Entrevista con Nicolás Loza, investigador de Flacso
Este 7 de septiembre arrancó el proceso electoral 2021, considerado el proceso de renovación más grande y complejo en la historia de México —21 mil cargos públicos—, en donde se espera la participación de 95 millones de mexicanos —como señaló el titular del INE, Lorenzo Córdova— en medio de circunstancias especiales, como es una pandemia —que según cifras oficiales lleva hasta el cierre de edición, más de 69 mil muertes — y una grave crisis económica y social.
Un proceso electoral que dio inicio con el árbitro electoral INE en medio del escándalo, como señala a Siempre, el politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Flacso, Nicolás Loza Otero, no tanto por la decisión de negarle el registro al partido México Libre encabezado por Margarita Zavala, sino por las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador .
“No es un buen augurio este arranque y cuando digo en medio del escándalo me refiero no tanto a la decisión controversial del INE de negar el registro a México Libre y al resto de las organizaciones, con excepción del PES, sino al protagonismo inaudito, en los últimos 25 años, del presidente López Obrador para calificar una decisión de árbitro, utilizando el poder y recursos de la presidencia.
“De manera paradójica, celebrarla, no tanto porque se haya apegado o no a la normativa, o si fue juiciosa o no, sino atribuyéndole una suerte de deseo. Esa frase de que si se hubiera aceptado el registro, ‘hubiera sido la sentencia de muerte para el INE’, resulta una expresión muy grave, dado el protagonismo y la rijosidad del presidente”, resaltó.
El doctor en ciencias sociales por el Colegio de México también se refirió a la decisión del Tribunal Electoral de encargarse de la renovación de la dirigencia Morena, a la que se registraron 105 aspirantes, 51 a la presidencia y 54 a la secretaría general, “se trata del partido mayoritario, el del presidente, un partido que tiene una relación difícil con el INE, y al que le trasladan esa responsabilidad, cuando en Morena hay una postura crítica o contraria al árbitro y lo que estás preparando es un coctel que va a terminar de una manera dificil de predecir ahora”.
Puntualizó que este proceso empieza con el árbitro en el ojo del huracán, no por la crítica de algunos segmentos de la población o de las partes involucradas con la controversia, sino por la animadversión, por un lado, de Morena y, por el otro, por la rijosidad irresponsable del presidente.
Crisis favorece a AMLO
Al entrar en materia, Loza Otero reconoce que pese al ambiente de polarización que permea en la discusión pública, el partido en el gobierno tendrá un arranque de principio muy cómodo, que no habían tenido los partidos en el gobierno en los procesos electorales intermedios de sexenios anteriores.
“Resulta extraño, porque a este presidente le ha tocado lidiar con una pandemia terrible, con una crisis económica muy difícil, pero parte de lo paradójico es que quizá para sus propios intereses, esta crisis sanitaria y las consecuencias sobre la economía puedan favorecerle. Tengo la impresión de que López Obrador ha logrado que la gente atribuya que todas las dificultades de la economía se deben a la pandemia, aunque hay mucho de verdad. Cosa de recordar que en el primer año de gobierno presidencial sin pandemia, terminó con estancamiento y con un pequeño decrecimiento y muchas cifras negativas que la pandemia solo acentuó pero que no produjo exclusivamente”.
El especialista en opinión pública y comportamiento electoral asevera que esta crisis le da al presidente la oportunidad de achacar todos los problemas a la pandemia y al otro gran responsable: los gobiernos neoliberales, el PRIAN. Y en medio de la crisis, “se da el lujo de hacer la rifa del avión, de no atender los señalamientos respecto a la violencia contra las mujeres, las descalificaciones a los medios de prensa, a individuos, sin costos sobre su popularidad que está muy alta y que se expresa en las elecciones intermedias, que es un referéndum acerca de la gestión presidencial y del partido en la presidencia”.
Explica que la alta popularidad presidencial se expresa en intenciones de voto muy altas. “Todas las mediciones que tenemos al arranque de la elección indican que si los comicios fueran ahora mismo, Morena estaría ganando entre 14, 13, 12 gubernaturas y en el peor de los casos en 10, de las 15 en juego.
