Entrevista con Jorge Sánchez Tello, director de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).
Una carta enviada por la Barra de Abogados de Estados Unidos volvió a traer el tema de la vigencia del Estado de derecho en nuestro país, pues las expresiones de asombro y molestia se siguen acumulando ante decisiones del gobierno federal –la cancelación del aeropuerto en Texcoco o la planta de Constellation Brand, por ejemplo–, que en nada ayudan a atraer las inversiones necesarias en el actual contexto económico que vive el país.
Para Jorge Sánchez Tello, investigador del Instituto Mexicano de Estudios de Finanzas, se trata de un contexto que apunta hacia una dirección muy preocupante.
“No todo lo del pasado es malo, hay cosas que se tienen que cambiar, pero no por eso se tiene que destruir para tratar de crear algo nuevo que no necesariamente funciona, obviamente todos estos hechos, actitudes, que vienen acompañados por el tema de la carta de los abogados de Estados Unidos, tiene un fondo muy peligroso que me ha llamado la atención, nos están viendo a nivel mundial, no sólo el gobierno de Estados Unidos sino también inversionistas, que en México se está violentando algo fundamental para la economía, para las finanzas públicas e, incluso, para la estabilidad del país que es el Estado de derecho, eso de que frecuentemente se está atacando a empresas, esta presión fiscal también que se les está haciendo, pero porque el gobierno nunca ha dicho nada de un segmento que nunca paga impuestos que es economía informal, entonces este ataque sistemático que se da, esas presiones de más de parte del fisco, lo único que va a tener como resultado en la mayor crisis económica desde 1932, es que tenemos una gran incertidumbre, las inversiones se están frenando, no solamente por el tema de la pandemia, sino por el espanto que hay hacia México porque los inversionistas tienen miedo a estos cambios radicales a las reglas del juego”.

Jorge Sánchez Tello
Finanzas públicas
Otro elemento hacia el que apunta nuestro entrevistado tiene que ver con la necesidad de contar con recursos de parte del gobierno federal, algo que contrasta con la manera en que se ha conducido para obtenerlos.
“Es un tema más complejo, inclusive que el de las finanzas públicas, es evidente que el trabajo de la Secretaría de Hacienda es cobrar impuestos, es su misión, lo han intentado porque México es de los países que menos recauda, pero siempre se les carga la mano a quienes pagamos impuestos, a la economía formal, por ahí el tema de los fideicomisos, que ha generado polémica, es cierto que en muchos había casos de corrupción, pero de plano decir que hay que desaparecer todos es algo que no me gustó, se podría haber compuesto muchas cosas sin necesidad de destruir”.
Esto se complementa con la falta de apoyos que ha habido de parte del gobierno en la actual crisis económica.
“Este gobierno tenía un arma muy poderosa que se les olvido, la política fiscal. SE puede establecer una serie de medidas no para terminar con la crisis, pero sí para suavizarla, ser contracíclica apoyando a la gente que menos tiene y también a las pequeñas y medianas empresas que son las que crean empleos y hoy son las que están teniendo impacto en la economía de manera muy negativa, por la cantidad de cierres que ha habido porque se les negaron apoyos fiscales”.
Adicionalmente, Jorge Sánchez señaló que también el gobierno puede ayudar a paliar la crisis dejando de lado la confrontación que mantiene con sectores como el de empresarios.
“Si bien no hay que endeudar al país de forma irresponsable, con la política fiscal se puede hacer mucho, dar incentivos a las empresas y otra forma en que se pudo ayudar y que no le cuesta en cuestión de dinero al gobierno, es teniendo un lenguaje más amigable, más tolerante hacia a las empresas –muchas de ellas han ayudado con recursos en la pandemia–, para evitar que despidan gente o cierren”.
Estados Unidos, T-MEC y demás
Que varias de las advertencias provengan de Estados Unidos, país con el que se tiene un acuerdo comercial que el actual gobierno federal festejó como un logro, indica a juicio de nuestro entrevistado que no se está viendo las ventajas de la cercanía geográfica y de las obligaciones y derechos que se dan con el tratado de comercio.
“Estos mensajes que está enviando Estados Unidos, un día porque se está violando el tema de energía en el T-MEC, otro día con el tema de los abogados y así nos lo vamos a llevar todo un sexenio, que aparentemente va a ser uno perdido en el terreno económico porque no se dan las señales y los mensajes adecuados para atraer a la inversión. Sería deseable que este gobierno no estuviera atado a los 70, pero si Estados Unidos está peleando con China porque no quiere que las empresas vayan hasta allá, pues México, y si el gobierno tuviera un lenguaje más moderado para la inversión, se pudiera convertir en un centro para atraer todas esas inversiones, pero aquí todos los días la misma narrativa, que si el pasado, que si el neoliberalismo, que si las empresas, cuando que el gobierno debe entender que con una política fiscal responsable las empresas deben sobrevivir porque si no lo hacen ellos también se van a ver afectados, porque como dice el presidente que a él no le paga Iberdrola o Repsol, debe entender que el gobierno se mantiene de los impuestos que le cobran a las personas y a las empresas”.
