¡Qué interesante Segundo Informe de Gobierno del presidente López Obrador, ante el Congreso y el Pueblo de México!

Sin nada qué decir ni qué presumir.

Una filigrana de justificaciones y promesas que tuvieron la gracia de durar algo así como 45 minutos. Vacío el informe, pero breve. “Mexicanos ¿al grito de qué?” Porque ni la voz del mesías ni sus micrófonos callaron los gritos y mentadas que entraban a Palacio desde la calle”.

Tal vez lo que más destacó de este Informe fue la ausencia del presidente de la Suprema Corte de Justicia y la del Fiscal General de la Nación. Menudo mensaje más que directo al líder supremo: te recordamos que somos un poder más de la Unión tan importante como el ejecutivo, -—como es el caso del ministro Zaldívar y lo que él representa—, y la autonomía que aboga por las demás autonomías en la no presencia de Gertz Manero.

 

Fuera de eso no hay mucho más que comentar de este gris y aburrido informe.

Un presidente de rostro desmarcado, demacrado, tal vez harto de estar harto. Es que su proyecto de reconstrucción de Nación, ese que lo llevó a la Presidencia en el 2018, su deseo obstinado por provocar un cambio total de régimen hasta el grado de impulsar, de ser necesario, una Revolución pacífica, nada más no le sale.

El país que le entregaron confiados a López sus seguidores en 2018, hoy es un verdadero desastre.

Aún, así ese pueblo trata de justificar al elegido: Le fallaron sus diputados y senadores, todos igual de malos y corruptos. ¿Corruptos en Morena? ¿En el PT? ¿En el Verde o en el MES? Parece que el pueblo así lo piensa. Y en esas salidas explicables emocionales, ese pueblo le ofrece su creer incondicional a esa gran promesa, Andrés Manuel, aunque todos estén hoy peor que con los gobiernos corruptos del antaño, aquel pasado tan distante de nosotros, gracias a don AMLO.

Nadie repara en las promesas incumplidas. Él dice en su Segundo Informe que ya casi cumplió las 100 promesas a las que se comprometió justo al ser izado con todo y el tricolor a la posteridad.

Los mexicanos, ese pueblo inexplicable aún en América Latina, le cree al discurso de Andrés Manuel. No a lo que transparenta la realidad:

  • Caos sanitario por pandemia, sí, pero que comenzó con la destrucción del sistema de salud, corrupto, viejo, para ser sustituido por el nuevo sistema de Bienestar para todos los mexicanos, un monstruito que ni cuaja ni permitió estar preparados ante una de estas ligeras emergencias sanitarias cómo la del Covid-19.
  • Crisis económica que arrastramos desde el 2019, y que dadas las decisiones del nuevo economista mexicano López Obrador, hoy por hoy nos lleva a ubicarnos en situación de desastre, con no mejores posibilidades para el 2021.
  • Enrarecimiento social que, ese sí lo desconocíamos desde la Revolución de 1910, tal vez desde el movimiento cristero.
  • Caos en materia de seguridad, donde conquista espacios el crimen organizado, avanza la militarización del país por este hecho, pero también por un racimo de actividades que les ha endosado el mandatario nacional, y que en estricto derecho, son actividades que no le corresponden a las Fuerzas Armadas Nacionales.
  • Cerca de 25 millones de hermanos en la calle, en la miseria, en la pobreza, en la desesperación, por decisiones que nadie en su sano juicio entiende.

Pero ese gran tribuno al que queremos creerle nos explica que así es el cambio. No importan los muertos de infarto, los abandonados con cáncer, ni los muertos por Covid-19. Tampoco los números olímpicos de asesinados y víctimas de la violencia y los feminicidios, que esos se cuecen aparte. En la realidad alterna de nuestro adorado líder vamos muy bien. Ya casi salimos de las crisis económica y sanitaria.

 

Ahí viene la “V”

¡Hasta Adam Smith salió a relucir en este Informe! Milton Friedman, Roosevelt (igualito a Friedman seguro), trataron de explicar, aunque no lo lograron el New Deal chichimeca.

¡Ahhh, claro! Estamos a punto de darle la vuelta a la V económica y de súbito todo volverá a la normalidad. Cuestión de aguantar un par de meses, nada más. Por más que le explicó el secretario de Hacienda la semana pasada, nada más, no.

¡Oh gloriosa distopía gloriosa del imperio democrático del gran López Obrador!

¿Y los que vivimos en esta realidad? ¿Que no tocamos los confines de la realidad alterna lopizta?

Para todos nosotros, nada más 100 millones de mexicanos por lo menos, este año tendremos un crecimiento del PIB de cerca del -12.5% anual. Una cifra no conocida en los anales de la historia económica y social del país. El daño fue provocado en una tercera parte debido al Coronavirus; en dos terceras partes por la miopía mezclada con terquedad de un presidente irresponsable, que ha tratado a la Nación para sus objetivos personales, familiares, partidistas. Nada más.

El peor de los daños no está ni siquiera en la pandemia, ni en la economía. Yace en la pérdida grave del Estado de Derecho, de la rendición de cuentas del propio gobierno. Eso no enferma a la inversión. La mata, la desincentiva. Punto y aparte. Esa peste me temo que no se irá sino hasta el término de este lustro.

El presidente refiere en su Informe un ahorro de más de 560 mil millones de pesos “gracias al combate a la corrupción”, purificación nacional, pamplinas. Es dinero desaparecido que sabemos que lo tiene en la cartera el señor Ejecutivo para sus propósitos electoreros. Son nuestras aportaciones forzadas a su causa. Por favor estimado único lector. No peque usted de ingenuo al creer que esa cifra salió del combate a la corrupción. Es dinero retirado de la economía y desviado a solo él, al López Obrador dueño total del Ejecutivo, y sabe a qué diantres de destinos.