“Actualmente, esas gubernaturas son controladas por partidos distintos a Morena, excepto Baja California, es decir, vamos a ver un fenómeno masivo de alternancia y aunque no ganara en las 14, 13 gubernaturas, y solo ganara en 8, 7, sería una victoria sin precedentes, como lo es también una elección concurrente en 15 estados”.
Se refirió a las mediciones para integrar a la cámara de diputados, donde apuntó muy probablemente se repitan los resultados de 2018. “Falta mucho, pueden pasar muchas cosas, pero para que fuera radicalmente distinto, tendría que pasar algo excepcional y ya pasó, como lo ha sido la pandemia y no debilitó al presidente.
“Es obvio que los partidos de oposición van hacer campañas para tratar de modificar esta realidad y a su vez Morena va hacer una campaña para evitarlo”.
Manifestó que junto a Morena estarán sus aliados —PES, PT— y los políticos que ya hacen sus mediciones sobre sus vínculos con López Obrador si es que quieren tener futuro político, una costumbre muy priista y un tema de partido dominante “Estamos ante un fenómeno muy especial de una figura presidencial muy fuerte que contra todo lo que uno pudiera creer a partir de la pandemia, se fortaleció todavía más. Y ahí va estar difícil la posición del árbitro, que va estar pitando contra 3, 4, 5 equipos, pero uno de ellos es muy poderoso, tiene el control de muchos de los hilos de la administración pública, de los recursos, de la opinión pública y eso siempre afecta al árbitro más templado..”
El gran tema: la mayoría constitucional de Morena
Cuestionado sobre si continuará el proyecto autoritario de López Obrador, el analista político, licenciado en sociología por la UAM Xochimilco, se resiste a calificarlo de proyecto autoritario y explica por qué.
“Parte del problema con AMLO y que quizá la oposición no está entendiendo, es que el presidente tiene una idea de democracia que no ha sido hija de la democracia liberal. Las democracias liberales son gobierno de mayoría pero también gobierno limitado, en realidad la democracia de López Obrador es gobierno de mayoría. La idea de gobierno limitado no le resulta atractiva, no está en esa tradición. Sin embargo, las democracias asambleísticas, por aclamación, en donde siempre se habla en nombre del pueblo, es hacia donde apunta siempre el presidente y ahí va a seguir si obtiene una buena victoria”.
Destaca que el gran tema de la contienda electoral es por parte de Morena, lograr la mayoría constitucional y por parte de la oposición, evitarlo:
“Si la oposición, aunque pierda gubernaturas, aunque no obtenga la mayoría, pero logra obtener más de una tercera parte de las posiciones legislativas, modificaría la situación que tiene Morena, porque ésta a pesar de que haya obtenido el 40 por ciento de los votos, con sus alianzas y el transfuguismo que hubo en el Congreso, tiene una mayoría constitucional en diputados. Si esa mayoría se corta, sería un gran triunfo de la oposición.
“Si los partidos de oposición logran obtener más de una tercera parte de los escaños en diputados y de ahí en adelante, habría mayor ganancia. Si por el contrario, obtienen menos de esa cifra, estaremos en una situación muy parecida a la actual en términos de la composición de las cámaras pero con un presidente que va estar más empoderado todavía y va a manejar sus proyectos de una manera más libre. Quizá muchas medidas que AMLO tiene en mente, prefirió no tomarlas en el primer periodo por miedo a que en la elección intermedia obtuviera un revés fuerte”.
Hace especial énfasis en que si Morena ratifica su triunfo en la cámara de diùtados, entonces sí nuestro país conocerá al verdadero López Obrador.
“Pasada la elección y si obtiene mayoría constitucional, conoceremos al verdadero López Obrador y hasta donde llega su proyecto de organización política. Si su idea de democracia es aceptar coexistir con ciertos límites o si suprimirá todos los límites, en este caso, aceptaría calificar su obra de autoritaria. No digo que no tenga rasgos desde ahora, los tiene claramente pero el principal motor de sus decisiones tienen que ver con su idea de democracia que suprime la idea de límites en la definición misma de democracia.
