Antes de referirme al día del Abogado, me parece importante señalar que el Presidente de la Suprema Corte dio a conocer que, a partir del 15 de julio del presente año, está disponible la APP para tramitar en línea la Firma Electrónica Certificada FIREL, necesaria para la promoción de los juicios en línea en el Poder Judicial Federal.

Para obtenerla, el proceso se inicia desde el portal www.firel.pif.gob.mx, se tiene a la mano la Credencial de Elector (INE) como identificación oficial. Es posible descargar la aplicación y acceder desde cualquier dispositivo móvil con sistema operativo “Android:”, se localiza: “FIREL” o “firma electrónica” y aparece el ícono correspondiente. Con esta aplicación se puede obtener rápida y fácilmente la FIREL, lo que permite la posibilidad de realizar, a distancia, los trámites que antes se hacían en los tribunales de manera presencial, tales como checar acuerdos, listas, notificarse, presentar demandas, promociones, etc.

En caso de que los datos no se hayan podido verificar, el sistema canaliza a una atención personalizada, a fin de estar en aptitud de concluir exitosamente el trámite. Para cualquier problema están disponibles los siguientes canales de atención (55) 56476050; firelenlinea@correo.cjf.gob.mx; lada sin costo 018008369525; y escritoriodesoporte@correo.cjf.gob.mx.

Para el caso de los dispositivos que tengan “iOS” como sistema operativo, la APP estará disponible en próximos días.

El objetivo de proporcionar estas facilidades es hacer sencillo, ágil y rápido el acceso a la justicia digital y hacer de ésta, una realidad.

Además, conforme a lo establecido en el Acuerdo General 13/2020, el Máximo Tribunal del País renunció a su primer período vacacional, correspondiente a la segunda quincena de este mes de julio, para continuar con la recepción y tramitación de los asuntos promovidos mediante el juicio en línea; así como, con la resolución de los asuntos cuyo trámite está concluido ya sea de forma presencial o en línea, a través de sesiones a control remoto, tanto del Pleno, como de la Salas. Y, se prorroga la suspensión de términos y plazos hasta el 31 de este mes de julio.

¿Por qué se festeja el día del abogado, ahora denominado día de la abogacía, con lenguaje incluyente?

A lo largo de nuestra historia, el gremio de la abogacía ha coadyuvado a hacer de México un país de leyes. El 12 de julio de 1960, el Presidente de la República Adolfo López Mateos instituyó el día del abogado. A partir de entonces se conmemora el inicio de la Cátedra de Leyes, que hace 467, años impartiera el jurisconsulto español, oriundo de Talavera de la Reina, Bartolomé de Frías y Albornoz, en la Real y Pontificia Universidad establecida en la Nueva España, por órdenes del Rey Carlos I de España y V de Alemania. Celebración que pone de manifiesto la necesidad de que, hoy como entonces, se desarrolle en México la investigación jurídica, se mejore la enseñanza del derecho, se perfeccione la norma jurídica y se optimice el acceso a la justicia.

El vocablo castellano abogado deriva del latín advocatus, traducible como llamado, palabra que hacía referencia a la costumbre romana de llamar a los conocedores de la ley para apoyar, en la defensa de sus derechos, a sus patrocinados en asuntos controvertidos de difícil solución.

Abogados que en su vertiente de Estadistas han contribuido a lo largo de la historia, en el desarrollo de la humanidad y de manera concreta en la conformación del Estado Mexicano. El tránsito de su pensamiento, pasa de la abstracción filosófica a la concreción material de las ideas, que se cristalizan en la norma jurídica como la expresión de la más sana forma de convivencia.

Pero, la labor del abogado, no se agota en el amplio y complejo diseño del entramado jurídico que sustenta la actividad estatal, su función como la de pocos gremios, se despliega en todos los ámbitos de la vida y está presente en toda acción tendente a la preservación del Estado de Derecho.

La evocación secular de esta celebración, implica algo más que una fecha y más que un acontecimiento concreto. Se trata de reconocer la relevante presencia del jurista y en especial del jurista mexicano en la construcción de las instituciones de nuestro país.

