Privar a las personas de sus derechos humanos
es poner en tela de juicio su propia humanidad

Nelson Mandela

 

La Guía Bioética original, que hace unos días publicó el Gobierno de la República ahora denominada: Proyecto de Guía para la Asignación de Recursos en Situación de Contingencia”, es un trabajo verdaderamente aberrante que pasa por encima del Estado de Derecho y viola de manera gravísima los derechos humanos fundamentales a la vida y a la salud, además de ir en contra de la naturaleza del Estado, que debe velar por el bien común como fin irrenunciable.

El principio que establecieron, lo llamaron salvar la mayor cantidad de vidas por completarse, es decir, que este debe ser el criterio a tomarse para decidir quién debe salvarse y quién no. El principio que crearon esta sustentado en que los más jóvenes aún tienen mucho por delante para completar su vida, por lo tanto, son quienes deben de tener el derecho al cuidado y los suministros mecánicos que les permitan vivir.

En contra sentido, ese atroz principio establecido en esa guía exterminadora, sustenta que los adultos mayores, ya tienen una vida completada, por lo tanto, no tienen el derecho a que se les brinden los cuidados para tratar de salvarlos de este virus mortal. Con un criterio irracional, antinatural en contra de la dignidad de la persona humana que vale por el hecho de ser persona, no por sus condiciones de edad, genero, religión, estatus social, cultural, económico, etcétera.

A todas luces estamos ante uno de los actos más discriminatorios realizados por una autoridad gubernamental en una democracia y en un supuesto Estado de Derecho. Contra toda norma jurídica, contra todo principio de ética público, contra todo principio de orden natural en razón del valor de la persona, contra la vida misma y contra la salud, es que se presentó esta guía bioética que debió llamarse anti ética o contra ética, porque de Bioética no tiene nada.

La vida y la salud son derechos humanos fundamentales que ninguna autoridad, gobierno o estado puede atentar en contra de ellas. A nivel internacional son protegidos, también nuestra Constitución los ampara.

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad, y a la seguridad de su persona”, establece el artículo 3º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, lo mismo protege  la Carta de los Derechos Humanos.  Pero si de mayor precisión se trata, la Convención Americana de los Derechos Humanos, que conocemos como Pacto de San José, establece que “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente“.

Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente y justo esto es lo que el gobierno intentó hacer con la multimencionada guía de la vida o la muerte. El deber de un Estado y sus autoridades son las de procurar el bien común y nada de bien tiene el que se pretenda erigirse en supremo juez que da o quita la salud o la vida.

Muchos de los daños, afectaciones, problemas y gravedad de la crisis de salud en México, se deben a decisiones erróneas, tardías, con desconocimiento, sustentadas en ideologías y no en técnica ni en ciencia. Se pudo prever con anticipación lo grave de la Pandemia del coronavirus, el gobierno no lo hizo. Antes inclusive desafío todas las medidas sugeridas por la OMS.

Pero inclusive, lo que terminó por colapsar cualquier posibilidad de combatir el virus con más herramientas, equipo o personal calificado, fueron los supuestos ahorros de una falsa austeridad, cuyo único resultado fue el desmantelar el sistema de salud, acabarse el dinero en obras faraónicas y en pretender mantener con vida a PEMEX, estas decisiones del gobierno nos han llevado al fracaso económico, político y social.

Y hoy nuestro gobierno totalmente rebasado, recurre a pretender decidir quién vive o quién muere dada la escases de insumos para combatir el virus. Supuestamente modificaron este apartado, pero lo hicieron más por la presión ciudadana y política que por convicción de hacerlo. Ahora nos enfrentamos a otro peligro, solo son unos cuantos miles los respiradores e insumos para atender a los enfermos de este virus, los cuales serán insuficientes para los potenciales contagiados que se proyectan, aunado a que el gobierno esta más preocupado por gastar en sus obras y programas clientelares que en comprar más respiradores, ventiladores e insumos médicos necesarios para la infraestructura medica y su personal.

En los hechos con guía y sin guía el Gobierno de la República ha decidido quiénes viven y quiénes mueren: Mueren los ciudadanos, las instituciones, la democracia y el Estado de Derecho, Viven sus obras faraónicas, sus ideologías clientelares, sus errores, la corrupción, la delincuencia y sus necedades.

@perezcuevasmx

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