Es curioso como los hombres muchas veces sólo ven lo que han decidido
ver
y no lo que hay realmente ante ellos

Santiago Posteguillo.

 

2020, será un año muy difícil de olvidar. La pandemia de coronavirus está dejando una huella muy profunda en la vida de las personas alrededor de todo el mundo. Pienso que no hay nadie que escape de dicha afectación o daño, a pesar de que muchos podrán solventar, resistir, salir adelante o ser resilientes, lo cierto es que algunas experiencias serán imborrables para bien y para mal.

Sin embargo, el escenario en este segundo semestre del año no es nada alentador, no estoy siendo pesimista ni catastrofista al escribir sobre las crisis y los problemas tan graves que ya vivimos y muchos otros que vienen en camino.

Simplemente hago un análisis de la realidad, la cruda, descarnada, compleja, pero autentica realidad. Ello puede generar reacciones diversas: desde las que se evaden de ella, hasta los que la toman como base para sus decisiones.

Así que, sin aun resolver todos los problemas generados por la pandemia de Covid-19, el regreso a la normalidad cada vez se vuelve más anormal. Filas enormes de abogados esperando turno para ingresar a las instalaciones de tribunales locales y federales. Los sistemas digitales implementados han sido rebasados, ahora con el regreso a las labores, también el personal lo ha sido, no se dan abasto para atender la alta demanda de servicios.

La gente que usa el transporte público se ha visto en verdaderos problemas, pues el sistema también se encuentra superado, miles y miles de usuarios saturan los transportes. Así será muy difícil que los contagios se detengan, aunque las autoridades evadiendo la realidad digan que la pandemia está controlada, esto es totalmente falso.

A todo ello se suma la crisis económica, por todos lados se observa que las familias están sufriendo para el sustento diario, vienen los compromisos para el regreso a clases, muchos no podrán hacerlo, las escuelas están sufriendo por la pérdida de alumnos, pero también sufren con la adaptación de sus profesores y mecanismos de enseñanza, la digitalización educativa no es sencilla.

Pero en casa también sufren los alumnos, no todos tienen acceso a computadoras, tabletas o dispositivos celulares, las familias gastan más con el confinamiento en alimentos, luz y otros insumos.

Los que salen a la calle en búsqueda de dinero se enfrentan a otros que también lo hacen, pero fuera de la ley, robos y asaltos empiezan a crecer, las redes sociales dan muestra de ello. La gente hace justicia por propia mano, estamos entrando a la crisis de inseguridad, seguida de la alimentaria, juntas son un caldo de cultivo para generar una crisis humanitaria que ocasionara graves problemas de inseguridad pública.

Mientras tanto el gobierno, fuera de la realidad, se dedica a negar la situación, a inventar distractores que los exoneren de culpas por el mal manejo del país, de la pandemia, de la economía, de la seguridad pública, así como vamos nos están llevando por el peor camino, las consecuencias serán graves para todos.

 

@perezcuevasmx

perezcuevasmx@gmail.com