Entrevista con Juan Bosco Abascal, Presidente de la Escuela Mexicana de Psicología Realista

 

Aún cuando la pandemia en México sigue en estado critico, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se pondrá el cubrebocas solo cuando “ya no haya corrupción en nuestro país”.

Esto, en respuesta al anuncio de diputados del PAN de que interpondrán un amparo para que el mandatario use cubrebocas. Carlos Castaños Valenzuela, vocero del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, dijo que interpondrán un amparo para obligar al Presidente de la República a usarlo.

La semana pasada el presidente manifestó que sólo usará cubrebocas en los lugares donde sí es necesario o es obligatorio, pues con guardar la sana distancia como le han sugerido el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y el subsecretario Hugo López Gatell, es suficiente.

Mientras tanto el número de fallecimientos en México por covid-19 llegó a 50 mil.

Hugo López Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, alertó que durante la temporada de influenza –que inicia a finales de septiembre–, se prevé un rebrote de contagios de Covid-19.

Pero la gestión de López Obrador, lejos del manejo de la pandemia y de insistir en echar la culpa de su desatino a anteriores administraciones, está marcada por un sin número de frases, desde “abrazos y no balazos”, pasando por “me canso ganso”, “yo tengo otra información”; “la mafia del Poder”, “la prensa Fifí”, “primero los pobres”, “limpiar las escaleras de arriba a abajo”, “me producen ternura, ternuritas”, “no es mi fuerte la venganza” ó “no tengo derecho a fallar”, etcétera.

Y ni hablar de su forma de gobernar, son cientos los problemas sin resolver, porque el presidente sigue en campaña, y en suma destaca más por sus desatinos que por sus aciertos.

Juan Bosco Abascal, Presidente de la Escuela Mexicana de Psicología Realista, entrevistado por este semanario, presentó un perfil psicológico, de acuerdo a la reciente publicación de su libro titulado MALO Manuel Andrés López Obrador, su verdadero nombre, que elaboró en los últimos 20 años: “El libro comienza con una gráfica de los rasgos analizados en este personaje, son seis, y resaltan en su actuación como persona, como político, como –entre comillas– ‘líder’. Comienzo con el peso relativo y cada uno de ellos los comparo contra la media mexicana que está sacada de un trabajo profesional de más de 30 años de duración, sobre una muestra de un millón de personas. Los elementos evaluados son, primero, es un mentiroso y manipulador consciente, él sabe que miente, manipula y lo hace de una manera magistral, es astuto como pocas personas, la media mexicana tenemos un puntaje de diez por ciento de la población, y MALO tiene un veinte. El segundo elemento evaluado es que es que hay una perversidad moral intencional, a través de sus expresiones como que quiebren las empresas que tengan que quebrar, no me importa, ya pagarán los accionistas, los dueños; a través de multitud de acciones”.

El doctor en Psicología abundó: “Estamos observando el desabasto de medicinas, el abandono a las mujeres, el abandono a los niños con cáncer, la reducción de un 75 por ciento del presupuesto –hablando de austeridad–, que echa literalmente a miles de personas a la calle, el terriblemente mal manejado problema de la pandemia, lo han tratado con gran irresponsabilidad y espíritu anticientífico asombroso, nos lleva a una percepción de perversidad intencional, él obtiene un 25 por ciento de puntaje en este rubro, contra un 5 por ciento de la población mexicana”.

Juan Bosco Abascal añadió: “Un rango tercero de López Obrador es de una ignorancia invencible y culpable, porque pertenece al nivel 4 que es el más profundo de ignorancia invencible y culpable; existe al mismo nivel la ignorancia invencible, pero inocente. El sujeto no sabe que no sabe, pero no por su culpa. En el caso de MALO no sabe que no sabe por su culpa, porque incluso de manera pública en muchas mañaneras ha despreciado, criticado y se ha burlado de los que si estudiamos, y ha dicho que para perforar pozos petroleros, construir casas, o hacer carreteras, pues no se necesita mayor ciencia, mucho menos para gobernar. Y critica a los intelectuales que le mandaron una carta hace unas semanas, y dice, hace gala de un nivel absurdo de ignorancia, cuando habla de que el hijo de Michael Corleone se fue a estudiar y que regresó hecho un perverso. No, no se fue a estudiar, se escapó de la policía se refugió en un lugar donde se volvió inaccesible, y regresó para tomar el mando de la mafia de su padre, pero no porque haya estudiado, sino porque ya de familia traía el ADN criminal. Entonces, hay un nivel tres de ignorancia que es la ignorancia consciente, en donde la persona ya sabe que no sabe, él no está ahí ni lo va a reconocer nunca; en el nivel dos la gente sabe que no sabe, pero ya sabe aquello que está aprendiendo, y en el nivel uno, tenemos una ignorancia superada que ya es un conocimiento consciente, y que aprovecha la vida cotidiana, que se basa principalmente en rodearse de las personas que saben más que uno. López Obrador cuando alguien le demuestra que sabe más que él –lo vemos en las mañaneras–, lo ridiculiza, lo ataca, le hace sarcasmos, le obliga a cambiar su versión, y simplemente las personas más capaces que han pasado por su gabinete le han renunciado precisamente porque son personas que saben que MALO no sabe”.

