“La buena política esta al servicio de la paz.”

 Francisco.

 

Hermanos Todos (Fratelli Tutti) es el título de la recién publicada encíclica del Papa Francisco, su tercera encíclica para ser exactos, esta vez firmada y difundida desde Asís, Italia. En ella expone aportes muy interesantes para la realidad actual. Este documento que según nos narra el pontífice inicio antes de la pandemia del corona virus, pero lo concluyó durante esta, de tal manera que también realiza una reflexión en tiempos de confinamiento.

Si bien se trata de un documento realizado por el máximo jerarca de la iglesia católica, este no está dirigido solo a católicos o personas en el ámbito religioso, se trata de una aportación dirigida a todas las personas de buena fe, indistintamente del ámbito donde se desenvuelvan, público o privado, social, político, cultural, económico o religioso.

Este documento es muy relevante porque no solo es el exhorto de un líder religioso, sino también de un gobernante, líder, cabeza y jefe del Estado Vaticano, político en esencia, pues lo es quien que busca el bien común. Por ello me resulta muy interesante escribir sobre este aporte en tiempos convulsos, de grandes diferencias sociales y políticas, vivimos en un mundo globalizado en el cual cada vez estamos más cerca por las comunicaciones digitales, pero más lejos en las relaciones personales, humanas, fraternas, cara a cara.

He tenido la oportunidad de desempeñar algunos cargos públicos relevantes a nivel nacional; estatal y municipal, como legislador nacional, líder de bancada, legislador local, regidor y líder partidista, he vivido la pluralidad política, los vaivenes de la realidad política, para bien y para mal, ello me permite después de haber leído el documento papal, hacer algunas reflexiones sobre el contexto general de la encíclica, pero me centrare en lo expresado en “la mejor política”, la buena política, la que busca permanentemente el bien común, la que está sustentada como expresaba Aristóteles es una “ciencia práctica”, en un hacer a favor de la comunidad, en prestar un servicio aplicando la solidaridad, la subsidiariedad, sustentados siempre en la eminente dignidad de la persona humana.

A nivel mundial vivimos tiempos convulsos “esta pandemia dejó al descubierto nuestras falsas seguridades, evidenció nuestra incapacidad de actuar conjuntamente, nuestra fragmentación” (FT 7). Nos desnudó tal cual somos, seres finitos, necesitados de los demás, los seres humanos pensamos que podíamos dominar el mundo y la realidad nos ha demostrado lo contrario, que lo que más vale no tiene precio y muchas veces lo tenemos a nuestro alcance, pero lo hemos olvidado, desdeñado y hoy lo volvemos a vivir sabiendo que lo necesitamos.

Vivimos un cambio de época “en las sombras de este mundo cada vez más cerrado se vacían de contenido y se manipulan las grandes palabras como democracia, libertad, justicia y unidad” (FT 14). Se hace para imponer ideologías o intereses contrarios a la política, al servicio, al desarrollo de la comunidad, al control clientelar de las personas como mercancías, votos o incondicionales a cambio de una dádiva.

No solo en el mundo vivimos fragmentados, nuestro país ha pasado a lo largo de su existencia por etapas muy crudas de grandes divisiones, españoles contra criollos, centralistas contra federalistas, liberales contra conservadores, izquierdas contra derechas y muy pocas veces o casi ninguna nos vemos como miembros de una misma nación, como mexicanos todos, por eso “sembrar desesperanza, desconfianza; exasperar, exacerbar y polarizar son las estrategias para dominar y avanzar, negar el derecho a existir y opinar, lo cual ayuda a dominar y avanzar. La política se convierte en marketing” (FT 15). A toda costa debemos evitar caer en estas acciones que polarizan, dividiendo a la sociedad, esto no quiere decir que no denunciemos las arbitrariedades, ilegalidades, corrupción, acciones dictatoriales, por el contrario, debemos exhibirlas, denunciarlas por coherencia, por honestidad, convicción y congruencia, de cara a la nación, no por intereses políticos personales o grupales.

Coincido totalmente en que en nuestro país y en el mundo “hay en los hombres y mujeres sed, aspiración de plenitud, de vida, de tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes como la verdad, la bondad, la belleza, la justicia y el amor. La esperanza es capaz de mirar más allá de la comodidad, seguridades y compensaciones que nos encierran, para abrirse a grandes ideales” (FT 55). En tiempos de pandemia estos sentimientos de esperanza han resurgido, tomemos conciencia de ello y actuemos en consecuencia, es momento de sacar lo mejor de cada uno.

