La reciente visita de Beatriz Gutiérrez Muller,  esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador a Europa, particularmente al Vaticano, en donde le entregó una carta del jefe del ejecutivo al Papa Francisco, solicitándole el préstamo de códices y otros documentos para exponerlos en nuestro país el próximo año, cuando se cumplen 700 años de la fundación de México Tenochtitlán, 500 años de la Conquista y el bicentenario de la Independencia, ha generado gran controversia.

En la misiva presidencial, se le ratifica al Papa que la iglesia católica, la monarquía española y y el Estado mexicano deben ofrecerle una disculpa pública los pueblos originarios por las atrocidades cometidas desde la Conquista —1521— hasta el pasado reciente.

Elio Masferrer, doctor en antropología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, asegura a Siempre que esta visita se da en un momento particular, cuando ya se había dado a conocer la encíclica papal Fratelli Tutti —ignorada por la jerarquía católica mexicana —, y cuando la 4T, señala, busca que se conozcan los textos que aportan a la construcción de una nueva historia de México, fortaleciendo la identidad nacional y el patriotismo, rescatando no solo la historia colonial sino la formación de los pueblo originarios de México.

El experto en antropología de las religiones, señala que a Gutiérrez Muller no se le puede comparar con Marta Sahagún —como algunos han hecho—, ya que se trata de una historiadora, una investigadora, que ha publicado varios libros.

 

Sus reflexiones:

“Hay un contexto que es importante señalar, ya que la carta de López Obrador incluye un tema significativo, que es un pendiente en la historia de México: la excomunión de Morelos e Hidalgo y los demás que son tomados prisioneros, juzgados y condenados por el Tribunal de la Santa Inquisición.  Su proceso fue un juicio político; incluso tengo un artículo titulado llama “La excomunión que nunca existió”. Es una situación muy peculiar porque la iglesia católica mexicana del pasado que realizó la expulsión A divinis y la excomunión de los héroes de la Independencia desde la perspectiva de los realistas, la hereda a una jerarquía católica actual que no ha resuelto la independencia de México.

“Por otra parte, dentro del contexto de la visita de la señora Gutiérrez Muller a Roma, me parece importante señalar que el Papa Francisco sí le da la entrevista. Cuando se negocia una entrevista en el Vaticano con el Papa, se tiene que seguir todo un protocolo y él Papa sabía perfectamente lo que le iban a pedir y conocía el texto de la carta. Por ello la audiencia es un hecho simbólico que rebasa al embajador Alberto Barranco, quien evidentemente lo negoció siguiendo el ceremonial.

“Debemos entender que esta visita se da dentro del contexto de la encíclica Fratelli Tutti  y el único político mexicano que ha mencionado ésta encíclica es Andrés Manuel López Obrador, porque los obispos mexicanos no saben que hacer con esa encíclica —que habla crear un mundo más justo y fraterno— y López Obrador debe estar relamiendose el bigote porque en la mañanera se los ha restregado en la cara a los obispos mexicanos y a los miembros de  Frena, que están apostados en el zócalo, que rezan y dicen que ahí viene el comunismo.

“Y es que el Papa, supuestamente el jefe de los católicos recibe a la esposa de AMLO con todo el boato del caso. Creo que es una jugada para dejar fuera del juego a los obispos mexicanos. Basta recordar que cuando el papa vino a México y estuvo en la catedral en 2016, les dijo de todo a los obispos “no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductora de los acuerdos debajo la mesa; no pongan su confianza en los carros y caballos de los faraones actuales…”

“El Papa llama a la reconciliación y resulta que hoy tenemos un político que no se sabe si es católico, cristiano, no creyente, masón, porque una de las estrategias de López Obrador es la ambigüedad en materia religiosa, pero su esposa, graduada de la licenciatura de la Universidad Iberoamericana campus Puebla—sistema jesuita—, nunca ha ocultado que es católica y que ha sido un puente para la participación importante de los jesuitas particularmente de los de la Teología de la Liberación, que son mayoría en el campus Puebla. Ahí hay un trabajo político que no podemos ignorar.

