Desde el 23 de marzo nos mandó la UNAM a nuestras casas, aunque no a descansar, porque estamos dando clases en línea con todas las dificultades que esto provoca, ya que los alumnos no tienen computadora o no las suficientes para las obligaciones de papá, mamá y hermanos y, sobre todo, existe la falta de privacidad de alumnos y profesores para atender las clases a domicilio. Pero, recluidos, tiene uno tiempo para ver la TV y en una regresión a mi infancia, me hipnotizo mirando, como en los cincuentas, películas de cine mexicano en blanco y negro. Una de mis favoritas es, claro, México de mis recuerdos, con Fernando Soler, Joaquín Pardavé, Sofía Álvarez y Luis Aldás. El guionista y director es Juan Bustillo Oro, una de las cabezas, con Mauricio Magdaleno, del combativo e innovador Teatro de Ahora.

 

Sucedió en Acapulco

Ahora que canal once está pasando varias cintas del cine nacional, me sorprendió Sucedió en Acapulco, cinta dirigida por Alejandro Galindo. Yo no sabía que Don Alejandro hubiera dirigido una película producida por mi padre. (Por cierto, un día que vi el primer número del Siempre ahí aparece un cartel anunciando el estreno de esta película).

Otra de mis cintas preferidas es Los Fernández de Peralvillo, con un héroe completamente balzaciano (ambicioso y sin escrúpulos) interpretado por Víctor Parra que en la escena final, después de sucumbir a los negocios sucios, acaba muerto, enlodado, en medio de la calle. En una fiesta de gente rica, una señora le pregunta a Andrés Soler si son de los Fernández del Valle y él contesta: “No, señora, nosotros somos de los Fernández de Peralvillo”.

Un día Carlos Monsiváis consiguió una función privada de este filme excepcional y allá fuimos Nancy Cárdenas, Betty Bueno, mi hermana y yo. Nos recibió Don Alejandro y a Monsiváis se le ocurre decir: “a ellas no se las presento, porque dicen que son sus sobrinas”. Yo de inmediato iba a agregar que era una broma, cuando Don Alejandro me tiende la mano y pregunta: “cómo está la familia”. Ante su gentileza, me quedé callada.

También vi por canal once, De tal palo, tal astilla con Luis Aguilar, el Piporro y Flor Silvestre. Me sorprendí porque vi que el argumento, muy bien tramado, era de Fernando Galiana y Fernández Unsaín. Mi hermana y yo fuimos varios años maestras en la Escuela de la Sociedad General de Escritores de México, invitadas por dos amigos que fueron directores de esa escuela: José Antonio Alcaraz y Héctor Anaya. Como se sabe, Fernández Unsaín fue años director de la Sogem y nunca supe que hubiera escrito una película producida por mi papá.

 

Cantando nace el amor

Me emocionó ver Cantando nace el amor porque estuvimos de niñas en el set donde se filmó. Recuerdo todavía a las Dolly Sisters (Meche y Caridad Valdés) bailando afro, a Los Panchos (Chucho Navarro estaba casado con Carito) y esa tarde Agustín Lara le escribió este autógrafo a mi hermana Magdalena: “Mora: Para tus ojos negros como las noches de mi Veracruz”. Los protagonistas son Raul Martínez, que hace unos pocos años murió en la casa del actor, y Elsa Aguirre en el esplendor de su belleza.

 

Antonio Álvarez Lima        

Le quiero hablar a Toño Álvarez Lima, que es director de canal once, para darle las gracias por ese ciclo de cine nacional que me ha traído tantos recuerdos. Toño fue gobernador de Tlaxcala y tenía en su gabinete a Juan Saldaña, quien también fue director de canal once. Toño es viudo de la guapa Verónica Rascón. Por cierto, y ya que de canto hablamos, Antonieta, hermana de Verónica, canta boleros los viernes en el restaurante de su hermano Marcos Rascón y según mi amigo Miguel Breceda, Antonieta lo hace muy bien. (Cuando planeábamos ir a escucharla, se atravesó la pandemia).