Llegó la hora de votar, de elegir al hombre que estará al frente del gobierno estadounidense los 4 años venideros, sin embargo, uno de los participantes ha sembrado la duda y hasta la idea de que habrá fraude en el proceso y que no aceptará los resultados y por lo tanto, no dejará la Casa Blanca, este hombre es el candidato republicano, Donald Trump,

Hace varias semanas se le preguntó al candidato-presidente Trump que si se comprometía a una transición tranquila y ordenada de perder las elecciones del 3 de noviembre próximo y dejar la residencia presidencial y su respuesta abrió la puerta a una nueva y preocupante variable, “tendremos que ver qué pasa al final de la jornada”.

La duda comenzó a reproducirse rápidamente, a lo largo del país se repitió la pregunta ¿Qué de perder Trump no dejará la Casa Blanca?

Buscar una respuesta se ha vuelto un ejercicio ocioso, sólo Donald Trump sabe qué hará, nadie más, sin embargo, sí podemos plantear algunos escenarios posibles:

  1. La sorpresa de último momento por parte de uno de los candidatos principalmente de quien está abajo, quien en un esfuerzo desesperado por recortar la diferencia en su contra, todo es posible en las campañas electorales presidenciales en las que se han producido acontecimientos sorprendentes e inesperados con la suficiente frecuencia como para que sean casi de esperarse. Basta recordar el anuncio de James Comey 11 días antes de las elecciones de 2016 de que el FBI había reabierto su investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton.

En este mismo sentido Joe Biden, tendría que pronunciar algunos de sus comentarios equívocos o hasta incoherentes de una gran magnitud para impactar en las preferencias electorales que le dan una ventaja de entre 9 y 11 puntos.

  1. Se hayan generado de nueva cuenta errores en las encuestas levantadas en estados claves como Wisconsin y Michigan, tal y como sucedió en 2016 que le daban clara ventaja a Hillary Clinton lo cual en la realidad no sucedió con el recuento de los votos. Clinton tenía una ventaja de 6.5 puntos en Wisconsin, por revisar uno de los casos y terminó perdiendo por casi un punto porcentual.

Los encuestadores difícilmente caerán en los mismos errores de hace 4 años en sus proyecciones.

  1. Que el margen del triunfo no sea lo amplio para cualquiera de los candidatos, principalmente para Biden, hay que recordar lo sucedió en 1996 con Bill Clinton, donde se pronosticó que su triunfo sería apabullante y resultó de tan sólo 8.9 por ciento, amplio sin duda, pero no lo que se había anunciado.

A fines de octubre de 1996 el veterano encuestador de California, Mervin Field, declaró que Clinton se encaminaba hacia una victoria tan grande como el aplastante triunfo de 18 puntos de Ronald Reagan en 1984, cuando ganó en 49 estados. Ciertamente las encuestas de 1996 no fallaron en que Clinton ganaría, pero algunas sí se alejaron mucho de lo que terminó siendo la votación. Por ejemplo, la encuesta de CBS News al final de la campaña estimó la ventaja de Clinton en 18 puntos cometiendo un error de casi 10 puntos.

El liderazgo de Biden en las encuestas nacionales según una compilación hecha por el sitio web RealClearPolitics, lo sitúa en 8.6 puntos porcentuales a unos días de la elección.

  1. La aparición o decisión final de los votantes de acudir masivamente a las urnas para expresar su preferencia electoral, esta teoría sostiene que algunos partidarios de Trump ocultan sus preferencias a los encuestadores debido a que quieren evitar ser criticados. Son reacios a reconocer el apoyo a un candidato tan divisivo. Sin duda que muchos electores son cautelosos sobre sus intenciones de voto, estos partidarios encubiertos distorsionan los datos de las encuestas porque supuestamente son muy difíciles de encontrar o no responden con franqueza cuando se les entrevista.

Sin duda que los republicanos y en especial su candidato esperan que se repita el escenario que impulso a Donald Trump a ganar la presidencia de los Estados Unidos.

  1. Que se produzca un fracaso total de los pronósticos de las encuestas electorales como lo sucedido en las elecciones donde Dewey cuando derrotó a Truman. George Gallup, entre otros encuestadores predijeron en 1948 que Truman perdería lo que ayudó a la prensa, a los ciudadanos y hasta los políticos a tener expectativas de lo que sucedería.

Para sorpresa de todos, el resultado fue un triunfo de Harry S. Truman, lo que ha representado el mayor fracaso de los encuestadores en toda la historia de este país.

En los últimos días se ha planteado con mayor claridad la posibilidad de que noviembre sea muy difícil y tal vez, también lo sean diciembre y enero debido a que el presidente Donald Trump ha dicho que las elecciones serán fraudulentas y a que los demócratas lo acusan de intentar que eso se convierta en una profecía autocumplida.

A sólo un par de días de las elecciones más importantes en la historia estadounidense, los abogados ya están en los tribunales organizando ataques preventivos y preparándose para los enfrentamientos más perniciosos que podrían surgir. Al igual que la campaña de Donald Trump, la de Joe Biden y su red de grupos demócratas de apoyo están equipándose con abogados y los demócratas, están analizando los peores escenarios que incluyen cómo responder si Trump se declara victorioso de manera prematura o envía autoridades federales a los bastiones del partido como una táctica de intimidación.