Entrevista con Gustavo López Montiel, académico del ITESO y doctor en ciencia política
Con el correr de los días y el crecimiento de la pandemia que azota al mundo y ahora a nuestro país, la figura del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, –hoy portavoz del gobierno– y al que algunos le llaman el zar del coronavirus, ha ido creciendo. Y es que lo mismo se enfrenta a gobernadores que le cuestionan las cifras, los insumos o la estrategia contra el Covid-19, que a empresarios que han llamado a relajar las medidas contra la pandemia.
Una figura que desde febrero pasado ha salido día a día para dar a conocer las cifras sobre el avance de la epidemia en el país y cuyas estadísticas han sido criticadas por expertos en matemáticas y académicos por su interpretación de los datos de la secretaría de Salud, además de que ha realizado verdaderos malabares para justificar las acciones del gobierno, como el hecho de que el presidente López Obrador seguía asistiendo a mítines y abrazando a ciudadanos, sin cubrebocas, y donde señaló que el mandatario “era una fuerza moral y no una fuerza de contagio”.
A López Gatell le tocó atender hace 11 años, durante el gobierno de Felipe Calderón, los embates de la gripe A (H1N1) cuando era director de Epidemiología de la Secretaría de Salud y donde fue hecho a un lado por el entonces presidente, ya que se le criticaba que las cifras que se presentaban no eran confiables. Ese rompimiento con el gobierno panista hoy le permite al funcionario ser una figura en este gobierno e incluso hasta dar dos conferencias al día, para actualizar las cifras y defender la estrategia obradorista.
En opinión del analista Gustavo López Montiel, profesor del Instituto Tecnológico de Monterrey, el funcionario surge a partir de la coyuntura “de hecho es una figura menor en el contexto del gobierno en su conjunto, pero las circunstancias lo ubican en un espacio estratégico y ante la invisibilidad del secretario de Salud –Jorge Alcocer– a López Gatell se le nombra corresponsable de la estrategia para atender la pandemia”.

Gustavo López Montiel, académico del ITESO y doctor en ciencia política
Para el doctor en ciencia política, López Gatell tiene varios elementos que lo hacen atractivo en términos mediáticos. “En primera instancia tiene una formación académica que contrasta con la formación de muchos de los miembros del gabinete del presidente. Es joven, respecto de los demás funcionarios y tiene un buen desenvolvimiento ante los medios. Además sabe responder de una manera en que los otros secretarios de estado no lo hacen e incluso el propio presidente”.
Destaca que cuando el subsecretario de Salud se ha visto envuelto en controversias, ha tenido una salida ágil, lo que contrasta con la figura de otros personajes públicos y del mismo presidente.
“En ese sentido, igual que ha pasado con otros funcionarios en otros contextos y otros sexenios, comienza a ser atractivo para las organizaciones políticas incluyendo a Morena”.
López Montiel destaca que el hecho de que el funcionario haya tenido una posición distinta durante el gobierno de Calderón al atacar la epidemia de la influenza, “lo legitima con el grupo de poder de López Obrador”.
Empieza a causar recelo
En opinión del especialista, el éxito del subsecretario de Salud y la fuerza mediática que está adquiriendo, empieza a causar recelo en el gobierno federal, “es una figura mediática que sí le causa a muchos morenistas e incluso al propio presidente, hasta cierto punto, recelo. ¿Por qué? Por esa empatía que ha logrado en los medios, fundamentalmente, y el posicionamiento de su imagen ante la opinión pública y las redes sociales donde incluso le ha realizado ‘memes’ no en un sentido negativo, sino hasta resaltan sus atributos como persona, lo que resulta contrastante con otros actores políticos a quienes se les ridiculiza y que sin embargo, tienen más poder que el propio subsecretario de Salud”,
Apunta que el recelo que siente López Obrador se nota “en algunas de las conferencias mañaneras cuando el subsecretario toma la palabra, lo limita. Considero que el presidente tiene hasta cierto punto incomodidad por la forma o la capacidad de empatía que tiene el subsecretario”.
Sin embargo considera que de su trascendencia mediática a obtener futuros puestos políticos hay un trecho, “si así lo pensara obviamente tendría que pasar no solo por el visto bueno del presidente, sino también por el examen político de otros actores que se sienten con más derecho y capacidad que el propio subsecretario”.
