Joe Biden ha comenzado a entrelazar las palabras y los hechos, a marcar la ruta de un nuevo gobierno. Al anunciar a un primer grupo de colaboradores a 4 mujeres, 3 de ellas por cierto, ocuparán por primera vez esas carteras que siempre habían recaído en hombres, además de haber puesto al frente de inmigración a un cubano-americano y, retomar el camino para combatir el cambio climático. Y en su primera entrevista de Tv como presidente electo hablo de una serie de acciones para regularizar la presencia de millones de personas que se encuentran sin documentos legales… “me comprometí en los primeros 100 días, enviaré un proyecto de ley de inmigración al Senado de los Estados Unidos con un camino hacia la ciudadanía para más de 11 millones de personas indocumentadas en Estados Unidos”.

Congruente sin duda se ha visto el accionar de presidente 46 en el país de las barras y las estrellas.

Sin embargo y por su larga experiencia en la arena política, Joe Biden sabe que de no alcanzar una mayoría demócrata en el Senado sus promesas pueden verse truncadas, y sería difícil que se aprobara una nueva ley migratoria y bueno. Veremos qué sucederá solo  después de la segunda vuelta electoral de los 2 escaños de Georgia, de ganar solo una de las 2 posiciones en juego, la Cámara Alta seguirá siendo republican y las promesas de Biden difícilmente se cumplirán.

En su primera reunión publica el futuro inquilino de la Casa Presidencial presentó a parte de su equipo de trabajo y fiel a su estilo son funcionarios leales, en su mayoría de amplia experiencia y trayectoria en Washington, pero además imprimió una pincelada de diversidad con algunas designaciones históricas: por primera vez, un latino, Alejandro Mayorkas, estará al frente del Departamento de Seguridad Interior, una mujer, Janet Yellen, quien de ser confirmada por el Senado presidirá el Tesoro, y otra que también será debutante en esa posición a Avril Haines en la Dirección Nacional de Inteligencia, sin dejar de mencionar a Kamala Harris quien será la primera mujer en ocupar la vicepresidencia estadounidense.

Biden eligió a uno de sus asesores históricos, Antony Blinken, para dirigir el Departamento de Estado, el puesto más codiciado del gabinete, cuarto en la línea de sucesión presidencial, pero Blinken quien tiene casi lleva 20 años al lado de ya presidente electo, quien además es una figura muy respetada por la comunidad diplomática de Washington, desmembrada durante los años de gobierno de Donald Trump.

“No tenemos tiempo que perder cuando se trata de nuestra seguridad nacional y nuestra política exterior”, dijo Joe Biden al presentar a parte de sus colaboradores… “necesito un equipo listo en el primer día en el cargo, para ayudarme a recuperar el lugar de liderazgo de los Estados Unidos, unir al mundo para hacer frente a los desafíos más importantes que enfrentamos y promover nuestra seguridad, prosperidad y valores”.

El futuro mandatario eligió además a John Kerry, uno de los arquitectos del Acuerdo Climático de París, para ocupar el nuevo cargo de “zar climático”, un puesto que envía una señal contundente sobre el rol preponderante que tendrá uno de los objetivos primordiales del futuro gobierno de Estados Unidos: enfrentar la amenaza del cambio climático. Janet Yellen, la elegida para el Tesoro es partidaria de medidas como un impuesto al carbón para torcer la crisis y avanzar hacia una economía limpia.

Dentro de nuevo equipo de hombres y mujeres que serán gobierno a partir del 20 de enero próximo, hubo tres nombramientos que sobresalieron de este equipo de política exterior y seguridad nacional. Alejandro Mayorkas, hijo de refugiados cubanos, para dirigir el Departamento de Seguridad Interior (DHS, según sus siglas en inglés), la tercera agencia más grande del gobierno federal. Este nombramiento sin duda que envía un fuerte mensaje en contra la política impuesta por el gobierno de Trump hacia los inmigrantes, además de darle un puesto preponderante en la administración entrante a un latino, un pilar de la coalición demócrata. Un latino al frente de migración, gran y grata sorpresa han expresado grupos pro migrantes.

Biden también eligió a una afroamericana, Linda Thomas-Greenfield, para ser futura embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Una vez confirmada, será la segunda afroamericana que se sentará en el Consejo de Seguridad en nombre de la primera potencia global. La primera fue Susan Rice, durante el gobierno de Barack Obama.

Hay que destacar además las palabras de Joe Bide en su entrevista televisiva en la que menciono que planea revertir las “órdenes ejecutivas dañinas” que firmó Trump y que han tenido un impacto negativo en el medioambiente. Según el demócrata, el actual presidente ha “destripado” la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

Otro de los compromisos en los que el presidente electo puso el énfasis es en el envío de “ayuda inmediata” a los gobiernos locales y autonómicos, que han recibido un fuerte enviste debido a la pandemia del Coronavirus.

En esta entrevista con MNBC, el futuro presidente que tuvo lugar en Wilmington (Delaware) más de tres semanas después del día de las elecciones, Biden recordó que “esto es más que una simple crisis financiera, es una crisis que está causando estrés mental real a millones de personas”.

Su aparición en televisión nacional se dio un día después de que la Administración General de Servicios (GSA) de la Casa Blanca diera luz verde a la transición de gobierno, que venía delatando desde que se conociera el resultado electoral. Sin embargo, Trump se sigue sin reconocer su derrota del todo, pero ha dejado de poner tantas trabajas para el cambio de gobierno.