De los negocios públicos hay algunas cosas que no entiendo. Estoy igual que el 95 por ciento de los mexicanos. Por lo mismo no importa. Mis dudas están referidas, entre otras, a las siguientes materias:
La prensa y, en general los medios de comunicación, nos informan que hay un repudio generalizado al actual presidente de la República, pero resulta que, según una encuesta realizada por un diario muy acreditado, publicada el lunes 3 de agosto, en el mes de julio subió un dos por ciento el índice de aceptación de su persona y de aprobación de su actuación.
La gente bien y algunos intelectuales no lo pueden creer. Tanto esfuerzo y dinero que le han invertido para desprestigiarlo y, en lugar de bajar, sube.
Al parecer los adversarios del presidente han tomado como reales sus fantasías, creído sus propias mentiras o exagerado los errores de la actual administración. Me sospecho que unos y otros se aceleran dentro de un círculo endogámico y terminan creyendo en algo que es irreal. Ahí están los resultados.
AMLO tiene mucha suerte. Lo dijo claramente: “la epidemia nos cayó como anillo al dedo”; nadie le creyó. Si se toma en consideración el número de habitantes, lo extenso del territorio y las carencias sanitarias, la epidemia es algo marginal. Más mueren por la acción de la delincuencia y por la apatía de la policía.
Las autoridades, entre ellas la sanitaria, todos los días dan la cara. Para algunos lo hace con mentiras. Las autoridades sanitarias internacionales no descalifican su actuación y, si alguna lo hace, no es en un grado alarmante.
La economía anda mal. Muchos negocios han quebrado y otros, cerrado. Los niveles de desempleo rebasaron cualquier previsión. No es algo inusitado; lo mismo pasa a todos los países del mundo, incluyendo a los más ricos.
Muchos se opusieron a que AMLO fuera a Washington a entrevistarse con el presidente Trump; supusieron que, por no hablar inglés, haría el ridículo; no le fue mal. Le regalaron un bat y, de pilón, un ex gobernador priista. Aquél, para que lo agregue a su colección, éste como carta para negociar con los priistas y obtener sus votos en los casos en que sea necesario.
No usa cubre bocas y hasta ahora se ha salvado del Covid-19 al que todos tememos. Otros, con más precauciones cayeron. Él no.
Un delincuente que dañó a la sociedad y que se creía a salvo de la acción de la justicia, finalmente fue aprehendido. Está en la cárcel del Altiplano rindiendo su declaración.
Con relación a las funciones de investigar los delitos y de persecución sus autores, hay algunas cosas que tampoco entiendo. Lo que sucedió este fin de semana que pasó: el “Marro” y algunos de sus compinches fueron detenidos; los aprehendieron miembros del ejército y de la marina.
¿Por qué las autoridades federales dejaron que el gobernador de Guanajuato –que ha brillado por su ausencia en lo relativo a dar seguridad a los habitantes de su estado, que no hizo nada para lograr la detención del “Marro” y sus cómplices– les ganara la nota? El haberse pasado de listo debería tener algunas consecuencias, aunque sean políticas; sobre todo si se toma en cuenta que los delitos por los que fueron aprehendidos son de naturaleza federal.
En las fotografías en las que aparece el “Marro” detenido, no hay ningún ningún elemento civil que denote la presencia de la policía ministerial, tanto federal como local, en el arresto. ¿Ya se derogaron los artículos 21 y 129 de la Constitución Política?
De la información que se dio, no aparece registrada la intervención que tuvo la Fiscalía General de la República y sus agentes. Se entiende que ellos son los responsables directos de cumplir con las órdenes que dictan los jueces. No alcanzo a ver cómo están dando cumplimiento a su responsabilidad de investigar delitos y de perseguir a sus autores que deriva de manera expresa de los artículos 21 y 102 constitucionales.
Con relación a la misma Fiscalía General de la República ¿goza o no de autonomía? El artículo 102 constitucional dispone que sí: “El Ministerio Público de la Federación se organiza en una Fiscalía General de la República como órgano público autónomo, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio.” Los hechos dicen que no.
Fue el presidente de la República, no el Fiscal General, quien nos hizo saber que de la información proporcionada por Emilio Lozoya, se desprende el involucramiento de algunos diputados y senadores en el delito de cohecho. Al parecer recibieron dinero público o de procedencia ilícita, para dar su voto aprobatorio a la llamada reforma energética. Se entiende que en la etapa en que se encuentra la averiguación que se sigue al ex director de Pemex, la información es confidencial.
Insisto, fue el presidente quien hizo saber que algunos servidores públicos federales incurrieron en ese feo delito. Se ha dicho que entre los involucrados hay miembros de los Partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional.
Ojalá no sea cierto. Sin existir esa sospecha esos partidos ya andaban de capa caída, no me imagino cómo andarán el año que entra. ¿Que sucedería si poco antes de las elecciones salen a la luz pública los nombres y los pruebas de los involucrados? Y lo hacen con vista a solicitar sendas declaraciones de procedencia para juzgarlos.
¿Qué pasaría si al impoluto Ricardo Anaya lo mostraran recibiendo dinero por dar su voto a favor de la reforma energética? ¿Acción Nacional está en posibilidad de soportar un desprestigio de esta naturaleza de parte de quien fue su líder y a quien nos presentó como su mejor hombre para aspirar a la presidencia de la república? No digo que recibió dinero. Cuido lo que escribo. Estoy hablando hipotéticamente,
Si en determinado momento las encuestas son desfavorables a Morena el año que entra, es de esperarse que en los meses de mayo y junio próximo se aprehenda y entre a la cárcel un ex secretario; y, si los que denigran al actual presidente de la República, lograran un avance, perderían todo lo ganado con el simple hecho de que se libre una orden de aprehensión a Enrique Peña Nieto.
Los líderes del Partido Acción Nacional ¿no se han dado cuenta de que el actual gobernador de Guanajuato va a entregar a Morena tanto los diputados federales que corresponden a la entidad, como los poderes legislativo y ejecutivo en las próximas elecciones? Todo indica que el partido azul y blanco va a perder ese bastión, cristero, si se quiere, y lo entregará a sus adversarios políticos. Si ese es su propósito, van por buen camino.
AMLO y Morena tienen todo para ganar las próximas elecciones como las venideras. Ellos no inventaron el uso de la justicia con fines políticos. En México, en el siglo XX, lo hicieron primero, y por mucho tiempo, los priistas. Los panistas, como buenos alumnos y cómplices de los priistas, también lo hicieron; Vicente Fox, para acabar con AMLO, forzó la ley y ensució a los jueces. Priistas y panistas no tienen autoridad para darnos clase de moral. Fox hace bien en dedicarse a cantar las “Mañanitas”; debió haberlo hecho siempre. “Qué gran artista pierde el mundo”.
Es peligroso meterse con alguien, como AMLO, a quien la fortuna favorece y, mucho menos, que no tiene una mano sobre la otra, sino que se la pasa en campaña todos los días.