La versatilidad de la profesión, ha permitido a los abogados ser activos protagonistas de la historia: el maestro que desde la academia alumbra el entendimiento, sin interferir la integridad de las conciencias; el investigador que con disciplina y método estudia, analiza y propone la dogmática jurídica; el reflejo de la necesaria vocación del servidor público en las tareas administrativas del Estado.

En la función de dar a cada quien lo que le corresponde, trascendente es el papel que el abogado y el juez realizan cotidianamente como integrantes de la sociedad.

Característica esencial de la función de impartir justicia es la imparcialidad, razón por la cual el juzgador permanece ajeno a los conflictos, pero está a su expectativa en la imperturbable reserva de su potestad.

Es al abogado a quien corresponde presentar la controversia ante el juez. Por eso afirma Calamandrei que “…la fatiga del abogado no conoce horario ni tregua; cada proceso abre un nuevo camino, cada cliente suscita un nuevo enigma. El abogado tiene que estar presente, al mismo tiempo, en cien sitios distintos, de la misma manera que su espíritu debe seguir cien pistas a la vez. A los clientes, y no a él, les pertenecen también sus horas nocturnas, que son aquellas en que él, afanosamente, elabora para ellos los más precisos argumentos”.

Al promover la acción correspondiente el abogado y el juez ocupan en la controversia sus respectivas posiciones. El abogado será parte, al defender los intereses de su cliente, por tanto es parcial, pues con ahínco y convicción tratará de convencer al juez de lo razonable de su pretensión.

El Juez, opondrá a la parcialidad del abogado, su inajenable imparcialidad, fundamento y legitimidad de su actuación, pues es la aplicación del derecho el mejor método de acceso a la justicia, y su proclamación recta y responsable, la única forma de garantizar el bien común.

Como dijera el ilustre constitucionalista Don Felipe Tena Ramírez: “posiciones totalmente distintas, pero no necesariamente contrarias. Si durante la contienda se cruzan las espadas de las partes, éstas jamás deben herir, ni siquiera tocar a quien no es parte sino juez. Así, las actitudes opuestas coadyuvan en la empresa común de descubrir la verdad”.

Probablemente se piense que estas afirmaciones solamente están referidas a un mundo ideal y que la realidad se desarrolla de manera diferente. Que tanto jueces como abogados son ante todo seres humanos, falibles, plagados de virtudes y defectos. Conscientes de que cada día el abogado más probo puede cometer un error, así como el juez más honesto dictar una sentencia equivocada.

Razones por las que Don Felipe señala: “Ni los abogados ni los jueces pueden jurar nunca practicar la infalibilidad, pero sí adquieren el compromiso a no esquivar deliberadamente la verdad, agotar hasta donde el intelecto lo permita su esclarecimiento; a colocar su estudio, conocimiento y convicción para lograrlo”.

La prueba final de la rectitud del juez y del abogado, sólo pertenece al tiempo. Su prestigio quedará sin ulterior recurso, reconocido o no, el día en que abandonen definitivamente su sitial, porque hasta entonces se obtendrá el saldo ya inmodificable de su conducta.

Como justiciable difícil es aceptar la derrota, pero más difícil es aceptarla cuando la actuación profesional del abogado o del juzgador denotó deshonestidad, descuido o negligencia. Todos estamos conscientes de que el derecho no es una ciencia exacta, que las divergencias de criterio propician enfoques diversos, lo cual es perfectamente admisible.   Aquí está en juego el respeto del juez por su función y el respeto del abogado por la propia y la del juzgador. El juez respetable merece el respeto del abogado y el abogado respetable merece el respeto del juez y, jueces y abogados respetables merecen el respeto de la sociedad.

Mi felicitación y reconocimiento a las y los abogados por la labor que cada uno desempeña, como destacados mexicanos que abrazan con fervor y pasión nuestra profesión.

Ministra en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

min.mblr@gmail.com @margaritablunar