Sigo sin poder olvidar en ningún momento aquella afirmación de que la crisis de la pandemia  “le venía como anillo al dedo”. Ahí este Presidente se quitó el disfraz y sin avisar más, cambió de tesitura. Aquel probable social demócrata que muchos insistían era conservador, como el Joker villano simpático de la serie televisiva Batman de los años 60 dejó de serlo, para mostrarnos al monstruo descarnado, vengativo, de 2019. Un ser dispuesto a acabar con todo con tal de lograr su cometido: Lejos de social demócrata es centralista, populista, con visos dictatoriales. Símiles suyos los hay en EEUU, en Hungría, Rusia, Gran Bretaña, Turquía, Venezuela, por mencionar los más evidentes.

Lo de menos es que fallezcan miles más por Coronavirus, o niños con cáncer que por supuesto no son atendidos. Es más, ya no le importa que se de a conocer la presencia de casi mil médicos cubanos que serán regados como semillas por distintas partes del territorio nacional para sembrar ideología revolucionaria cubana bolivariana o llámele usted como prefiera. El señor está convencido de que podrá convencer a la mayoría de la población, de que ese es el camino perfecto para llegar a la justicia y entregarle a las próximas generaciones un mundo mejor.

La astucia de este Presidente no-Estadista lo lleva a recorrer como energúmeno cada rincón apartado del país, ahí donde poco se acerca la civilización y el progreso urbano. A esos habitantes los quiere convencer no de que él es el Estadista, no. De que él es el mesías, el enviado de alguna divinidad, sepa usted cual. Prometeo acaso, aquel que robó el fuego de los dioses para darlo a los hombres. Lo que no explica este semi dios tlatoani es que Prometeo fue severamente castigado por Zeus con posterioridad por tal atrevimiento.

Sí. López Obrador es el nuevo Prometeo que vende luz a todo aquel que se acerque a su esquina. Luz marxista, Luz comunista, Luz de revolución violenta, Luz de guerra hasta la muerte.

Acaso no se reflexiona en una democracia joven, muy joven como la mexicana, y se elige lo que sea ante el hartazgo del pasado. Y este osado lobo disfrazado de dios mitológico ganó en plena democracia, para acabar con la democracia e imponer la dictadura del proletariado, salpicada con tintes religiosos pseudo cristianos. Porque además él profesa una secta; no una religión como tal.

Quede en el lector algo confirmado: este señor no se detendrá ante pandemias, ni semáforos rojos, ni recesiones que nos lleven al -10 o -20 por ciento. Eso a él le importa un soberano carajo.

Los dineros que maneja directamente el ejecutivo, algunos llegarán a los muy pobres. Pero la mayoría se van a destinar a importar ideología, darle dinero a las nuevas fuerzas armadas ya no del pueblo, sino pretorianas que guardarán al nuevo sistema, para que el golpe pueda darse, “con todas las de la ley”. De tal forma que sus senadores voten a modo, al igual que sus diputados. ¿Pues de qué otra forma se puede asesinar a la democracia, a las libertades, a la prensa, a los pensadores, si no como a César, apuñalando a la democracia por aquellos que la ganaron y a los que esa democracia les permitió empoderarse?…

Solo quedan unos meses de este año, para conformar fuerzas opositoras que aún se impongan por la vía democrática, que sean escuchadas en México y en el mundo. Después será muy tarde. La República Mexicana fallecerá y se impondrá el nuevo imperio bolivariano mexicano.

 

El exagerado

Seguro me juzgarán por exagerar la nota.

Desde el año pasado advertí en estas páginas de su revista Siempre!, que el Socialismo del Siglo XXI ronroneaba muy cerca de la mente limitada de un hombre de poca educación. La corriente bolivariana del socialismo materialista del Siglo XXI está en la religión de personas tan cercanas a AMLO como su misma esposa, la secretaria general de Morena, su productor de cine Epigmenio Ibarra, Taibo II, la nueva estrella Ackerman, su asesor y político Díaz Polanco, por mencionar algunos de por lo menos una decena que lo han empujado para que se vaya por ese caminito.

Ya tienen muy muy poca ascendencia sobre la silla con el águila los moderados y menos aún los conservadores. Le sobreviven los agachados, los chinchulines, que todo buen dictador debe de tener, para explicar en el periodo de transición las buenas cosas que su gobierno hace por el pueblo pobre.

Al final el intento de golpe de estado no pacífico que intentará dar López Obrador antes de las elecciones intermedias, preveo que fracasará. Verá usted amigo lector, las elecciones intermedias le cambiarán todo el escenario al México 2021; por más que quiera AMLO la sociedad toda, 130 millones de mexicanos, sí que desean progreso y mejor forma de vida para sus familias, para sus descendientes. Quieren mantener sus pequeños negocios, comercios, changarros, quieren ser libres para decidir qué hacer con lo que se han ganado, quieren disponer de su dinero, de sus ahorros, como se les venga en gana. Si tienen afore, quieren la libertad de decidir en donde y como invertir sus recursos, no donde les decida un  gobierno centralmente planificado, paternalista, dictatorial.

