En verdad que nadie mejor que los estadounidenses para hacer un “show por televisión”, el ejemplo nos lo volvieron a dar el martes por la noche, el nombre del programa “debate presidencial”, la duración 90 minutos, los actores; Donald Trump, Joe Biden y Chris Walace, en verdad que fue todo un éxito.

La expectativa sobre este programa unitario era alta, las condiciones que lo rodearon nunca se habían presentado, los actores prometían, pero superaron las expectativas, hubo de todo, caras, gestos, interrupciones, mentiras, un verdadero desorden que incluso provocó que el auditorio llegara a la desesperación por no poder entender nada de lo que se decía. Bueno hasta suplicas del moderador para que se le pidiera a uno de los participantes que dejara hablar al otro.

La preparación, el esfuerzo y la dedicación de los participantes rindieron frutos lograron un muy buen producto final, mención aparte se la llevaron los 3 hombres que estuvieron sobre el escenario montado en la Universidad Case Western Reserve de Cleveland en Ohio, se mostraron como todos unos profesionales, fueron puntuales para el inicio del programa, a lo largo de la hora y media de duración las estrellas respondieron, pronunciaron frases y hasta ideas muy atractivas, se provocaron, ofendieron y poco faltó para los recordatorios familiares.

El ganador fue el público quien disfrutó de un espectáculo entretenido que provocó que los millones de espectadores no aparta su vista de las pantallas, bien fuera de televisión, de una computadora o cualquier dispositivo móvil. El ritmo se mantuvo, no podemos hablar de momentos aburridos o que hicieran que el auditorio cambiara de canal o apagara su gadget.

La edad de las 2 estrellas nunca fue un factor, ambos septuagenarios mostraron estar en forma, conocer el terreno donde se desenvolverían e hicieron gala de sus mejores recursos, difícilmente veremos en los 2 capítulos restantes de la serie algo más entretenido, el público presenció un gran show al tradicional estilo estadounidense.

Por cierto, tanto el republicano, Donald Trump como el demócrata, Joe Biden bosquejaron las líneas generales de que harían frente a la grave crisis generada por la pandemia, tanto en el ámbito económico como en el de salud, hablaron de la Corte Suprema en el mundo democrático y hasta se dieron el lujo de mostrarse sólo agresivos, más no letales.

Como era de esperarse al final del programa, los apoyadores de cada uno de los 2 participantes se dijeron ganadores, dijeron que el suyo había sido el mejor.

¿Y entonces…? ¿Hubo un ganador? Expertos que participaron en prácticamente todos los medios nacionales en tiempo real coinciden en que después de los primeros 15 minutos, el encuentro entre el exvicepresidente Joe Biden y el presidente Donald Trump, fue muchas cosas menos un debate de ideas claras, aunque las hubo por momentos.

Los sondeos de las televisoras dieron sus números, su ganador. Fox News publicó que el 60% de sus televidentes consideró que el presidente Trump ganó, mientras CNN indicó que el 58% de su auditorio daba el triunfo a Biden. Una encuesta más de Data for Progress para Vox señaló que los espectadores consideraron que el candidato demócrata (Biden) ganó el primer debate al republicano (Trump) por un margen de 52-39. Las personas consultadas también señalaron que Biden se mostró “más presidencial”.

El primero en perder el control fue el presidente Trump, quien incluso interrumpía constantemente al moderador Chris Wallace, quien pidió al mandatario que respetara las reglas y, en algún momento lo retó a “intercambiar sillas”. Señor, presidente, soy el moderador de este debate y me gustaría que me dejara hacer mi pregunta y luego usted puede responderla”, instruyó Wallace.

Biden entró al mismo juego del presidente Trump, una estrategia que resultó un acierto y una desazón ya que no se echó hacia atrás ante los ataques del mandatario y lo llamó “racista” con todas sus letras, además de “callarlo” en algunas ocasiones. El problema fue que entrar a ese juego de “a ver quién grita más fuerte” abonó al desorden. Lo único positivo en el caso del demócrata es que no fue confrontado por el moderador.

El presidente defendió su actuación y consideró que puso sus puntos sobre las “íes” y Wallace tuvo una noche difícil. Dos contra uno no fue sorprendente pero divertido, fue todo un show.

Ahora restan 2 debates presidenciales más; el 15 de octubre el segundo en Miami en el Centro de Artes Escénicas Adrienne Arsht. Ese debate originalmente iba a tener lugar en la Universidad de Michigan quien después dijo que no podría organizarlo, la razón la pandemia. El tercer y último debate será el 22 de este mes en las instalaciones de la Universidad Belmont en Nashville, en Tennessee. Y bueno también los vicepresidentes Mike Pence (republicano) y Kamala Harris (demócrata) se verán las caras la próxima semana el día 7 de octubre en Kingsbury Hall de la Universidad de Utah en Salt Lake City.

Y finalmente llegaremos al 3 de noviembre donde además de conocer al ganador de la elección veremos qué hará el actual inquilino de la Casa Blanca de perder, lo aceptará y preparará todo para una transición tersa dentro del marco de la legalidad o como ha amenazado el mismo Trump, no convalidará las cifras finales y comenzará un conflicto poselectoral de dimensiones totalmente desconocidas en la historia estadounidense.

Aún faltan un par de episodios de esta serie y no le quiero desanimar para que los vea, pero no, no serán como el primero, ni en audiencia, desorden o caos, serán debates más políticos, más estructurados y sí hasta acartonados.