Zamorano: Akira, ¿Quiénes fueron sus maestros?

Kurosawa: Vivir es una experiencia incomparable. Pero, no se puede identificar la experiencia con las impresiones que experimenta el hombre a través de sus relaciones con el mundo. La experiencia es el proceso de la interacción entre el hombre y el mundo objetivo y resulta de esa interacción. Es la práctica, la creación, la transformación del mundo. Mis maestros me enseñaron a transformar el mundo. Mi madre era una mujer muy tierna y mi padre severísimo. Era un militar que enseñó educación física a la manera espartana. Déjeme decirle que tengo una cultura guerrera. Desciendo de una antigua casta samurái y soy muy bueno en Kendo. La historia y la cultura de mi país y el arte japonés, en general, son mis maestros. Me gustaban tanto la escritura y la pintura que empecé a practicarlas. Mis primeros maestros concretos fueron mi hermano Heigo y el gran promotor de la educación artística entre los jóvenes, el inolvidable maestro Tachiawa. Él me inició en las bellas artes y, a través de ellas, en el cine. Mis lecturas de juventud fueron Tolstoi, Turguénev, Gorki y, sobre todos, Dostoievki. Todos recuerdan a Kajiro Yamamoto, más porque fue mi maestro que por su obra. Como su asistente, directamente aprendí a dirigir, pero también aprendí de Ozu, Mizoguchi, Naruse, Capra, Ford, Wyler e, inclusive, Antonioni. Todos maestros edificantes.

Zamorano: ¿Cómo comenzó su carrera de realizador?

Kurosawa: Mi disertación, Lagunas del cine japonés, me abrió las puertas de aprendiz de realizador. De Yamamoto asimilé todos los conocimientos. En 1941, lo sustituí en la dirección de El caballo. En 1943, escribí y realicé mi primera película, La leyenda del judo, Le recomiendo que lea mi libro Something like autobiography.

Zamorano: Hábleme sobre su método de trabajo.

Kurosawa: El guion es la clave para una buena película; antes, uno debe primero estudiar las grandes novelas y dramas del mundo; uno debe, también, ver las grandes películas. Leer los grandes guiones y estudiar las teorías cinematográficas de los grandes realizadores. Al considerar un proyecto de película, siempre, tengo en mente un número de ideas que, siento, serían el tipo de cosas que me gustaría filmar. Una de ellas germina y brota, entonces se desarrolla. Mis películas emergen de mi propio deseo de decir una cosa. La raíz es la necesidad interior de expresar algo. El guion nutre a la raíz y la hace crecer en árbol. La dirección hace que el árbol de flores y frutas. El director abarca todo el proceso, todo se funde bajo su control. En síntesis: La unidad de producción es el ejército, el guion es la bandera de batalla y el director es el comandante de la línea del frente. Podríamos escribir un libro al respecto.

Zamorano: ¿Por qué quiso suicidarse?

Kurosawa: Mi hermano Heigo era un artista y adoraba el cine. Aprendí mucho de él, sobre todo de la literatura. Luego, un día, se fue a las montañas de Yugashima y se quitó la vida. Recuerdo claramente el día en que se suicidó. Me había llevado a ver una película al barrio Yamate y, después, me dijo que me fuera a mi casa que ya era muy tarde. Nos despedimos en la estación de Shin Okubo. Empezó a subir las escaleras mientras yo me dirigía a la calle, entonces se detuvo y me llamó. Se me quedó viendo directamente a los ojos y luego se fue. Ahora sé lo que debió haber sentido en ese momento. Era un hermano al que yo quise mucho y nunca me he repuesto de su pérdida.

Zamorano: Perdón Akira, le ruego que me diga, ahora que lo sabe, qué sintió su hermano  y si sintió lo mismo tomó la decisión de hacerlo Usted.

Kurosawa: Mi país es famoso en el mundo por el alto índice de suicidios. Mi película Dodes’Ka-Den fue un fracaso económico. No se recuperaron ni los costos de producción. La empresa que fundé con Ichikawa, Kinoshita y Kobayashi se fue a la ruina y se disolvió. Tuve un altercado con Mifune y la crítica y el público me dieron la espalda. ¿Usted qué haría?

Zamorano: ¿Qué cree que sintió su hermano? Dígamelo, por favor. No se ofenda. Su experiencia nos ayudaría.

Kurosawa: Era tan noble de alma que lo sintió por mí. Sabía que me iba a causar un gran dolor su partida, pero ya había tomado la decisión. Creo que la decisión de suicidarse es un acto de orgullo ante la desesperación y el abandono y más cuando ya eres viejo. El suicidio es un acto muy japonés y lo llevo en la sangre. Mi hermano vivirá en mí hasta el último instante de mi existencia consciente.

 

Zamorano. ¿Cuál es mejor película?

Kurosawa: Mi mejor película es la próxima (Akira sonrió irónico). Ya muerto, intentaré realizar una película a través de un médium. Sería fantástico dirigir una película desde el más allá.

Zamorano: Deme su opinión sobre la violencia y el erotismo en el cine japonés contemporáneo.

Kurosawa: Pregúntele a los franceses, son los que más lo disfrutan. Marcel Martin, Max Tessier, en Francia; Donald Richie, en Estados Unidos; Tado Sato, aquí en Japón; al espíritu de Yukio Mishima o los realizadores Nagisa Oshima y Takahiro Iimura.

Zamorano: Akira, ¿Qué es la verdad?

Kurosawa: Conocimiento cuyo contenido no depende del sujeto, no depende del hombre, ni de la humanidad.

Zamorano: ¿Qué les diría a los jóvenes?

Kurosawa: Algunos directores jóvenes parecen estar más fascinados con la técnica cinematográfica que con el contenido. A mí no me interesa ese énfasis en la técnica. Me preocupa más el contenido. A los jóvenes realizadores se les olvida que el guion es la clave para una buena película. Los jóvenes ya no ven las películas de Mizoguchi, Ozu o Naruse.

Zamorano: Muchas gracias Akira y que cumpla muchos años más de vida. Salud con sake y tequila.