Me encantaría decirles quién desde los estómagos de Morena me dijo esto, según él “off the récord”, pero con la evidente intención de que le diera vuelo y —como soy más obediente que la Singer— aquí me tienen, compartiendo con ustedes, lectores queridos, tal confidencia, con los detalles que en seguida les platico.

Antes debo compartirles que lo único que me autorizó mi fuente a escribir es que esta información proviene no de una persona, ni dos, ni tres, sino del único “cuerpo colegiado pensante” —así lo calificó— de Morena y la 4T. (Me sorprendió que hiciera esa diferenciación, detalle del cual me ocuparé en otra columna).

Entonces, arre:

Nuevo León está en el centro de la atención y de las prioridades del gobierno federal y del partido que lo comanda. Para esta hidra de dos, tres o más cabezas a la que me cito como fuente, habría sido un madrazo bien cabrón, si Mauricio Fernández compitiera por la gubernatura por el lado del PAN.

Olvídense del PAN y sus babosadas de egos tránsfugados, donde sus “líderes” se sienten hechos a mano.

Olvídense de los chorrocientos grupúsculos que se andan partiendo la madre para escoger a un candidato al que le van a bajar los calzones —léase, exhibir sus nexos con lo peor de las bandas criminales— apenas suene la primera campanada la catedral metropolitana de Monterrey.

Olvídense del MC al que Samuel García compró con dinero de los “domingos” que le da su papi, para emperrarse en ser candidato único —sin coalición— por la gubernatura.

Olvídense de todo eso, porque como decía mi abuela la ranchera: “Anda, compadre, ¿quién patea a un perro muerto?”

Con decirles que ni el nombre de quien portará la bandera de Morena por la gubernatura de NL les quita el sueño. Eso ya está más claro que un amanecer después de la noche más oscura.

Olvídense de todo, lo que más sueño les quitaba a los de ese “cuerpo colegiado pensante” era que Mauricio hubiera querido competir por la gubernatura.

Bueno, había otro monstruo en sus pesadillas: Que muchos más de los cuatro que se animaron a registrarse como candidatos independientes ciudadanos para suceder al nefasto Bronco, se hubieran aventado ese descomunal tiro, porque los de Morena y la 4T se sienten muy sabrosos para cantarle el tiro a cualquiera —incluso a los ipecos— pero se les doblan las corvas con el puro olor ciudadano en las boletas.

Y algo que sin quitarles el sueño, les preocupa todavía, es que los otrora dignos exponentes de la cúpula empresarial más respetada de México —el llamado Grupo de los 10 de Monterrey— se animara a sacar sus cabecitas de sus calabozos cuarentenarios y movieran su poderío económico para apoyar a algún candidato ajeno a los intereses de la 4T.

Y en este último punto, al responder a una pregunta directa que mi fuente me hizo, le dije: Ni se apuren, los ipecos regios —como la mayoría de los de todo México— están más preocupados por salvar de la fiereza de la UIF y del SAT, sus pellejos multimillonarios y contratos con el gobierno, y no-van-a-mover-un-méndigo-dedo-en-materia-política-porque-son-críticos-de-café-y-de-whatsapp-y-solo-ven-por-sus-intereses-tan-tan.

Le dije lo anterior, agregándole al final la consabida: salvo honrosas excepciones, aunque las mentadas excepciones sigo sin verlas por ningún lado.

No podía creer cuando me preguntó: “Y tú, ¿qué recomendación nos darías en este proceso?”. Y cual pinga pronta en su noche de bodas, la respondí:

“Aguas con las recomendaciones y consejos que pagan ustedes a precio de oro, de esos mozalbetes asesores que pululan por el segundo piso del Palacio, porque esos mutan de jóvenes inexpertos a viejos pendejos, sin que medio mucho tiempo en su transición”.

Es que, debido a que al gobierno de AMLO se le tilda ya de ser un reducto de fugados del asilo y alumnos del célebre maestro alemán Alzheimer, los “pensantes” de la 4T se han dado a la tarea de reclutar a trajeados provenientes de todo el país a los que todavía les brotan espinillas, con el propósito de nivelar la balanza o bajar el promedio de las edades de los que mandan en el pandémico México de nuestros días.

¿Qué más me dijo? Que la candidatura por Morena del tal Mario Fernández Quiroga es un petardo.

Que la del otro tal Rubén Zarazúa, ni a petardo llega.

Que no les preocupa otra cosa en NL que ganar la gubernatura y que le desean a Mauricio que corte orejas y rabo en su intención de ser alcalde de San Pedro por cuarta vez.

Y yo le dije: La tiene papita, porque el conato de alcalde que padecemos los sampetrinos, cuyo nombre responde al de Miguel Treviño, conocido en el bajo mundo como “El Socavón”, alucina creyendo que los paga impuestos más castigados—-y más exigentes también— de todo México se van a tragar lo de su furor de última hora al convertir al municipio en zona de guerra, con todas las obras que no pudo hacer en dos años y medio, tratando de completarlas en ocho meses y encima, endeudando al municipio con un “sacado de la manga” crédito por $400 millones, siendo que recibió precisamente de Mauricio $2,090 millones, que ya se le fueron en babosadas que alimentan su ego modelo Fairmont negro con asientos beige y ventanas de su oficina blindadas con cristal nivel IV que costaron un producto de gallina y la mitad del otro.

Y de los afanes de Morena/4T por conservar el control del Congreso de la Unión, ¿qué fue lo que hablamos? Chinelas, se me acabó el espacio. Le sigo en la próxima.

 

CAJÓN DE SASTRE

“Entonces, NL está en la mera mira de Morena/4T, lo cual significa que aquí se va a librar una de las madres de todas las batallas del 2021”, dice la irreverente de mi Gaby.

placido@detona.com

PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe todos los días su columna IRREVERENTE para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.