Dado el contexto actual que vivimos, con una crisis económica ocasionada por la llegada de una pandemia por un virus que no tiene cura –por el momento–, el interés por los distintos desarrollos para tener una vacuna se ha mantenido por todo lo alto.

Sin duda, la anunciada por el gobierno ruso es la que más comentarios ha generado, tanto por la velocidad a la que se está desarrollando como por la posibilidad de que este año pueda aplicarse en varios países del mundo.

La que llevan en paralelo Astra-Zeneca y la Universidad de Oxford ha tenido contratiempos por un efecto adverso a uno de los voluntarios para probarla, aunque lucía como la que podría ser la primera en aplicarse a la población.

Varias naciones están negociando la compra de millones de dosis de las vacunas y México no podía ser la excepción, lo cual se refleja en el anuncio de que la Fundación Slim podría estar produciendo la vacuna de Astra-Zaneca, además de que la Sputnik V también podría estar disponible en nuestro país a través de la farmacéutica Lansteiner Scientific, la cual –curiosamente– tiene como socio estratégico a Grupo Carso, de acuerdo al portal de dicha empresa.

Pero el lado negativo de este tema es la presión que varios actores políticos están poniendo en el desarrollo de las posibles vacunas, pues varios que también están peleando por permanecer en el puesto, están poniendo todas sus esperanzas en tener la vacuna, gratuitamente, por cierto, para beneficiar a sus gobernados, pero esta prisa puede afectar alguna de las fases para contar con una vacuna cien por ciento segura y efectiva.

El tiempo nos dará el final a esta historia.