Desde los primeros días de “la cuarta transformación”, hemos visto señales de intolerancia detonadas por cualquier crítica, incluso la conferencia matutina que ofrece el Presidente de la República se ha convertido en un espacio para atacar, mentir y hacer declaraciones sin fundamento.
Es alarmante lo que está sucediendo en nuestro país; a esta administración se le ha hecho costumbre faltar a la verdad de manera sistemática, olvidando la responsabilidad que implica el poder que les otorgó la ciudadanía.
Este gobierno, encabezado por López Obrador, no busca censurar solamente a las criticas que no le benefician, sino también pretende apoderarse de las entidades públicas que no le permitan dar paso a sus caprichos o que le resultan incomodas.
Prueba de lo anterior es lo que sucedió con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), el cual se ha visto envuelto en una polémica debido a que se echó a andar a todo el aparato del estado con el fin de lapidar una institución que tomó muchos años formar y consolidar desde que se fundó en el año 2003 y encabezó Gilberto Rincón Gallardo.
Probablemente el Conapred tenga deficiencias, sin embargo, lo que se necesita es fortalecerse como lo recomienda la ONU, con recursos financieros, humanos y técnicos suficientes para brindar una atención efectiva a todos los casos de discriminación. Desafortunadamente hoy parece que la historia de esta institución se encuentra en peligro.
Recordemos como el titular del Ejecutivo Federal atacó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hasta que logró secuestrarla y está por demás señalar que ahora es omisa de las violaciones a los derechos de los mexicanos, en contubernio con el gobierno.
Los organismos reguladores de energía, hidrocarburos y gas, el Instituto de Transparencia, el Instituto Nacional Electoral, el de personas adultas mayores, entre otros, que han sido objeto de ataques por parte del primer mandatario.
Es conocido por todos que el INE está bajo la lupa del gobierno, y que se han vuelto obsesivas las intenciones de López Obrador de apoderarse de dicho organismo autónomo, evidentemente a escaso tiempo de las elecciones de 2021.
Cínicamente el Presidente de la República advirtió que meterá las manos en el proceso electoral como un “guardián”, es un mensaje claro de un gobierno autoritario, ¿se va a meter en las elecciones para ayudar a Morena? ¿para que sus candidatos ganen?
Está claro, el INE funciona, cuando ganó Morena se le reconoció lo mismo al PRI y al PAN, es una lástima escuchar las palabras del Presidente. Debería enfocarse en hacer de la administración Pública algo bueno, en vez de buscar concentrar todo el poder.
Debemos tener algo presente: entre menos poder tengan las instituciones, más poder concentrará López Obrador, acercándonos peligrosamente al autoritarismo.