¿Y el buen y sabio pueblo mexicano? ¡Que se joda! Que se fastidie para que este grupo autárquico consolide sus sueños de mantenerse el resto del siglo en el poder como único poder, como la única verdad sobre territorio nacional. A matar la democracia, para controlar al cuatro patero, cuatro patético pueblo que sigue a AMLO con ojos desorbitados. Como esos ojos que le dejaba doña Eufrosina a Memín Pingüín con cada tablazo que le propinaba al hijo.

Por eso los recortes presupuestales, para ellos, sus empleados, para sus campañas, para sus compras de votos. Es de mínima trascendencia el daño provocado a los empleados de gobierno, a los Godínez. Lo importante es llegar. Alcanzar la soñada distopía, ofrecida al pueblo desenfocado que le sigue.

Y vociferó en su informe: Nada de apoyos para los ricos. Solo para los de abajo. ¡No Andrés Manuel, solo para tu base de electores que tienes calculada! Los demás millones de pobres, al infierno y a la muerte para que ya no sufran en este mundo.

Millones de desempleados que nunca hubiéramos imaginado ser en nuestro país. Negocios cerrados, si no es que acabados, quebrados, empleados sin trabajo. Trabajadores del gobierno con sueldos más que raquíticos. Capital humano tirado a la basura.

Cientos de miles de mexicanos infectados con Coronavirus y decenas de miles de muertos por esta misma peste, a decir de los datos oficiales. El mundo observa atónito el actuar indiferente de México ante la pandemia. Nos advierten que de aquí en adelante las cifras podrán ser exponenciales. Nadie escucha. ¡Ya vamos venciendo el Covid-19 nos dice el letrado presidente!

La violencia va en reversa y la sociedad mexicana ya se siente más segura gracias a sus medidas teo-políticas que nunca militares.

 

El Desgaste del Sistema

Ese desgaste no existe. Su hermanito Pío, los 15 videos o más que del angelito existen y vaya a saber usted de quienes más 4 Teteros, el combate a la corrupción en su gobierno, ¿para qué? Eso no existe. La corrupción en su vigilancia es invento de los conservadores para desprestigiarlo. Ellos, los de López, son puros. Todo tiene una explicación racionalizada que se la creerán sus seguidores idiotizados, y los aplaudidores trasnochados, que reciben dos o tres apoyitos del líder supremo.

“La verdad os hará libres”, y esa verdad nos la explicará el compañero Lozoya quien es un gran mexicano que por voluntad propia decidió soltar de su ronco pecho.

 

Lo demás es… lo de menos

¡Ahhh claro! El minutote de silencio por los muertos Covid-19. Buena toma para las cámaras del Cepropie.

Así de confuso fue este informe. Describió con cínica simpleza la trágica y vergonzosa situación de un país enfermo de pandemia, de hambre, de desempleo. Pero sobre todo enfermo de desconfianza a un grupillo.

Ahí va Carlos Salazar con todo el CCE a proponerle al Presidente esta última llamada: Inversiones importantes en el sector energético y en infraestructura por todo el país. Claro, con ciertas condiciones.

La última palabra la tendrá ahora este obcecado, que tendrá que decidir si permitir la inversión del sector privado ahí donde más le duele a él, pero sin que haya salida factible que además impida más sangrado para millones de mexicanos. Energías e Infraestructura. Así de claro será el Plan de Reactivación Nacional que le presentará la IP al presidente, en voz y cara de su principal representante, Carlos Salazar del CCE, quien seguro estará acompañado por los titulares del CMN y de la ABM.

Dado que ya el secretario de Hacienda le dirigió la frase contundente a su bien amado líder, “ya no hay guardaditos por ningún lado, ya no hay de dónde exprimir”, y que desde las semana pasada le hizo ver que no hay V que valga, el de Palacio tendrá que decidir: O acepta revisar acaso el paquete de rescate que le ofrece la IP, o sumirá al país en el 2021 en un vacío sumamente grave, con horizontes tristes para el resto del sexenio. No habrá T-MEC, ni impuestos adicionales, ni producción petrolera mágica que resuelva los problemas del país.

 

O sea …

O sea que este pasado 1 de septiembre imprimió el carácter de lo que será, — desde la realidad no alterna—, el resto de este gobierno: Un López Obrador que hasta su AMLO convierte en marca registrada, o un presidente que se ponga a gobernar y a acordar con todos los poderes fácticos del país. Es posible que su sueño guajiro de crear poder unipersonal para él y los suyos de aquí al 2100 sea un imposible.

Pero si se sienta a gobernar como Estadista, tal vez, solo tal vez, concluirá su mandato de forma digna para él, y habiendo beneficiado a toda una nación urgida de futuro y destino para este siglo XXI, abierto a tantas posibilidades, pero también a fuertes retos nacionales, regionales y globales.

Tal vez …

Nota: Aplico el M.R. de Marca Registrada al acrónimo “AMLO”, dado que él —AMLO —, ya lo registró ante Derechos de Autor. Explica que a ver qué hacen ahora sus enemigos conservadores. Más bien pienso que hay que estar pendientes. Tal vez sacará su tienda AMLO de moda, ropa, joyería y utensilios para el hogar con diseños autóctonos mexicanos, y destinará los recursos al apoyo de comunidades desprotegidas. Desde sus hijitos, hasta los pueblos originarios de diferentes partes de nuestro país. Al tiempo…

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos e impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno.