No tengo miedo de la muerte, pero no tengo prisa de morir.
Tengo mucho que hacer primero

Stephen Hawking.

 

En memoria de “Fernando Ruiz (Ing. Bataglia)”, joven tenaz, luchador incansable, humanista comprometido con su comunidad mazahua, su estado y México.

Hace unos días, como país rebasamos las 100 mil muertes por causa de la pandemia de coronavirus, según cifras y datos que da a conocer la autoridad federal, pues también resulta que universidades destacadas establecen en algunas proyecciones que, para saber la cantidad real de muertes y contagios, las cifras del gobierno deben multiplicarse por tres, lo cual arrojaría datos exponenciales que no son reflejados por este gobierno para la planeación y toma de decisiones.

Vale la pena revisar la información que ha sido difundida en medios de comunicación de circulación nacional, la cual con sustento en estadísticas e informes de las autoridades del Registro Civil establecen que este año se han tenido entre los meses de enero y septiembre, doscientas mil muertes más que el año pasado, en el mismo lapso, lo cual supera la proyección anual que esta institución realiza periódicamente.

Cifras que se contrastan con las expresadas en las conferencias diarias de las autoridades federales de salud y no concuerdan. Lo que tampoco concuerda es la insensibilidad que muestran los funcionarios públicos, desde el más alto en la presidencia de la republica hasta los encargados directos del manejo de la crisis, la información y el control de daños para salvar la imagen gubernamental.

No les importa el dolor ajeno, ni el sufrimiento por la pérdida física de los seres queridos, mucho menos les interesa la afectación que genera no poder despedirse de familiares y amigos, de no poder realizar los rituales mortuorios conforme a tradiciones, religión o costumbre.

Por el contrario, se les ve lucrando con las necesidades. No hacen pruebas para evitar muertes, pero si entregan apoyos después de sucedida esta. Ven las cosas como si fueran normales, pero no lo son, hay muchas vidas que pudieron haberse salvado si hubiera existido planeación, estrategia, toma de decisiones, acciones para tomar en serio al Covid-19 y sus efectos.

Se han concentrado en generar división social, confrontación, desdén por la realidad, insensibilidad ante las necesidades, negar que lo que está pasando es cierto, culpar al pasado, desviar la atención y la información.

Sin duda es importante que se combata la corrupción, pero hasta ahora no hay resultados concretos y específicos de esta lucha, solo amenazas, supuestas investigaciones, más por ajustes de cuentas políticos que realmente por el interés de sanear las cosas públicas o de devolver al gobierno la limpieza, transparencia o rendición de cuentas que tanta falta hace.

Por fortuna la realidad no puede ocultarse permanentemente, esta saldrá con toda su fuerza y se impondrá, lo grave es que lo hará con todas sus consecuencias, afectaciones y daños, ¿quiénes serán los golpeados? como siempre los más pobres, los más desvalidos, aquellos a quienes este gobierno federal juro cuidar, proteger, ayudar, lo que no ha hecho, nos faltan más de 100 mil personas, esto no lo podemos, ni debemos olvidar, pues para muchos de ellos aun no era tiempo de irse.

@perezcuevasmx

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