Con cerca de un centenar de laboratorios investigando –sin mencionar la prisa que existe–, hace que la vacuna para el Covid-19, conocido popularmente como coronavirus, esté cerca.

Pero hay que seguir teniendo paciencia porque se trata de un proceso que en condiciones normales, considerando los efectos que tienen diversas enfermedades en las personas, puede tardar varias años.

La actual pandemia y las muertes que ha provocado, han acelerado este proceso, liderado por laboratorios como Astra Zeneca, el cual junto a la Universidad de Oxford, ya empieza a hacer las pruebas necesarias para su uso en seres humanos, previo paso para la autorización de parte de los organismos gubernamentales que regulan los medicamentos.

Así, Alemania, China, Francia y Estados Unidos son los países que concentran los esfuerzos para encontrar la tan urgente vacuna, incluso con episodios curiosos como el intento de Donald Trump para comprar parte de las acciones de un laboratorio alemán y tener la exclusividad del uso de la vacuna, algo que fue bloqueado por el gobierno teutón.

Se habla de que tan sólo en Estado Unidos se piensa adquirir 400 millones de dosis de una vacuna, incluso en la Unión Europea de habla de cantidades similares para la población, en un esfuerzo que sin duda costará miles de millones de dólares.

Pero es claro que sin la vacuna, no podremos tener una normalidad, ni nueva ni como la conocíamos antes de la pandemia.