Después de 14 años en campaña, Andrés se niega asumir las responsabilidades de un presidente electo y prefiere continuar haciendo lo que mejor sabe: ser candidato.
Durante estos años estudiando a la población; aprendió cuál es su comportamiento, como controlarla, cuando y porque es mansa o agresiva, lo que significa cada reclamo y el tono de voz adecuado para calmarla y enfadarla.
Básicamente que todo se traduzca a: ¡APLAUSOS! o ¡ABUCHEOS! Según le convenga.
De esta forma “domó y sigue domando al tigre” ya que las elecciones del año 2021 se acercan y de ninguna manera permitirá que la realidad que se vive, sea un obstáculo en su mal llamada “Esperanza de México”. Así que no nos debe sorprender que nos siga mintiendo y engañando con ataques a periódicos o periodistas, una mañanera deliberada para influir en el pensar de la sociedad, la rifa del no avión, ceremonias innecesarias, programas socialesclientelares, supuestas detenciones de ex servidores públicos o delincuentes para ocultar los actos de corrupción del actual gobierno. Esto contribuye a la confusión e impide progresar en los problemas importantes y complejos que exigen de forma urgente acciones eficaces.
Vivimos en una época en la que, por paradójico que parezca, conocemos y comprendemos los problemas existentes mejor que nunca, pero parecemos incapaces de exigirles a nuestros gobernantes afrontarlos de manera decisiva y eficaz.
No permitamos como sociedad que en pleno año 2020, se emprenda la creación de un tren impulsado por diésel, el uso del carbón como generación eléctrica, un sistema educativo por radio y televisión sin innovación alguna, que la justicia sea selectiva, que los actos de corrupción queden impunes y que la negligencia de servidores públicos dañe la salud y economía. No permitamos un retroceso.
“Cuando un niño pregunta por qué el mundo flota y no se cae, se le puede contestar que un gigante lo sostiene. Es una explicación adecuada a su entendimiento. Pero este, cuando tenga mayor conocimiento, entenderá las circunstancias”.

