Fue una Convención Nacional Demócrata diferente en su forma, nada igual a todas las anteriores, los 4 días fueron transmitidos de manera virtual, en el pasado quedaron las multitudes, los grandes auditorios, y los vítores ensordecedores. En el fondo se consiguió el objetivo central, que los miles de delegados eligieran la fórmula partidaria que competirá el próximo 3 de noviembre por la presidencia de los Estados Unidos.
La crisis sanitaria no sólo obligó a retrasar la convención que estaba prevista para mediados de julio, sino que forzó a convertirla en un evento casi enteramente virtual. Hubo un centro de operaciones en Milwaukee (Wisconsin), en un recinto más pequeño del inicialmente previsto. Pero la mayoría de los discursos incluidos los de aceptación de los candidatos fueron pronunciados desde otros lugares. La duración de las diarias jornadas fue recortada pero la gran sorpresa fue la gran presencial virtual alcanzada, los números finales se conocerán en días por venir, pero según los mismos organizadores fueron mucho mayores a los esperados.
Los demócratas organizaron un despliegue de más de 400 profesionales del mundo virtual repartidos por centros de operaciones en Nueva York, Los Ángeles, Milwaukee y Wilmington (Delaware), donde reside Biden, que retransmitieron con los cientos de discursos en directo desde casas, monumentos y escenarios preparados especialmente para ello a lo largo de todo el país. Se conectaron también con delegados en sus casas para ofrecerles en vivo reacciones a los discursos como si éstos se produjeran con público. Se dieron actuaciones musicales a cargo de artistas como Billie Eilish o The Chicks, testimonios de votantes y pequeñas piezas documentales que enriquecieron los programas nocturnos de dos horas de duración que las cadenas de televisión nacionales emitieron parcialmente.
Los amantes de la televisión tuvieron la oportunidad de ver un espectáculo totalmente nuevo, diferente e imprevisible.
El equipo de campaña de Joe Biden y los organizadores de esta convención hicieron de todo en el terreno virtual para asegurarse de que el evento estuviera disponible dondequiera que los votantes potenciales quisieran verlo. Se transmitió en dispositivos móviles a través de plataformas de redes sociales como: Twitter, Facebook y canales de YouTube. La transmisión también se ofreció en plataformas de transmisión de TV, incluidos Apple TV, Roku, Amazon Fire TV y Amazon Prime Video.
La transmisión en vivo de la convención estuvo disponible también en la dirección IP demconvention.com, desde las 8 a las 10 de la noche durante los 4 días del evento que concluyeron con la aceptación al cargo de candidato a la presidencia por parte de Joe Biden. En Network TV transmitió la última hora de la convención las 4 noches.
El evento totalmente virtual fue el primero sin una ubicación central para reunirse ni multitudes vitoreando. Y muchos se preguntaban si esta convención en el horario de mayor audiencia llenaría realmente de entusiasmo a las facciones tan disímbolas que Biden espera le respalden.
Los retos a vencer por los demócratas en este evento fueron varios; los técnicos, el mantener la audiencia y el interés, la frialdad que genera una transmisión virtual y sin duda la emoción, pero los resultados fueron más que satisfactorios incluso en algunos de ellos hasta podemos hablar de un trabajo sobresaliente, la continuidad para no perder interés, el despliegue tecnológico en la producción y transmisión y en alcanzar las fibras emotivas del auditorio que corrió a cargo de Jill Biden, la esposa del candidato electo.
Es verdad que los eventos en vivo parecían insuperables, sin embargo, la forma en que se presentó la la votación nominal de los estados que sirvió para nominar formalmente al candidato presidencial, fue una gran pieza, fue divertida ver a los delegados con telones de fondo muy regionales: Rhode Island con un chef parado a un lado con un plato de calamares fue muy bueno y quien eligió cada estado para entregar los votos a Joe Biden (y a Bernie Sanders) en verdad que acertó. (Khizr Khan, un padre de la Estrella de Oro atacado por Trump durante la carrera de 2016 y los padres de Matthew Shepard, quien fue asesinado en un crimen de odio contra los homosexuales, fueron opciones particularmente poderosas). Y para un país que ha sido forzado por el Covid-19 para quedarse cerca de casa durante meses, fue como un miniviaje por el territorio estadounidense.
Joe Biden y Kamala Harris fueron electos como los candidatos demócratas para participar en la contienda electoral de noviembre venideros por 3 mil 526 delegados participantes en esta convención.
Y este lunes próximo es el turno de los republicanos, que terminarán su convención hasta el próximo jueves, los trabajos previos han estado en una dinámica de cambio, por ejemplo, la sede originalmente programada era Charlotte, Carolina del Norte, sin embargo, el evento se movió abruptamente a medida que se implementaron protocolos de coronavirus más estrictos en ese estado. El sitio alternativo fue Jacksonville, Florida, que mostró reglas más flexibles y también representa un área donde los republicanos buscan apuntalar el apoyo.
Pero a medida que aumentaron los casos de coronavirus en Florida, los organizadores optaron por una versión virtual reducida de la convención y la trasladaron de regreso a Charlotte. Trump dice que no dará su discurso en la ciudad anfitriona y en cambio, está considerando la Casa Blanca o el campo de batalla de la Guerra Civil de Gettysburg en Pensilvania como posibles escenarios. Sin embargo, algunos expertos dicen que dar el discurso en un terreno federal como Gettysburg, pondría a los guardabosques y empleados en riesgo de violar la Ley Hatch, que prohíbe a los empleados del gobierno participar en ciertas actividades políticas, pero de Donald Trump en verdad que todo se puede esperar incluso pasar por las leyes.
Es el turno de los rojos, los azules salieron muy bien librados, claro falta la decisión final de los votantes este 3 de noviembre.