“La democracia, es el gobierno de las mayorías en la percepción liberal, pero también el gobierno que protege el derecho de las minorías y aquí cada vez que en la coalición de la 4T, por ejemplo se critica la posición de que el PRI presida la mesa directiva de la cámara de diputados o se descalifica por completo cualquier funcionario de administraciones anteriores, lo que está haciendo es una idea de mayoría que suprime a las minorías”, asevera.
Oposición difuminada y débil
Al referirse al estado en que se encuentran en este arranque los partidos opositores a Morena, manifiesta que será cuestión de ver como reacciona el electorado anti lopezobradorista y se refiere a una encuesta de Parametría.
“Lo que encontraron es que en el agregado de aprobación del presidente, la cifra no solo se mantiene sino que ha vuelto a subir. Otro hallazgo es que la composición interna de esta cifra ha cambiado, antes de cada 6 personas que apoyaban a López Obrador, 2 o 3 decían que su apoyo era total y de esas, tenemos 1 o 2, que ratifican su apoyo total, hay un apoyo mayoritario, pero de manera más moderada”.
“Esos son los segmentos que podrían voltear a ver a la oposición, si la crisis económica sigue acentuándose, si llega a sus bolsillos y voltean a ver a la oposición, ahí tendremos muchas interrogantes, de qué van a ver y qué van a decidir”.
Advirtió que si la oposición no convence, “se incrementará el número de abstencionistas y si hay una oposición que les convence, será cuestión de ver cuál es la que lo hace, porque por un lado estará un frente que para la 4T será fácil asociar con el pasado, además de las alianza, PAN-PRD o PAN-PRI, que buscarán ir juntos en elecciones locales o federales o partidos como Movimiento Ciudadano, que ha buscado diferenciarse y ha anunciado que irá solo a los comicios.
“Además falta la resolución del Tribunal en relación a México Libre, y donde no deberíamos dar por hecho que se han quedado sin registro, falta valorar el asunto y esperar la última palabra. No sabemos si el elector va a tener 3 o más opciones para votar en contra de Morena y si con alguna existirá una conexión especial como la que logró hacer ese movimiento con el elector, que ya no quería ya ni al PRI o al PAN y que tampoco estaba eligiendo otras opción, cuyos origenes fueron de oposición como fue el PRD o como MC”.
Loza Otero contestó a la pregunta sobre si habría la posibilidad de que Margarita Zavala y el expresidente Felipe Calderón pudieran regresar al partido Acción Nacional, dijo que es muy pronto para dar respuesta a la incógnita.
“Es pronto para hablar de ello, si sucede, sería una cuestión absolutamente pragmática, depende de si les conceden posiciones, de no atacarse entre ellos. Habrá que esperar a ver qué dice el tribunal y luego conocer el efecto que estas decisiones, la del INE, la controversia pública que se ha hecho al respecto y al cabo de unos días la decisión del tribunal y lo que ocurra en la opinión pública cuando se conozca la esa decisión. Si el Tribunal confirma la decisión del INE, le niega el registro y hay un escándalo de opinión pública, posiblemente la preferencia por México libre creciera, entonces la posicion del PAN va a ser más dócil o de mayor interés, e incluso que algunos dirigentes de México libre podrían aceptar posiciones y negociaciones con el PAN”.
¿A AMLO le preocupa Calderón?
Se refirió a la animadversión de López Obrador hacia Felipe Calderón y mencionó lo contradictorio que resultan las expresiones del tabasqueño sobre Calderón, “que en lugar de perjudicarlo, lo ponen en la mira del público y lo hacen un político vivo, e incluso le pueden hasta favorecer. ¿Porque López Obrador lo hace?, algunos dicen que porque no le preocupa, y no es que sea tan fuerte Calderón. Lo hace porque le domina la ira y una suerte de animadversión que le tiene desde 2006 o antes, que nace de su convicción de que le robaron la elección y de que le quitaron lo que él merecía. Eso le da fuerza a Calderón en el campo de la oposición, lo que también aumenta la animadversión de los seguidores del presidente contra Calderón, pero también un panista estandar pudiera pensar en apoyar mejor a Calderón que al PAN porque le genera más problema a AMLO. Tiene un disparador emocional en contra de Calderón”.
