Es un presidente polémico, ahí es donde mejor se siente y fiel a su estilo anunció a principios de la semana que el ejército saldrá a las calles para contener los disturbios, saqueos y actos de violencia generados en las protestas antirraciales que se han presentado en gran parte de los Estados Unidos.

Y como ha sucedido a lo largo de la administración de Donald Trump, las voces en contra de sus decisiones se presentan, ahora fue el jefe del Pentágono Mark Esper…”no apoyo que se use la Ley de Insurrección que requiere que los Estados provean de una protección igualitaria ante la ley a todas las personas —no solo a los ciudadanos dentro de sus jurisdicciones. La importancia de la Decimocuarta Enmienda fue ejemplificada cuando se interpretó para prohibir la segregación racial en los colegios públicos en el caso “Brown v. Board of Education”.

Es de desatacar que Esper, un hombre institucional se pronunciara en contra de lo dicho por su jefe…” el uso de las fuerzas militares en activo solo deberían ser usadas como un último recurso y solo en las situaciones más urgentes y graves”. No es cualquier voz, no es un ciudadano más, es en los hechos, la máxima autoridad de la milicia, excluyendo claro, al presidente.

Ante las creciente protestas y sobre todo la forma violenta en la que se han expresado miles de estadounidenses en las calles, Donald Trump recomendó a 28 gobernadores desplegar a la Guardia Nacional en número importante y suficiente para detener los disturbios y ante las dudas e incluso hasta negativas expresadas por algunos de ellos, lanzo entonces una de sus muy constantes amenazas…”si se niegan a hacerlo, movilizaré entonces al Ejército”.

En un discurso desde la Casa Blanca, el mandatario generó un enfrentamiento más, ahora con los mismos gobernadores, a los que momentos antes en una llamada telefónica múltiple los llamó débiles y punta de imbéciles, al no haber podido poner orden en sus regiones…”desplegaré al Ejercito de los Estados Unidos y rápidamente resolveré el problema, pararé la violencia y restableceré la seguridad y protección de los ciudadanos, con una presencia abrumadora de efectivos”.

Los asesores presidenciales revisaron las acciones que podría seguir su jefe (Trump) ante las manifestaciones sociales y le recomendaron invocar una Ley de hace 213 años, en la que los recursos federales han de destinarse para detener los disturbios y saqueos y al hablar ante los medios de comunicación dijo…”voy a movilizar todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para parar los disturbios y los saqueos, para acabar con la destrucción y los incendios y para proteger los derechos de los estadounidenses respetuosos con la Ley”.

El presidente parece no tener en cuentas las reformas que se hicieron a esa Ley e ignora, bueno, pasa por encima de la Décima Cuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que incluye entre otros aspectos la cláusula sobre protección igualitaria propuesta en 1866 y ratificada 2 años después.

Donald Trump es un hombre, que a lo largo de los años recientes ha mostrado que tiene opinión de todo y en la gran mayoría de ellas, siempre resulta ser el mejor y, para muestra lo dicho el miércoles pasado…” en los tres años y medio que llevo en la Casa Blanca he hecho mucho más por la población negra que cualquier otro presidente con la posible excepción de otro presidente republicano, el difunto y gran Abraham Lincoln”.

Y a 5 meses de las elecciones presidenciales, en presidente-candidato Trump no desperdicia momento alguno para hablar de su oponente Biden, que por cierto encuesta tras encuesta está adelante por lo menos por 2 dígitos y, en el marco de estas protestas lo ubica…” se imaginan a un demócrata al frente de una situación como la actual, con el Coronavirus y las protestas…”.

 

Y ante la nula posibilidad de realizar eventos masivos, el casi seguro candidato Joe Biden, ha decidió también entrar a la arena digital y hablar del su oponente…”cuando se dispersa a manifestantes pacíficos por orden del presidente desde el umbral de la casa del pueblo, la Casa Blanca, usando gas lacrimógeno y granadas de detonación, a fin de escenificar una foto en una iglesia noble, se nos puede perdonar por creer que el presidente está más interesado en el poder que en los principios”.

Los hechos hablan por si solos dijo el que fuera senador por el Estado de Delawer y ex presidente…” el ¡no puedo respirar! de George Floyd no se olvidaran, esas palabras no murieron con él. Se escuchan todavía. Resuenan en todo el país. Y recurrió a la historia estadounidense…   ” esas palabras nos hablan a una nación donde demasiado a menudo el color de tu piel pone en peligro tu vida. Hablan a una nación donde más de 107 mil personas han perdido la vida por un virus y 40 millones de personas han perdido su empleo, con un número desproporcionado de esas muertes y esos despidos concentrados en las comunidades negras y de minorías”.

Las protestas sociales en gran parte del territorio estadounidense son un elemento muy complejo que se suma a una ya muy complicada situación generada por el Coronavirus y que ha desnudado la forma en que se ha conducido la actual administración. Es muy temprano para hacer una evaluación o decir que un presidente de otro partido hubiera actuado mejor.

La pandemia que ronda los 1.9 millones de contagios y ha superado los 107 mil muertos, el desempleo por arriba de los 41 millones, la profunda crisis económica, los crecientes conflictos con China, son algunos de los elementos que conforman un obscuro y complejo futuro para un país que dice ser el numero 1 en el tablero mundial.