Entrevista con Giselle Perezblas, especialista en estrategia electoral.

La nominación de Kamala Harris como compañera de fórmula de la candidatura presidencial de Joe Biden por parte del Partido Demócrata en Estados Unidos, abrió de nueva cuenta el debate acerca de lo que podría suceder en los comicios del año entrante en México y, en especial, el papel que jugarán las mujeres en dicho proceso.

Y es que se espera que las participación femenina será determinante, en particular para la oposición, en unos comicios que se suponen sumamente reñidos.

Siempre conversó con la especialista en estrategia electoral Giselle Perezblas, para conocer su opinión de la postulación de Harris y de lo que vendrá para las candidatas mexicanas en 2021.

 

Decisión estratégica

“A nivel estratégico, el combo es extraordinario”, señala de inicio nuestra entrevistada respecto a la nominación Demócrata para la elección de noviembre, para continuar diciendo que “la combinación era justamente lo que se necesitaba y, además, es un contexto mundial por la afectación de está ola, porque Kamala es parte de una ola de liderazgos femeninos que se han destacado en la crisis. Otro tema es cómo va a afectar a Latinoamérica que también va a tener procesos electorales, pues la región está viviendo en retroceso de lo que está pasando en el mundo en materia de género, se ha visto un repunte de la violencia”.

¿Qué implica esta nominación? De acuerdo a Giselle Perezblas es un puente hacia el futuro.

“La posición de vicepresidente no es un camino fácil y tampoco lo será para llegar a serlo, el acto de equilibrio que realizó la campaña de Biden es, por demás, complejo, es un desafío, pero fue una ejecución extraordinaria de estrategia. Una mujer con la historia de vida de Kamala, con una carrera tan sólida, corta en relación con otros precandidatos, pero eficiente y con características muy asociadas con su personalidad, que representa visual, discursiva e ideológicamente a las minorías es, básicamente, un puente hacia el futuro, esas es básicamente la promesa. Le cambia la apariencia al poder, es la promesa de nuevos rostros con ruptura de prejuicios, si bien busca compensar electoralmente a su base y potenciales votantes que habían sido descuidados en elecciones previas, especialmente las mujeres afroamericanas que son una sólida columna del Partido Demócrata, pero no se han visto representadas, más allá del discurso que implica la candidatura de Kamala, es la capacidad y la muestra fehaciente de una mujer con su historial, con sus características personales, es decir, que no tiene un arquetipo de liderazgo femenino suave, cálido y con muchos de los elementos con los que se suele asignar, incluso enclaustrar, a los liderazgos femeninos.

“Kamala tiene algo que va a impactar en las candidaturas de las mujeres, no solamente en Latinoamérica, sino también a nivel internacional; ella accede al poder por sí misma, por una carrera que ha sido caracterizada por fuerza, por toma de decisiones difíciles, por una personalidad combativa —que, curiosamente, son características que en Latinoamérica son profundamente satanizadas en materia de política—, no por la pertenencia a un grupo político sino a través de la rebeldía a las reglas del sistema.

“Arranca con el pie derecho, porque su personalidad suma a la emoción histórica y la promesa de una futura presidenta que represente a las minorías, eso de entrada representa una conquista histórica, que si bien las conquistas históricas no siempre se traducen en conquistas electorales, en este caso por el nivel de polarización que hay en las audiencias y por el momento en que se produce la elección, de incertidumbre y caos global, te da una idea de las importancia histórica de este proceso y eso, de entrada marca la diferencia en el rumbo de las candidaturas presidenciales del continente”.

La influencia

Luego de la nominación de Harris, surgieron comentarios en el sentido de que su candidatura podría representar un impulso e influencia para las candidatas de otros países, idea con la que no está muy de acuerdo nuestra entrevistada.

“Lo que están mostrando los liderazgos femeninos es que no son replicas o se arman con arquetipos, no tienen que cuadrarse a reglas preestablecidas por otra figura, sino que en la individualidad es en donde crece el liderazgo femenino, esa es la importancia de lo que estemos viendo y no sólo con Kamala Harris, lo estamos viendo con la presidenta de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, con la ruptura de arquetipos sostenidos por imagen y mucho más en aquellos sostenidos en el carácter y las toma de decisiones, como es el caso de Angela Merkel, lo vemos en figuras que no necesariamente son de elección popular, pero han tenido acceso al poder, profundamente significativas a nivel mundial, como Cristine Lagarde, entonces, equiparar o tratar de usar una fórmula para condicionar la construcción de las candidaturas y los liderazgos políticos de las mujeres sería caer en un profundo error pues es precisamente las mujeres que rompen los arquetipos, que rompen el sistema y que tienen características que, incluso, son las que utilizan para ganar son precisamente quienes abren camino, pero no como patrones que los equiparen, porque su contexto es completamente distinto”.

Otros dos aspectos que mencionó Giselle Perezblas respecto a la candidata Demócrata, es la posibilidad de que pueda influir en otras abanderadas y la manera en que será enfrentada por parte de Trump.

“Lo interesante es como una figura puede influir en su contexto, eso sería la pregunta real, cual es el impacto que tienen este tipo de figuras que, además, rompen esquemas y que van a ser profundamente combativas, en una de las elecciones más agresivas en la historia de Estados Unidos por las características del oponente, quien además ha recurrido sistemáticamente a la misoginia para atacar contendientes.

