Entrevista con Paloma Mendoza Cortés, académica y consultora en seguridad nacional

La detención del ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda, no sólo es un duro golpe a las fuerzas armadas –que tardarán al menos una década en reponerse–, sino que también tendrá efectos en la relación bilateral con Estados Unidos y para el actual gobierno federal, considera la especialista en temas militares y en seguridad nacional Paloma Mendoza.

En entrevista que concedió para Siempre desde Washington, vía telefónica, comentó que “sin lugar a dudas, después del culiacanazo y la pandemia, el arresto del General Cienfuegos representa la tercera crisis vital para el gobierno de AMLO y podemos distinguir, en primer lugar, la parálisis gubernamental. Después de lo que sucedió hace un año con la liberación de Ovidio Guzmán, el gobierno y especialmente la Sedena no cuentan con una buena estrategia de comunicación social ni de gestión de crisis”.

Lo anterior, explica nuestra entrevistada, se refleja en el hecho de que luego de que una periodista estadounidense da a conocer la detención del militar mexicano en el aeropuerto de Los Ángeles, “los únicos organismos que daban información que acabó con la incertidumbre y la desinformación fueron del gobierno estadounidense, porque además del los tuits del canciller Ebrard y del embajador Landau no había manera de tener certeza de los cargos, hasta que el gobierno estadounidense hace pública la información”.

Asimismo, continúa con su análisis, “la operación Padrino y toda la investigación que se desarrolla en la corte de Nueva York, primero a raíz de los juicios en contra de El Chapo Guzmán y del fiscal Veytia, ahora con el juicio Genaro García Luna, responde a interrogantes que ya se cuestionaban desde hace mucho tiempo, acerca de por qué el gobierno de Estados Unidos, en especial la DEA, no querían colaborar tan estrechamente con el Ejército Mexicano y en vez de eso, colaboraba más con la Marina sobre todo en inteligencia, lo que llevó al abatimiento del H2 en Tepic, lo que explica el acercamiento con la Marina”.

El uso electoral

Otra faceta de este tema que abordó nuestra entrevistada es la posibilidad de que este asunto fuera aprovechado por el candidato republicano en su campaña por la presidencia de la Unión Americana, algo que desestimó.

“El presidente Trump no tuiteó su postura sobre el tema, tampoco el candidato Biden, en los principales medios como Fox News o CNN no pasó de una noticia en la sección de internacionales, además de que para el elector promedio el nombre de Salvador Cienfuegos no significa absolutamente nada y, por lo tanto, no causó un revuelo como si lo fue la captura y el juicio del Chapo Guzmán”.

Señaló también que el hecho no tiene mayor intencionalidad electoral, pero agregó que en el caso de la DEA si puede haber una intencionalidad distinta.

“La DEA considera que el gobierno mexicano como institución todavía tiene un adeudo pendiente con ellos como agencia a raíz del caso de Enrique Camarena, quien en 1985 fue torturado y asesinado, por una operación que inicia la propia DEA se llega a la conclusión de que el gobierno de nuestro país, a través de la Dirección Federal de Seguridad con agentes estatales de Jalisco, y con nexos que llegaron al secretario de Defensa de entonces, Gral. Juan Arévalo Gardoquí, en la planeación del secuestro, la manera en que aparece el cuerpo y la presión de Estados Unidos para que se aclarara el asesinato, con el arresto de integrantes del Cártel de Guadalajara, la liberación de Caro Quintero no se tradujo en la extradición de este capo y nuestro vecino del norte lo mantuvo como una deuda”.

“En el caso de que sea verdad, como algunos analistas mexicanos han señalado, que la DEA ha creado toda esta narrativa criminal en torno al Gral. Cienfuegos, so pretexto de argumentar la hipótesis de Estado fallido, esta agencia se estaría acercando a un proceso como sucedió con la CIA y el tema de los contras en Nicaragua; aquí la DEA no se manda sola y, si bien, puede llevar a cabo investigaciones después del juicio –del cual hay mucha expectativa por las pruebas y por lo que pueden decir los testigos protegidos, así como las pruebas a su favor de Cienfuegos–, y los jueces no responden ni a los intereses de la DEA o del presidente, aquí son independientes y si el juicio mismo no respeta el debido proceso, tanto el juez como la DEA enfrentarían un juicio por parte del Congreso, no se puede fabricar como en México una acusación tan delicada como es la conspiración internacional por narcotráfico”.

Devastador

A la pregunta del impacto que tendrá este caso en la relación bilateral entre ambos países, Paloma Mendoza la definió con una palabra: devastador.

“En el caso de que sea inocente, el impacto será devastados, y en el caso de que sea culpable será devastados no sólo para el gobierno mexicano, sino para el Ejército porque es su prestigio. La noticia se da a conocer el jueves, Sedena no comunica nada en una evidencia de protocolos de manejo de crisis, el fin de semana inician las argumentaciones en el sentido de Estados Unidos contra México y ahora, al inicio de la semana, analistas afines al Ejército –conocidos por ser maestros en el Colegio de Defensa y en la Escuela Superior de Guerra– han entrado a una narrativa –que me parece peligrosa– de amenazar al presidente López Obrador en el sentido de que si él no defiende al exsecretario de Defensa –que podría hacerlo a través de mecanismos internacionales– tendría el riesgo de ser detenido al terminar su gestión, sería la ruptura entre el ejecutivo federal y las fuerzas armadas porque estas últimas por medio de sus canales de comunicación están amenazando”.