En el transcurso de la entrevista, el doctor en Psicología, afirmó que: “El tercer factor, ignorancia invencible y culpable, en donde tenemos un 22.5 por ciento contra una media mexicana del 30 por ciento, luego tenemos el factor 4 que es una personalidad Psicopática inmovilizable cuyos rasgos más importantes son que se trata de individuos astutos como pocos, disfruta con el dolor ajeno, incapaz de arrepentirse y, el más importante de todos, él ha hecho de su consciencia un legislador, él define lo que está bien y define lo que está mal, eso es justamente el rango principal del psicópata, lo que en otros es pecado, maldad, o crimen, en él es virtud. Y el aspecto 5 refiere que tiene una absoluta falta de empatía respecto del dolor y las desgracias ajenas, trátese de quién se trate, sobre todo de quiénes no están a sus órdenes, no le besan los pies y no lo obedecen, él disfruta haciéndoles sudar.  Ésta es la personalidad psicopática en donde el puntaje más elevado de su perfil es un 28 por ciento de relativo sobre cien. Mientras que la media mexicana difícilmente alcanza el diez por ciento”.

El siguiente nivel evaluado mencionó es qué tan neurótico resulta López Obrador: “No es un neurótico, porque una vez que se propone algo desde su adolescencia, lo ha logrado, y el primer rasgo del neurótico es que cambia de metas como uno cambia de camisas todos los días. El neurótico es incapaz de cumplir objetivos, no tiene neurosis, ni sufre de una ambivalencia emocional”.

El sexto rasgo es el que denominó psicosis: “distingue a una persona que ha perdido el contacto con la realidad, pero no con él, López Obrador sabe que miente, él conoce la realidad, no es un psicótico, no es un demente, no es un loco, sus rasgos psicóticos alcanzan cuando mucho un 2.5 por ciento, contra un diez por ciento de la media mexicana”.

Juan Bosco Abascal prosiguió que López Obrador tiene personalidad existencial paranoide, cuyo juicio esencial es yo estoy bien, tú estás mal, y todos los demás están mal; en tanto no estén de acuerdo conmigo: “Esto lo demuestra de una manera contundente, cuando dice que todo aquel que no esté con la 4T, está contra él y está arraigado a la corrupción, arraigado a los crímenes del pasado, que nosotros somos diferentes, nosotros no somos deshonestos, y se está contra su manera de desgobernar, automáticamente todos los que estamos en su contra, estamos mal. Este es el pensamiento esencial de la personalidad paranoide”.

 

AMLO se niega a usar el cubrebocas

El creador de la Escuela Mexicana de Psicología Realista, manifestó que López Obrador se niega a usar el cubrebocas: “Porque él está bien, se cree invencible, se cree invulnerable, ya lo dijo López Gatell: Señor presidente no es un motivo de contagio del virus, es un motivo de contagio moral, y él se lo cree, es impresionantemente paranoide, está sacado de un libro de psiquiatría de veras. Y además da un mensaje a la población en términos contrarios a la realidad, sabiendo que niega la realidad. La curva de contagios, la curva de muertos, la curva de infectados sigue subiendo de manera imparable, y López Obrador dice no, ya le ganamos, eso está diciendo desde abril, la curva va para abajo, gracias a nuestra eficiencia ya domamos la pandemia, él sabe que miente, por eso es psicópata; es de un nivel de perversidad asombroso, sobretodo porque ha afirmado desde hace muchos años lo que se conoce con el nombre de Foro de Sao Paulo que se pretende instalar en toda América Latina, ya se instaló en Venezuela, ya se instaló en Argentina, ya se instaló en Nicaragua, se hizo el intento de instalarlo en Bolivia, por fortuna los bolivianos dijeron al unísono no, y Evo Morales se tuvo que refugiar en Argentina, primero pasó por México y aquí tenían que arroparlo sus cómplices”.

Finalmente Juan Bosco Abascal dijo: “La 4T ama tanto a los pobres, que los multiplica con la intención de no permitirles nunca que suban al nivel de clase media baja o media media, porque como lo dice Yeidckol Polevnsky –digamos cínicamente–, no queremos que los pobres suban de nivel porque cuando llegan a la clase media ya no votan por nosotros. Esto es justamente la forma de pensar de todos los que rodean al malévolo y tirano que es López Obrador”.