La semana pasada en el marco de la firma de la Iniciativa de Prosperidad Hispana que realizó en la Casa Blanca, el presidente de Goya Foods, Robert Unanue, señaló… “Estamos realmente bendecidos por tener un líder como el presidente Trump, que es un constructor. Y eso es lo que hizo mi abuelo, vino a este país a construir, crecer, prosperar. Tenemos un increíble constructor y oramos por el liderazgo de nuestro presidente y por nuestro país para que continúe prosperando y creciendo”.
Estas palabras generaron una campaña en contra de esta empresa de alimentos y bebidas por parte de la comunidad hispana su principal consumidor en territorio estadounidense.
Goya Foods, es una empresa de alimentos de origen latino que en el marco del proceso electoral que se vive ya asumió una posición en favor de la reelección de Donald Trump en noviembre próximo. Y los detractores de la actual administración vieron la oportunidad para elevar una campaña en contra del ocupante de la Oficina Oval.
El presidente de Goya al percibir esta campaña en contra reaccionó y acudió al canal de noticias Fox News, el más empático con el presidente y expresó… ”la llamada al boicot es una muestra de “supresión del discurso” y agregó que en 2012 acudió a la Casa Blanca para una colaboración alimentaria con el Gobierno del demócrata Barack Obama y entonces no se le criticó como ahora, no me disculpo, especialmente si soy llamado por el presidente de Estados Unidos. No vas a decir, ‘no, lo siento, estoy ocupado, no, gracias’. No les dije eso a los Obama y no le voy a decir eso al presidente Trump”.
El olfato político de Donald Trump lo llevó a aprovechar esta situación y habló con su hija-asesora de su gobierno para que entrara en escena y esto llevo a que Ivanka publicara una foto en su cuenta de Twitter con uno de los productos más representativos de esta empresa, una lata de frijoles negros, lo que generó gran revuelo y miles de usuarios de esa red social llamaron a no comprar más esos productos, lo que hizo un nuevo “spin” para que se siguiera con la conversación al respecto.
Goya Foods, quedó en medio de esta discusión y sus ventas según sus primeros reportes generaron resultados mixtos según la región del país. No estoy seguro de que el CEO, Robert Unanue, hubiera previsto esto y que su empresa que da empleo a más de 4 mil personas y que ofrece más de 2 mil 500 productos, se ubicara en el centro de esta polémica. Las ventas de esta empresa alcanzaron el año pasado la nada despreciable cantidad de $1.27 billones de dólares.
La polémica en torno a la promoción a los productos de Goya Foods, ha crecido sobre todo después de que el miércoles pasado el mismo presidente de los Estados Unidos posó sentado en la Oficia Oval con 5 de los productos de esta empresas, se ve en la fotografía que circuló rápidamente en redes sociales, al mandatario con una bolsa de frijoles bayos, una lata de aderezo para la carne, otra de maíz pozolero, una más de agua de coco y un paquete de galletas de chocolate.
Sí, así como se lo relato amigo lector, el líder de la mayor potencia del mundo, promocionado frijoles, aderezos y galletas desde su oficina, donde analiza, dialoga y discute las grandes decisiones de su país y en algunos casos que involucran a otras naciones. La Oficina Oval, reducida a un simple set fotográfico.
Más allá de toda esta polémica que podría ser catalogada como cosmética o superflua, hay acciones de fondo, tanto en el marco de la campaña releccionista del presidente-candidato Donald Trump, como en el espacio de la Oficina de Ética Gubernamental (OGE) de los Estados Unidos.
Las encuestas más recientes sobre la carrera presidencial muestran un descenso en el número de simpatizantes del actual mandatario, en promedio, la diferencia en su contra es de 11 puntos porcentuales a tan sólo 16 semanas de la elección. Las encuestas realizadas por diversos medios arrojan diferentes datos, lo cierto es que, en todas o al menos, en su mayoría, Joe Biden se encuentra a la delantera; tal es el caso de las encuestas realizadas por USA Today, en donde Trump cuenta con el 41% de la aprobación, mientras que Biden con el 53%.
Y como lo hemos mencionado en ocasiones anteriores, Donald Trump, hace de todo por conseguir votos, aquí una muestra de ello.
George Bush hijo, por cierto, también republicano igual que Donald Trump, hizo referencia a la Ley de Ética Gubernamental… “en realidad no es muy complicado. Se trata de separar lo correcto de lo incorrecto, evitar conflictos de interés, esforzarse al máximo para que no se piense que hay conflictos de interés”.
A esa declaración le siguió una acción: establecer estándares de conducta para el poder ejecutivo y resolver sus propios conflictos de interés.
Sin embargo, el actual candidato-presidente ignoró todo esto o le da nulo valor, sólo falta ver la fotografía mencionada y entonces uno se pregunta ¿dentro de las funciones como presidente de los Estados Unidos es la realización de anuncios publicitarios?, ¿los impuestos de millones de estadounidenses se dirigen al mantenimiento de un set fotográfico?
Las violaciones a la Ley de Ética Gubernamental por parte de Donald Trump no son algo nuevo, basta recordar que al inicio de su administración siguió al frente de sus empresas inmobiliarias y constructoras.
La empresa, Goya Foods, aceptó convertirse en un elemento de propaganda política de la campaña de Donald Trump y con ello tendrá que pagar los costos que esto implica sobre todo si el nuevo presidente de los Estados Unidos, donde está su matriz desde donde surte a centro y sur América, es Joe Biden.