Nuestra entrevistada recordó que el Ejército puede tener cambios al interior de su estructura como resultado de este caso.

“El 68 cimbró de tal manera al Ejército que se dieron muchos cambios en su Estado Mayor, es algo que se puede esperar. El gobierno mexicano va a iniciar una investigación, pero el problema es que la FGR no tiene ningún prestigio para hacerla y habría mucha desconfianza en sus resultados, hay muy pocos civiles con la capacidad de llevarla a cabo en las Fuerzas Armadas, porque históricamente han sido herméticas y no han permitido la transparencia, la rendición de cuentas y la formación de investigadores en seguridad nacional, por tanto, hay mucha ignorancia sobre la institución militar. Se podría recurrir a una organización internacional para dicha investigación, hasta que punto la propia Sedena cooperaría con ésta”.

De igual manera, consideró que hay dudas acerca de que tanto el anterior titular de la dependencia pudo trabajar en solitario en este tema.

“Se han publicado muchos rumores de la corrupción de Cienfuegos, pero no de su relación con el narcotráfico, algo que implicaría una red de contactos para llevar a cabo tales delitos, pues por sí solo no pudiera haber actuado, es inentendible que un Secretario de Defensa tenga contacto con criminales sin que la sección segunda de Sedena (Inteligencia) no se haya dado cuenta, no es creíble, ahí iniciaría una investigación al interior del Ejército acerca de los generales que fueron ascendidos, los puestos clave dentro del Estado Mayor, sería una investigación de dos vertientes: por un lado, los rumores de corrupción y, por otro, la del narcotráfico, tendría que ser una investigación a fondo y si se hace por parte de los órganos internos, dudaría de los resultados, tendría que ser un organismo internacional que tenga conocimiento sobre las fuerzas armadas”.

El reto para el Ejército

El caso Cienfuegos también supone un desafío para el Ejército Mexicano por las implicaciones que tiene tanto en su prestigio como institución, como en la moral de la tropa.

“Los primeros afectados son los integrantes de las tropas encargadas del combate al narcotráfico en su moral. Cuando se le golpea a un militar, independientemente del grado, se les golpea a todos y esto es resultado del espíritu de cuerpo que tienen, el grado del compañerismo que tienen los militares es algo que no se ve en otra institución. La tropa y los analistas de Inteligencia están devastados, no hay manera en que ellos puedan explicarse a sí mismos como pasó esto y porqué. Salir del impacto de esta noticia les puede llevar, al menos, 10 años si se toman las medidas adecuadas de este momento, porque si consideramos el 68 el Ejército sigue manteniendo esta mancha como institución, al igual que con lo de Tlatlaya o Ayotzinapa”.

Para la analista, complementando la línea anterior, los cambios al interior de Defensa Nacional también se darán por el relevo generacional.

“Los mismos generales en su hermetismo han provocado la desconfianza de los civiles con relación al Ejército, en diez años se va a llevar a cabo un relevo generacional, quienes ahora son coroneles y tenientes coroneles traen otro enfoque e ideas más apegadas a la realidad, los actuales generales traen unas ideas que se quedaron congeladas en le Guerra Fría, si se les pregunta sobre los ejércitos cibernéticos no tienen ni idea, al igual que en comunicación social, entonces se esperan muchos cambios en el Estado Mayor si se inicia una investigación paralela a lo que se está haciendo en Estados Unidos, la influencia que tuvo el Gral. Cienfuegos a través de sus 50 años de carrera y como secretario de Defensa, llega a todos los comandantes. En la institución hay grupos fácticos, de poder, que surgen a raíz de su interacción, primero, como antigüedades en el Colegio de Defensa y luego como promoción en la Escuela Superior de Guerra, que tejen toda una red de intereses y designación en puestos claves –como los agregados militares en el extranjero–, nos damos una idea de las predilecciones”.

Recordó que también se han dado casos de corrupción que provocó la creación de una sección en el Estado Mayor para compras y adquisiciones, incluso algunos derivados de investigaciones de Estados Unidos.

Finalmente, consideró que, pese a la espectacularidad de la detención, la cooperación entre el Ejército Mexicano y el Pentágono no cambiará.

“Hay que hacer una separación entre la DEA y el Pentágono, hay mucha ignorancia acerca de la arquitectura institucional en Estados Unidos. La DEA cuando hace una investigación no tiene porque informar comunicarla al Pentágono, es diferente la relación con ambas instituciones. Hay mucho intercambio académico, la lista de militares mexicanos en la Unión Americana que vienen a hacer cursos muestra que hay una relación cercana. Hay una doble moral, en el Ejército siempre se habla de ese discurso del nacionalismo, pero mandan muchos alumnos a las escuelas militares en Estados Unidos. Esto va a cambiar a partir de ahora, hasta que grado, es indeterminado, hay que esperar a que termine el juicio para tener claridad”.

@AReyesVigueras