“Atacar a la primera mujer negra en una lista presidencial va a ser una estrategia profundamente riesgosa, el sexismo que es inherente en Donald Trump, en medio del #MeToo, de movimientos feministas, de la cohesión de movimientos progenéro a nivel mundial y de los ataques que volvieron a sacar el tema de violencia policial y racismo en Estados Unidos, haría que fuera una estrategia sin margen de error y sin un ataque misógino, si él lo intenta y eso le cuesta la presidencia, los demás en el sistema político van a tener que pensar dos veces en utilizar la misoginia como un elemento de ataque o descalificación a sus opositoras mujeres”.

Giselle Perezblas.

Para nuestras candidatas

Con un proceso electoral tan competido como se prevé el de 2021, Giselle PerezBlas comentó cual es el panorama que espera a las candidatas que participen en los comicios del año entrante.

“Las mujeres van a ser, y siempre han sido, determinantes en los procesos electorales. Lo que sucede es que en la división está la fuerza de aquellos que no las han querido, la división de los sectores y de los puntos de vista de las mujeres ha sido la fortaleza de aquellos que han querido marginarlas. Este país se ha construido la estructura política y de liderazgo de gestión por mujeres, pero que al final trabajan en las campañas, construyen el triunfo para otros y que no son tomadas en cuenta después, ni para lograr posiciones de responsabilidad ni para ser funcionarias o encabezar instituciones, es decir, nuestro sistema político está hecho por las mujeres construyendo triunfo para los hombres y eso va a cambiar porque, insisto, el gran problema de un sistema empoderado es cuando los grupos que has vulnerado se cohesionan y en este momento, por términos de género, por la violencia generalizada, se han roto barreras de clase social, de regiones, de países, tenemos movimiento internacionales que hacen eco, que se replican; en ese sentido, las mujeres son un segmento que va a determinar la política y el cambio en ésta en la región, no sólo en México.

“Han sido una debilidad del gobierno de la 4T, pero no solamente de los gobiernos estatales y también del sistema político de los partidos mexicanos, en algo que puede ser el sustento de nuevos liderazgos en 2021, aunque no han sido eficientes para tocar los temas de género porque han sido construidos desde el prejuicio y mientras sigan haciéndolo no van a conquistar esas audiencias que no necesariamente van a votar por una mujer, sino por aquellas que las representan y cuyos actos hablen de congruencia con sus dichos”.

Y en el terreno de la estrategia electoral, comentó que será difícil encontrar los espacios para ganar.

“Cualquier mujer que compita en un sistema latinoamericano, y particularmente en el mexicano, enfrenta enemigos dentro y fuera, su oposición empieza desde su propio partido. Va contra un sistema que necesites que no se empodere para que siga siendo el liderazgo femenino codependiente del masculino. Desde la formación de cuadros políticos en las marcas políticas queda claro. Tiene que ver con la cohesión y con los temas. La rebeldía va a ser fundamental para la conformación de candidaturas y de liderazgos políticos sólidos, que además se reproduzcan en triunfos electorales. Y la estrategia, partiendo de que de ninguna manera se van a obtener más posiciones, ni mayores espacios, en un sistema que no quiere darlos porque no quiere perder el poder, por lo tanto, requieres una estrategia para conquistar esos espacios a pesar del sistema político electoral, tocar temas que no necesariamente son una zona de confort en materia de discurso político, se requieren técnicas y tácticas comunicacionales disruptivas, porque al final sí estamos hablando de que en materia de género tenemos desventajas sociales, es mucho más duro el juicio que se le hace a una candidata que a un candidato, a este último se le juzga por sus acciones y a la candidata incluso por sus pensamientos, por su imagen, su vida privada, se pone en tela de juicio prácticamente todos los ámbitos y papeles, el personal, el familiar, el institucional, el privado.

“Es importante asumir que no se puede hacer una estrategia de empoderamiento político para mujeres, construida desde el prejuicio. Asesores o estrategas de comunicación que hacen campaña para mujeres con premisas profundamente misóginas, cómo construyes un liderazgo femenino precisamente restándole sus atributos intrínsecos o abordan los temas con soluciones que son poco congruentes con un tema de género o que privilegian la venta de una imagen física o mercadológica a la construcción de un liderazgo femenino.

“Uno de los grandes elementos es la estrategia en el entendido de que estás enfrentando no solamente a un contendiente, o a un opositor, sino a todo un sistema que va en contra de ese empoderamiento.

“Buscar esos espacios de oportunidad que te da no sólo la coyuntura, sino los contextos históricos, que es importante, y aprender de la experiencia de estos liderazgos internacionales. La narrativa de estos liderazgos se trabaja mucho mejor de lo que hemos trabajado en América Latina, por ejemplo; regresando a Kamala, es las primera mujer negra que busca la vicepresidencia en Estados Unidos, la primera persona nacida en California, su historia de vida, eso es lo que va trascender a la hora de construir su imagen y las candidatas tienen que enfrentarse a las mezquindad de la política que es sumamente patriarcal y con muchos dejos de misoginia, esa será una gran lección de la elección estadounidense”.

@AReyesVigueras