La política se ha tergiversado como concepto y pocos conocen su esencia, ello ha permitido que se corrompa esta noble acción dejando “visibles la desidia social y política, las disputas internas e internacionales y los saqueos que dejan heridos al lado del camino.” Pues se ingresa a la política con intereses personales por encima de los de la comunidad.

Participar en la política debe pasar por tomar conciencia de que la “solidaridad es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de derechos sociales y laborales” (FT 116), aquí se encuentra el fundamento del bien común, del servicio, de la auténtica política. Sabedores que “el desarrollo tiene que asegurar los derechos humanos, personales y sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las naciones y los pueblos” (FT 122), esa es la razón de ser del Estado y del Derecho.

Fratelli Tutti nos enseña que la mejor política es “para el bien común y universal, política para y con el pueblo, es decir, popular, con caridad social, que busca la dignidad humana; y puede ser ejecutada por hombres y mujeres con amor político que integran la economía a un proyecto político social, cultural y popular.”

Aquí expongo algunos de los aportes más sustanciales de este documento para el ámbito de la política: “Esta política se aleja de un populismo que surge cuando el líder político instrumentaliza la cultura del pueblo, con un signo ideológico al servicio de su proyecto personal y su perpetuación en el poder” (FT 159). “Necesitamos una política que tenga en el centro la dignidad humana y sobre este pilar construir estructuras sociales alternativas” (FT 168). “Para muchos la política hoy es una mala palabra, y no se puede ignorar que detrás de este hecho están a menudo los errores, la corrupción, la ineficiencia de algunos políticos. A esto se añaden las estrategias que buscan debilitarla, reemplazarla por la economía o dominarla con alguna ideología. Pero ¿puede funcionar el mundo sin política? ¿Puede haber un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social sin una buena política?” (FT 176).

“Hay que superar la idea de políticas sociales hacia los pobres pero sin los pobres” (FT 169). “Rehabilitar la política como una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común” (FT 180). Esta caridad política supone un sentido social que nos lleva a buscar el bien de todas las personas (FT 182). “Es una fuerza capaz de suscitar vías nuevas para afrontar los problemas del mundo y renovar profundamente las estructuras, organizaciones sociales y ordenamientos jurídicos” (FT 183).

“Los políticos están llamados a preocuparse de la fragilidad de los pueblos y de las personas” (FT 188). “El político es un hacedor, un constructor con grandes objetivos, con mirada amplia, realista y pragmática, aún más allá de su propio país” (FT 188). “Está llamado a renuncias que hagan posible el encuentro y busca la confluencia en algunos temas” (FT 190).

Por último, quiero referirme al “populismo”, fenómeno que se ha dado en todo el mundo, pero más marcadamente ha echado raíces profundas en América Latina, por supuesto, me refiero al populismo como ideología que tergiversa a la política, que usa al pueblo y lo popular para sus fines de perpetuarse en el poder, dividiendo a la sociedad, confrontándola, exacerbando sus diferencias, sin permitir que converjan las coincidencias, lo común, lo que permite salir adelante.

La encíclica nos aporta que estas malas acciones de los gobernantes “deriva en insano populismo cuando se convierte en la habilidad de alguien para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder. Otras veces busca sumar popularidad exacerbando las inclinaciones más bajas y egoístas de algunos sectores de la población. Esto se agrava cuando se convierte, con formas groseras o sutiles, en un avasallamiento de las instituciones y de la legalidad.” Algo que desafortunadamente estamos viviendo en nuestro país, lo que nos obliga al diálogo, a poner sobre la mesa lo más importante para la comunidad, a buscar los puntos de coincidencia para actuar en consecuencia.

Debemos evitar instrumentalizar a la política, para fines personales o grupales distintos al Bien Común, al interés general, al Estado de Derecho pues “otra expresión de la degradación de un liderazgo popular es el inmediatismo. Se responde a exigencias populares en orden a garantizarse votos o aprobación, pero sin avanzar en una tarea ardua y constante que genere a las personas los recursos para su propio desarrollo, para que puedan sostener su vida con su esfuerzo y su creatividad.”

Trabajar por el Bien Común no es cosa sencilla, ni fácil, pero es una tarea obligada para lograr el desarrollo pleno e integral de la comunidad, del pueblo, de los ciudadanos. El diálogo es el instrumento para lograr los acuerdos por más diferencias que tengamos, si buscamos bien algún camino común podremos encontrar.

No es vana ilusión, es aplicación real y material del auténtico ejercicio de la política, la única que permite ver materializados los fines del Estado y el Derecho. El Bien Común y la Justicia.

Invito a todos a leer completa la encíclica “Fratelli Tutti” y encontrar un camino de fraternidad, amistad social, esperanza, mejor política. Elementos tan necesarios en un país y un mundo tan convulso y cerrado.

@perezcuevasmx

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