“La estrategia de Andrés Manuel se basa en la tradición judía o del Antiguo Testamento—como se le quiera ver— del perdón y la reconciliación. La comunidad judía acaba de pasar el yon kippur, día del perdón que en la cultura judía, que es heredado por el catolicismo y el cristianismo cuando se plantea la reconciliación, con la misericordia. De alguna manera ensambla ese pedido de perdón, reconciliación, misericordia y olvido de los agravios con el proyecto politico de Andrés Manuel y del Papa, dejando fuera del juego a un sector de la jerarquía católica mexicana  y a los miembros de Frena, una organización que est´en el zócalo y le dice no voy a dialogar nada, ¡te me vas ya!, cuando 30 millones votaron por él.

“También está la declaración del obispo Miguel Angel Alba Díaz de Baja California — que señaló que en este perdón se debe incluir el tema de la guerra cristera—, y le entra al juego y por supuesto que Andrés Manuel va incluir lo de la cristiada, pero ahí todo mundo sabe que van a salir raspados porque fue una lucha fraticida feroz por parte de ambos sectores. Hubo abusos espantosos de ambos lados, en ese sentido, dentro de este esquema de reconciliación, debemos recordar que el general Lázaro Cárdenas trató de bajarle el ácido al conflicto”.

 

Estrategia obradorista

“Considero que es una estrategia que apunta a la reconciliación y está dentro de la línea del Papa. La carta presidencial está fechada 2 de octubre y Fratelli Tutti salió un día después. Sin embargo, hay que recordar que la encíclica ya era conocida, ya que se les da a ciertos periódicos y periodistas una copia del documento. Sin embargo, la prensa mexicana no le dio gran espacio, fue tocada muy tangencialmente.

“En el análisis que hacemos en el ENAH, estamos convencidos que ese ninguneo, se da en parte, porque el contenido de la encíclica está más cerca de la estrategia de Andrés Manuel que la de los obispos mexicanos, que en forma discreta han cuestionado la propuesta política del presidente.

“Es hasta el martes 13 de octubre, cuando la conferencia del Episcopado Mexicano hace una mesa redonda para analizar la encíclica en donde invita a obispos, académicos y políticos, en un panel de reflexión..

“Ello contrasta con lo sucedido en Guatemala, donde su cardenal Alvaro Ramazzini, evidentemente dentro de la línea de Francisco, un día después de publicarse la encíclica  ya estaba haciendo una mesa redonda. En México hubo un ninguneo a ésta, porque no les gusta lo que dice, eso es un hecho político insoslayable y es donde curiosamente se señala que el presidente polariza y luego llama a la reconciliación.

“Por supuesto AMLO le va a tomar el guante al obispo Alba Díaz y va meter el tema de los cristeros, va a meter al ejército federal, a los maestros que fueron masacrados por los cristeros, porque tampoco cantaban mal las rancheras. En definitiva es un llamado a la reconciliación”.

 

¿Se pedirá perdón?

“Por supuesto que esa es la jugada. Hay que recordar que Andrés Manuel cuando un periodista en la mañanera le dijo que la iglesia católica lo estaba criticando hace unos meses, éste con la mano en la cintura dijo ¡usted me está hablando de una ONG! Hace 4 días nos reunimos con el nuncio apostólico y dijo que el Papa estaba fascinado con nuestra preocupación por los pobres en México, dijo algo así.

“La periodista se quedó colgada de la brocha porque ella hablaba del presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano que había hecho una declaración y que custionaba al gobierno de la 4T y Andrés Manuel manda a la CEM al nivel de una ONG.

“Ahora viene la encíclica que cuestiona al neoliberalismo, el Papa Francisco a pesar de que tiene problemas en la iglesia, es determinado, su formación como jesuita es de una estructura militar. El Papa está apretando los tornillos y lanza su encíclica que no tiene nada que ver con la política que impulsan la mayoría de las jerarquías mexicanas. Ahí viene lo de la reconciliación con el perdón que evidentemente es una de las estrategias de  Andrés Manuel”.