La población se va a hartar de las melopeas matutinas, vespertinas y los fin semanarios del falso mesías y sus secuaces de la salud. Se hartarán los profesionales de la medicina de querer ser tutelados por médicos cubanos que ni de casualidad tienen la preparación de los mexicanos. Nos vamos a cansar todos de hablar de sus trenecitos, refinerías, de la escasez que se viene de gasolinas, de la contaminación, y ahora hasta de criar gallinas en nuestros patios o jardines.

Quiero pensar que los empresarios no se van a dejar nulificar. ¿Qué se ha creído este Presidente que es la IP? ¿La de los años treinta del siglo pasado, o acaso que México no tiene  vínculos con el exterior? Todo indica que está convencido de que el T-MEC es una manita de gato al TLCAN. No sabe, no entiende, no se imagina el problema salarial y sindical que se le viene si no se cumple con lo estipulado con el nuevo tratado.

Está convencido, porque según el le quedó como anillo al dedo, que nadie se fijará en sus triquiñuelas con las energías limpias y toda clase de intentos de violaciones a contratos firmados con base en la Reforma Energética 2013-2014. Pero he aquí que ya hacen fila las demandas en contra del gobierno mexicano por incumplimientos. Todos quieren negociar con este gobierno, pero se darán cuenta que la testarudez del mismo se debe a que traen en mente un proyecto de revolución como si este país fuera una isla en la que se puede armar un asalto a un nuevo cuartel Moncada para prender la llama de la victoria.

Todo vetusto, lleno de gran rencor. ¿López Obrador fiel creyente en una ideología? ¡Para nada!  Este señor ansiaba el poder. Hoy que lo ganó en elecciones limpias y democráticas liberales, no soltará el poder, por lo menos en lo que resta del siglo. Vaya. Esos son sus planes.

 

Consecuencias.

El señor se va a ir de la Presidencia en 2024. Ni antes ni después. Eso sí, por las buenas, con la ley y el INE del lado de México, tenemos entre todos que convocar a que el máximo número de mexicanos salgamos a votar el próximo año, para que el señor que vive temporalmente en Palacio Nacional, ni con el apoyo cubano, ni venezolano, ni con sus servidores de la nación, ni con los millones de seguidores que voten por él y su partido, ni así gane el control del Congreso. Eso es lo que nos tiene que importar.

Sí, por supuesto gubernaturas, municipios, pero sobre todo impedir que esta corriente golpista anti mexicana que se quiere imponer en el Congreso lo logre, pues quiere rematar, borrar nuestra Constitución. Por eso este grupo no puede asumir el control, la mayoría de nuestro Congreso. De hacerlo acabará con un plumazo el gran inicio del trascendental experimento de la democracia liberal mexicana.

Todo depende de nuestra acción ciudadana. Que despertemos del letargo del encierro pandémico, y nos percatemos que se metió al mando de nuestra nave un ladrón que quiere robar la democracia liberal tan joven y delicada de nuestro país. Usted sufrirá en el alma, un servidor también. Según el conteo a la fecha, más de doce millones de mexicanos estamos desempleados y otros tantos en condiciones de pobreza, dos millones más de pobreza extrema.

La destrucción de la infraestructura económica, social, sanitaria, educativa será tal, que ningún padre de familia, ningún damnificado por la pandemia lo tolerará. Eso sin contar las inundaciones, los terremotos que por desgracia van a llegar. No hay recursos para hacerles frente. Pero seguro van a llegar a México. Así es nuestra tierra.

El desmantelamiento económico será tremendo.Las empresas temen un rebrote de la pandemia. Si no ahora, para el periodo invernal sí.

De acuerdo con un estudio de PWC el 73 por ciento de los empresarios encuestados dice estar preparado para dar una respuesta clara en caso de un aumento de contagios o mutación del virus. Tal cual. Inclusive ya cuentan con protocolos de cierre en caso de que ocurra un aumento importante de casos en la empresa, o si hubiera una segunda ola de infecciones. Dos terceras partes de la encuesta prevé una recesión mundial con impactos en sus resultados financieros, que incluirá más recorte de personal.

Sospecho que esos padres o madres de familia saldrán fúricos a los calles. Les habrán suspendido cualquier sueño que tuvieron para ellos y sus familias. Pero una vez salido el energúmeno de Palacio Nacional, habrá posibilidades de reponer lo perdido, tal vez en lo que queda de esta penosa década para nuestro país.

 

¡México Despierta!

México tiene que despertar. No llegó al poder Prometeo, no.

Estamos presenciando una esquizofrenia de gobierno que nos encamina a la destrucción. Llegó ese terrible Saturno devorando a su hijo recién nacido, por temor a ser destronado por él, como la obra de la época negra del para entonces infeliz Francisco de Goya.

Esta locura es la que ahora vivimos. Esta locura tenemos que pararla, frenarla, impedirla a la brevedad.  La ley, la Constitución, la fuerza económica y el apoyo internacional deberán de ser nuestras herramientas para frenar esta locura que veo con dolor, aceptamos día a día los mexicanos con más resignación.

¡No puede ser! No podemos permitir que sea. Ley, Constitución, sociedad, tenemos que frenar a este Saturno disfrazado de Prometeo.

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno.