Lo consulté con la Comisión Nacional de Derechos Humanos y no me dejaron dar los nombres. El teléfono al que llamé estaba direccionado a un celular con el prefijo de la CDMX y quien me respondió desde su Total Home —después de tres intentos— se ofreció a consultarlo con sus superiores.
Al día siguiente su respuesta fue que por razones de algo a lo que llamó “sigilo humanitario”, no podía publicar en mis columnas los nombres y apellidos que había conseguido de una fuente de los sistemas penitenciarios de la CDMX y del Estado de México, relativos a reos que volvieron a delinquir apenas salieron de la cárcel apenas en abril pasado.
Les platico: La Ley de Amnistía aprobada con el pretexto de la emergencia sanitaria por el Covid-19, ha beneficiado hasta ayer a 305 personas que estaban privadas de su libertad en la CDMX y a 336 en el Edomex.
El 5 de mayo, la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, informó que ese día iban 250 liberados y en seguida pronunció lo siguiente en una conferencia de prensa:
“Es una preliberación autorizada por la ley y están consideradas 800 personas que no cometieron delitos graves y estaban por cumplir sus sentencias.
“Una vez que salen de los reclusorios, no están obligados a acudir a firmar o cumplir otra medida cautelar, pues se trata de un perdón otorgado por los jueces.
“Siempre hay un seguimiento por parte de la Secretaría de Gobierno, relativo a la atención de las personas preliberadas, pero son liberaciones totales; no tienen que ir a firmar”.
Dos días después de la aprobación de la Ley de Amnistía, 336 reos fueron puestos en libertad en el Estado de México, portando brazaletes electrónicos para su localización.
Entre el 1 y el 10 de mayo de este año, fue apresado un sujeto que cometió un robo a mano armada en Toluca.
Dos días antes del atraco se había quitado el brazalete que portaba y a pesar de que el dispositivo debe haber emitido una alerta a quien lo supervisaba, ninguna autoridad actuó.
Un hecho similar ocurrió en la alcaldía Miguel Hidalgo. Se trata de otro liberado —también con brazalete— que sí lo portaba al momento de su detención tres días después.
Averigüe sus nombres pero no me dejaron publicarlos. Ambos estaban presos en el penal de Ecatepec.
En la investigación de estos casos localicé el nombre de otro liberado con brazalete el 17 de julio de 2018 del Penal del Topo Chico, en Monterrey y de él sí me permitieron mencionar su nombre: Mario Álvarez, quien según el reporte periodístico de esa fecha, logró desprenderse del dispositivo electrónico para cometer varios robos.
¿Por qué la CNDH, que preside Rosario Piedra Ibarra, no me dejó mencionar los nombres de los presos liberados por la Ley de Amnistía de López Obrador, que delinquieron con todo y brazalete, y en cambio me permitieron hacerlo con el que hizo lo mismo antes de que la 4T llegara al poder?
Es pregunta que a lo mejor ni el Dios de Spinoza es capaz de responder.
¿Qué hay detrás de esta Ley de Amnistía?
En México hay 19 prisiones federales de alta seguridad, donde se encuentran 17 mil reclusos. Existen 419 cárceles estatales; 91 dependen de los municipios y en total albergan a 176,000 internos.
Según los datos que obtuve de las Secretarías de Salud y de Gobernación, la Ley de Amnistía obedece a razones sanitarias debido a que en la mayoría de dichos centros penitenciarios se registra hacinamiento y ya se han presentado varios casos del coronavirus.
En la exposición de motivos presentada por los legisladores de Morena que propusieron dicha Ley, usaron como argumento que algunas organizaciones civiles han alertado de que las prisiones mexicanas son una bomba de tiempo y por ello se estaría atentando contra los derechos humanos de las personas privadas de su libertad.
“¿Por eso?”, preguntaría mi abuelo el abogado, “¿y quién vela por la seguridad de las víctimas de los que fueron amnistiados?”
El 23 de julio del año pasado publiqué el caso de un paisano que estuvo en la cárcel 27 años acusado de un robo que no cometió, y por el cual fue sentenciado a una pena de 99 años
https://www.sdpnoticias.com/columnas/relojes-condena-robar-anos-99.html
Al ser liberado portó durante cuatro meses un dispositivo electrónico en su tobillo izquierdo que monitoreaba todos sus movimientos, los cuales eran supervisados por una coordinadora del departamento de “libertad condicional” con sede en la ciudad de San Antonio.
Solo después de que Alfredo Martínez tuvo un desempeño impecable en ese tiempo, le fue retirado el brazalete y a pesar de ello, un año después sigue reportando sus actividades a la coordinadora.
Cualquier salida del Estado de Texas debe ser notificada y gracias a su récord de comportamiento, el mismo gobierno le ha extendido cartas de recomendación, lo que le ha permitido tener un trabajo estable y bien remunerado.
CAMBIO DE ESCENA
Durante los seis meses que he pasado en Venezuela —entre los años de 2017 y 2020— pude constatar que la guardia personal pretoriana de Nicolás Maduro, formada por cubanos principalmente, es “nutrida” o “renovada” cada cierto tiempo con presos que son liberados de la temida cárcel El Helicoide, de Caracas.
Se trata de una especie de ley de amnistía que data de los tiempos de Hugo Chávez, y Juan Requesens —legislador venezolano opositor apresado en 2019— me dijo en una visita que le hice, que los delincuentes liberados se vuelven incondicionales del régimen, porque de vivir la tortura de esa prisión, vuelven a la calle con todas las prerrogativas… siempre y cuando le juren lealtad a muerte a su presidente.
CAJÓN DE SASTRE
“¿Otra aterradora coincidencia de lo que sucede en Venezuela y en México?”, pregunta la irreverente de mi Gaby.
placido.garza@gmail.com
Nominado a los Premios 2019 “María Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “SIP, Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Es miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe diariamente su columna “IRREVERENTE” para prensa y TV en más de 50 medios nacionales y extranjeros. Maestro en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras, de distinguidos comunicadores. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América.

