a su ritmo, en 15 años, entre porro y agitador, logró concluir una maltrecha licenciatura, “na’ más pa’que no digan”. Por eso odia a los bien educados, a los estudiosos, científicos, académicos, intelectuales, y hasta los periodistas. Todos están mal, simplemente porque en su cosmogonía más religiosa que de rigor científico, todos ellos están en su contra. No lo dejarán ser niño con su juguete llamado México.
Lo odiaron cuando fue jefazo de gobierno de la Ciudad de México.
Ahora no lo quieren dejar gobernar. Pero él ya se les adelantó.
Con su conjunto de serviles, hipócritas, vendidos y extremistas, ahora sí podrá construir el monstruo de nación que tanto soñó, su propio “frankenstain”. Y como el sueña en jugar a la juventud de los años 60 y 70, para allá llevará el viejo esa su infancia que no tuvo, su nuevo juguete. No en balde soportó esa ceremonia de juramento de Constitución y Leyes. Ahora sí, está listo para violarlas todas.
Dos o tres ya entendieron el camino, la psicomanía del ungido.
Un puñado desprecian la idea pero buscan acercarse al árbol que da sombra, para que no les llueva sobre tupido. Todos los demás, millones por decenas, quedamos en vilo.
Por ese Andrés votó una mayoría contundente en rigurosa contienda legal, al sueño decimonónico, con reglas del siglo XX y necesidades del XXI.
Dejen de pedir PIBes, inflaciones, empleos keynesianos.
Hoy reina Malthus trasnochado, inculto y fanático.
México llegará tarde al nuevo modelo que el mundo entero reclama para el siglo XXI, para sus economías, sus sistemas sanitarios, para las poblaciones, para la convivencia regional y global.
México tiene garantizada la tercera década del presente siglo como una más pérdida, con todo puesto para de nuevo reinventar la historia de México. Esa maldita obsesión mexicana de revisar y reinventar la historia y que ese sea nuestro destino.
Y entre revisada y revisada histórica cambiar hacia atrás, para que todo siga igual. La clave es el desarrollo, pero sin futuro productivo, constructivo, creativo, para cada mexicano, sus familiares y seres queridos.
El petróleo es para los mexicanos. Los mexicanos, México de Andrés Manuel.
Este nuevo cometa destructor llegó para quedarse. El Gran Ángel Caído tiene mil demonios que harán de este un gran averno.
Queda ahora en nosotros la única salida a tal realidad, antes que sea muy pero muy tarde: oponernos con toda la fuerza del país, o no llorar como cobardes, lo que no supimos defender como ciudadanos.
Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno.