Asimismo, la falta de apoyo a las empresas demuestra que este gobierno no tiene una idea clara, a pesar de contar con funcionarios que conocen del tema, de como salir de la crisis.
“Está comprobado que los grandes contribuyentes ponen más del 50 por ciento de los recursos que pone el gobierno, entonces desde ese punto de vista debería ser el principal interesado que las pequeñas, medianas y grandes empresas sobrevivan a la mayor crisis desde 1932 y no lo hace, no ha hecho una política fiscal para tratar de ayudar a estas empresas, y con ese lenguaje tan polarizante que tiene todos los días, pues simplemente tenemos como resultado que la inversión está espantada”.
El gobierno necesita dinero
Una cuestión que se ha planteado es la necesidad que el gobierno federal demuestra por recursos económicos, a pesar de que hay pocas obras de infraestructura. No sólo es la presión en contra de los contribuyentes o los impuestos que se han establecido, sino también temas como la extinción de fideicomisos.
Detrás de esto, señala Sánchez Tello, hay un tema que puede complicarse en el corto plazo y afectar aún más a las finanzas públicas.
“El problema que tiene México, entre otros, es Pemex. Ha aumentado con este gobierno, el problema es que desde el punto de vista técnico está en quiebra. Los pasivos son mayores a sus activos y desde ese punto de vista es una empresas que está en quiebra y está absorbiendo muchos recursos, y ese terrorismo fiscal que están implementando lo están utilizando para esa necesidad de meter esos recursos a Pemex y tratar de rescatarla, también la CFE tiene esos problemas y más allá de lo que se debe, lo que hay es una falta de visión administrativa de gobierno de forma congruente: debe decir ‘estoy consciente que hay que acabar con la corrupción, con el tema de los fideicomisos, que hay que ser más trasparente’, pero no lo puedes hacer desde el punto de vista que hay que destruir todo, porque si destruyes una forma de administrar estos recursos y no la sustituyes por algo que además no han sabido comunicar en que lo van a sustituir, pues se genera todo este tipo de confusiones y después de, prácticamente, dos años en que están en el poder tenemos un gobierno que sigue con la inercia y no ha quedado claro cual es su proyecto de nación”.
Es claro, a decir de nuestro entrevistado, que también hace falta un proyecto que busque atraer la inversión.
“Necesitamos mucha inversión pública y privada, pero a la privada la tienen espantada con estos discursos polarizantes, aventándoles el SAT y la inversión pública está en proyectos que no son rentables, se está desperdiciando en Dos Bocas cuando sale más barato comprar una refinería en Texas y vía ducto se transporta lo que se produce ahí, pero no, tienen una visión muy de los 70, muy del Estado, porque ni siquiera es una visión de Estado como la tiene China en donde invierte mucho el gobierno y le da facilidades a la iniciativa privada, aquí lo veo mucho en el pasado”.
Lo pasado
Otro tema que surgió durante la entrevista, es la obsesión por hablar del pasado de parte del presidente, ya sea para justificar sus acciones o la falta de las mismas.
“Ni todo lo del pasado, ni tan bueno, simplemente hay que retomar lo bueno, cambiar lo malo, pero no puedes andar en un gobierno pensando que todo lo del pasado estuvo mal, que hay que destruirlo todo para partir de cero, ese es uno de los errores que están teniendo, porque además no comunican nada, no dicen que se está haciendo y esta es la era de la incertidumbre, este sexenio será de la incertidumbre, porque no hay políticas fiscales o públicas claras más que la falta de rumbo y la desorganización que está teniendo el país”.
Todo se resume, en palabras de Jorge Sánchez, en la necesidad de contar con el dinero suficiente para llevar a cabo cualquier proyecto desde el gobierno, lo que genera la duda de porque necesita tanto y ha tomado las decisiones comentadas en este texto y donde quedó el ahorro que al principio del sexenio se presumió por el tema del combate a la corrupción.
“Es un misterio en donde está ese dinero, realmente el año pasado se acabaron muchos ahorros, remanentes que tenía el gobierno, seguramente este año van a ir por el remanente que le queda al Banco de México, ya fueron por los fideicomisos, se entiende que quieren apoyar sus programas sociales, pero ahí están esos recursos, pero repito estos proyectos que técnicamente –no desde un punto de vista ideológico– no son rentables, como Dos Bocas, el tren Maya tiene problemas, si simplemente en este sexenio se van a sentar en éstos cuando hay muchos otros, falta invertir en carreteras, la propia Ciudad de México le falta mucha inversión de infraestructura, les hace falta imaginación cuando justamente para salir de la Segunda Guerra Mundial más que una visión neoliberal se tuvo una de Estado en la que los gobiernos se pusieron de acuerdo para reactivar la economía y apoyaron mucho la inversión de infraestructura y la creación de empresas, cuando es lo que va a necesitar el mundo y, particularmente, México, pero cuando hasta el FMI reconoce que aquí se ha apoyado poco a las empresas, significa que algo malo está pasando y no se ven apoyos. En el sector privado se cuentan historias tristes de cierre de negocios, es un desastre, este año va a haber más de 10 millones de pobres, hay que ayudarlos, pero creando empresas que puedan contratar a más gente, pero no, este gobierno dijo que las empresas se tienen que rascar con sus propias uñas”.