Apunta que López Gatell es figura en el sector salud –subsecretario de Salud–, pero de ahí a que sea un político consolidado como pueden ser Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard o Claudia Scheinbaum, “que tienen una estructura en ese sentido, mayor experiencia, aunque no tengan la empatía que tiene el subsecretario, sería al final de cuentas fundamental, ya que tendría que remontar muchas posiciones si quisiera buscar una posición en el futuro”.
Dijo que es posible que después que pase la pandemia el subsecretario pudiera ascender a secretario o que incluso pueda brincar a una posición internacional en su espacio.
Cuestionado sobre el trato que ha tenido el funcionario de salud hacia algunos gobernadores, a quienes incluso no les tomaba las llamadas, López Montiel asegura que éste cuenta “con el apoyo del presidente en términos de la instrumentación de la estrategia ante el Covid-19 y eso obviamente pasa por los intereses de los gobernadores que tienen una parte de acción dentro de los sistemas de salud estatales, aunque hay que resaltar que no sería él quien tendría que tener la relación con los gobernadores. Hay una secretaría que tiene bajo su cargo los sistemas de salud estatales, sin embargo, ante la estrategia se ubica por encima de los otros subsecretarios en la Secretaría de Salud”.

En ese contexto, apunta, tiene cierto manejo y control y cuenta con el respaldo del presidente como también lo tienen otros funcionarios como el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, con respecto al Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, con quien ha tenido conflictos, pero advierte, “Santiago Nieto hace lo que el presidente le dice, pero insisto de ahí a que le concedan una posición política hay un trecho”.
Considera que si hay una estrategia verdaderamente exitosa de parte del gobierno en la lucha contra la pandemia, López Gatell podría obtener una posición política de mayor nivel, “pero hasta hoy es una estrategia que es ampliamente cuestionada por ciertos actores, no únicamente los gobernadores o los empresarios y obviamente aunque se sabe que el propio subsecretario está limitado por los deseos del propio presidente, que es realmente quien decide o quien tiene la ultima palabra en lo que le proponen, me parece que al final de cuentas, éste es su principal límite”.
Señala por otra parte que las críticas que ha recibido el funcionario forman parte del fuego amigo por parte de otros actores de Morena interesados, “no sé hasta que punto sea el presidente, pero me parece que es alguien del propio gabinete o del Movimiento, precisamente porque a López Gatell se le empieza a plantear como una figura con cierta capacidad y prestigio”.
Al referirse a las molestias provocadas por la información sesgada en las cifras sobre la estrategia del Covid-19, apunta que “más allá de los modelos matemáticos, porque esos modelos ya se habían planteado desde hace unas semanas, que las cifras que el gobierno maneja no son fidedignas o por lo menos no son completas y por lo tanto ahí no se podían generar estadísticas relevantes”.
En este momento, asevera, “se comienzan a generar porque aunque la información sea incompleta ya hay por lo menos una tendencia hecha a partir de la cual se puede estimar y ver la verdadera dimensión del problema, porque ningún otro país reporta sospechosos y México si lo hace, lo cual obviamente mitiga el impacto de la cifra de contagiados”.
Destaca que esa información es parte de la configuración de la estrategia que tienen, aunque apunta “creo que en primera instancia no había estrategia y comenzaron a generar lo que tenían, hasta que se configuró una especie de estrategia y por lo tanto pudieron consolidarse líneas de argumentación entre ellas la estadística. Ellos siempre dijeron que más bien su interés era comprender al virus, más que medirlo, en el sentido de lo que el propio presidente ha dicho de que todo se medía antes y no se resolvía, entonces lo que han argumentado es que han buscado entenderlo y luego resolverlo o medirlo”.
Para el analista político la lección que deja este crecimiento mediático de López Gatell “es que pueden surgir liderazgos en cualquier momento y en este momento el dominio de López Obrador se había mantenido, por lo menos, los últimos 12 a 18 años, pero así como hay liderazgos que surgen a lo largo del tiempo hay otros que pueden surgir en uno o varios meses y que puede tener la misma capacidad de preferencias que un liderazgo histórico. Esa es la lección más importante que se genera en este caso, que abre las puerta a nuevas figuras y liderazgos”.
