Este lunes 17 de agosto arranca la Convención Nacional Demócrata en la que rendirán protesta, Joe Biden y Kamala Harris, como la pareja política que busca sacar a los republicanos, Donald Trump y Mike Pence, de la Casa Blanca y gobernar los Estados Unidos por los próximos 4 años.

Los demócratas se reunirán durante 4 días en Milwaukee, ahí hablarán de todo lo malo de la actual administración, de los faltantes, de las promesas incumplidas y hasta de las mentiras que han caracterizado esta administración y claro en contraparte resaltarán primero que nada la necesidad de un cambio político, de los atributos, cualidades y hasta de los sueños de Joe Biden y Kamala Harris para devolver el “orgullo pérdido” a los estadounidenses.

Estarán todas las grandes figuras del partido demócrata, Nancy Pelosi, la poderosa líder camaral, Tom Flores el líder formal, los exaspirantes; Bernie Sander, Elizabeth Warren y Peter Buttigieg entre otros. Todo será de color azul y sólo escucharemos de sus bondades.

Joe Biden y en general los demócratas más influyentes aprendieron de la dolorosa derrota de hace 4 años frente a los republicanos encabezados por Donald Trump y ahora la praxis es la que está imperando. El haber elegido a Kamala como vicepresidente lo demuestra, ante todo se buscan presentar como un partido incluyente en el cual las mujeres aspiran a los más altos puestos del país, además los afroamericanos y los latinos estarán presentes en el nuevo gobierno que buscan encabezar.

La senadora por California de 55 años fue la primer Fiscal General de su Estado, su padre nació en Jamaica y su madre en India, es una inmigrante de primera generación, especialista en la aplicación de la ley y dueña de una fortaleza política y social que bien puede complementarse con quien aspira a ser presidente.

El miércoles pasado aparecieron por primera ocasión juntos, Biden y Harris, en un evento público en Delaware se vieron dispuestos, trataron de ser empáticos y complementarios, pero quedó claro que son 2 figuras políticas diferentes con un objetivo común, se mostraron perceptivos de la difícil situación generada por la pandemia y le dieron la importancia que tanto le regateo Donald Trump desde enero pasado.

Kamala Harris comenzó su intervención con palabras dedicadas a las mujeres que ayudaron a allanar el camino que le permitieron llegar a la candidatura presidencial…” tengo presentes a todas las mujeres heroicas y ambiciosas (que estuvieron) antes de mí, cuyo sacrificio, determinación y resistencia hicieron que mi presencia aquí sea posible hoy”. Y dijo ante un público hilarante estar lista para trabajar, trabajar duro por la recuperación del país.

Mientras Estados Unidos sigue luchando contra la pandemia de coronavirus y supera los 5 millones de casos, Biden aseguró que su gobierno junto a Kamala Harris «tendrá un plan integral para enfrentar el desafío de covid-19 y cambiar el rumbo de esta pandemia». Añadió que la estrategia se centrará en las mascarillas, pautas guiadas por la ciencia, aumento drástico en las pruebas de detección y entrega a los gobiernos estatales y locales los recursos que necesitan.

Antes de abandonar su primer evento público, los candidatos respondieron a la pregunta de si harán campaña juntos y Biden fue tajante…” sí la ciencia lo permite nos verán juntos, juntos haremos campaña”.

En un tuit que anticipó su mensaje durante el evento en Delaware, Biden escribió en la mañana del miércoles que si él y Harris ganan heredarán “múltiples crisis, una nación dividida y un mundo en desorden por ello desde el primer minuto trabajaremos, no hay tiempo que perder y esa es exactamente la razón por la que la elegí está lista para liderar desde el primer día”.

Por su parte, Harris publicó en Twitter este miércoles que comenzó con Biden pidiéndole que se uniera a su fórmula y se hizo eco del mensaje central de Biden…” estamos en una batalla por el alma de esta nación, una batalla que podemos ganar juntos, ustedes y nosotros”.

Joe Biden y Kamala Harris parecen entender y conocer el terrero en el que se mueven, el de la búsqueda de un voto, de la simpatía del elector, habrá que esperar, no mucho por cierto para saber si logran conectar con los votantes o por lo menos no perder la ventaja ganada con la invisibilidad.

La selección de Joe Biden, de la senadora demócrata Kamala D. Harris como su candidata a la vicepresidencia fue tanto histórica como convencional. Fue histórica porque Harris es la primera mujer negra y también asiática-estadounidense en formar parte de la fórmula presidencial de un partido importante; pero fue convencional porque, al final, pareció ser la opción más segura de la lista final de posibles candidatos.

La política y la historia conspiraron para que Biden eligiera a Harris. Ya en la primavera se había comprometido a elegir una mujer como candidata a la vicepresidencia. Esto fue un reconocimiento de la creciente importancia de las votantes femeninas en el éxito de los demócratas en 2018 y sus esperanzas en 2020. Pero tras un verano de ajustes de cuentas raciales motivados por el asesinato de George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis, Biden comenzó a tener cada vez mayor presión en elegir no sólo a una mujer sino a una mujer afro-estadounidense.

Esta semana que inicia veremos un mundo político pintado de azul y a partir del próximo lunes todo será de color rojo ya que, los republicanos vivirán durante 4 días su convención, la gran discusión es dónde, desde el equipo de campaña del candidato-presidente Donald Trump, dejó correr la versión de que todos los eventos serán en Washington. El presidente y su vicepresidente protestarán como candidatos para un segundo periodo desde la misma Casa Blanca, algo totalmente ilegal, fuera de toda proporción y aprovechando las facilidades que les otorgan su actual posición como las máximas figuras políticas que dirigen el destino de esa nación.