La pandemia provocada por el Covid-19 ha provocado una serie de cambios en nuestras vidas, lo que hace suponer que una vez encontrada la vacuna y superada la fase de confinamiento regresaremos a nuestra vida normal, es decir, a lo que muchos han mencionado y se ha convertido en un anhelo: la normalidad.

Sólo que hay un problema, no se puede regresar a las condiciones de vida que teníamos en 2019 porque el popularmente conocido como coronavirus cambió una serie de hábitos y prácticas que teníamos.

Así como el 9/11 modificó las medidas de seguridad en aeropuertos y los requerimientos para viajar al extranjero, el virus cambiará también varios aspectos de nuestras vidas, al grado que ya se ha señalado que los cubrebocas y la higiene personal deberán ser parte de nuestras rutinas, porque el Covid-19 —u otras enfermedades que pudieran derivar en pandemia— nos seguirán acompañando de ahora en adelante.

Es así que no se puede hablar de una normalidad, mucho menos un regreso a la que tuvimos antes de los contagios y sus consecuencias, en tanto que hablar de una nueva normalidad podría ser más aceptable, aunque es posible hablar de una nueva etapa de la especie humana en la que una de sus mayores preocupaciones no sea exterminarse por una guerra nuclear, sino por un virus para el que no hay cura.

Todo es cuestión de recordar que el ser humano ha logrado adaptarse a cambios climáticos, guerras, y esta será una oportunidad para demostrarlo.