La Asamblea General de Naciones Unidas declaró 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras, con el propósito de que se tome conciencia de “los beneficios nutricionales y para la salud de las frutas y verduras y su contribución a una dieta y un estilo de vida equilibrados y saludables”, según señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el documento Frutas y verduras —esenciales en tu dieta.

En México parece un mensaje más sobre la conveniencia de consumir esos alimentos, ya que durante años nos han bombardeo con el anuncio de “come frutas y verduras”, que ahora pasa inadvertido para el receptor en medios electrónicos e impresos, pues se ha llegado a la saturación del mensaje, un fenómeno muy conocido por la mercadotecnia.

 

¿Cuáles son las frutas y verduras?

No únicamente la saturación del mensaje ha impedido que se lleven a cabo esas recomendaciones, también interviene la falta de disponibilidad de esos alimentos, los costos y la enorme campaña publicitaria que despliegan las empresas productoras de alimentos procesados.

Lo importante es que se lleven a la práctica las políticas públicas que recomienda la FAO, que tienen mucha semejanza con la estrategia para una alimentación sana que en este sexenio está comenzado a poner en marcha el Gobierno Federal.

La carencia de esas políticas sobre la alimentación en todo el mundo se evidencia porque no había una definición clara de frutas y verduras. La FAO propone que se consideren frutas y verduras las “partes comestibles de las plantas (por ejemplo, estructuras portadoras de semillas, flores, brotes, hojas, tallos, brotes y raíces), ya sean cultivadas o cosechadas en forma silvestre, en estado crudo o en forma mínimamente elaborada”.

De esta definición, específicamente excluye a la raíces y tubérculos como la yuca, la papa, el camote y el ñame; las legumbres, excepto si se cosechan cuando no están maduras, como los ejotes; los cereales, a menos que se cosechen cuando no están maduros, como los elotes; semillas oleaginosas como cocos, nueces y semillas de girasol; plantas medicinales o hierbas y especias, a menos que se usen como verduras; té, cacao y café; productos procesados y ultraprocesados elaborados a partir de frutas y verduras, como bebidas alcohólicas, sustitutos de carne; y productos con ingredientes añadidos como los jugos de fruta envasados.

 

Los beneficios de las frutas y verduras

Además de la variedad de sabores y numerosas formas de prepararlas para su consumo, las frutas y verduras contribuyen a preservar y mejorar la salud. La FAO describe en el documento ya mencionado que hay una relación directa entre los colores de las frutas y verduras y sus beneficios para la salud, ya que el color está vinculado a los nutrientes y compuestos fitoquímicos que contienen.

Los colores púrpura y el azul les confieren propiedades antioxidantes que pueden reducir los riesgos de cáncer, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardiacas al betabel, col morada, berenjena, mora, arándano, uva morada, ciruela y maracuyá.

Los compuestos que le dan el color rojo al pimiento rojo, rábano, jitomate, manzana roja, tuna roja, cereza, uva roja, toronja roja y rosada, frambuesa, fresa y sandía, ayudan a disminuir el riesgo de cáncer y mejorar la salud cardiovascular.

Los carotenoides que les da los colores anaranjado o amarillo a la zanahoria, calabaza, chabacano, toronja, limón, mango, nectarina, naranja, papaya, durazno y piña, ayudan a la salud ocular.

Los fitoquímicos que le confieren los colores marrón y blanco a la coliflor, endivia, ajo, jengibre, cebolla, poro, plátano, pera marrón, tienen propiedades antivirales, antibacterianas y potasio.

El verde tiene compuestos fitoquímicos con propiedades cancerígenas, como espárrago, ejote, brócoli, col, pimiento verde, pepino, lechuga, espinaca, chícharo, manzana verde, aguacate, uva verde, kiwi, lima.

Claro que el consumo de las frutas y verduras mencionadas no garantiza la preservación de la salud, únicamente son unos de los factores que contribuyen a lograr una vida saludable.

Por esa razón, la FAO considera que el Año Internacional de las Frutas y Verduras “ofrece a los países y a los participantes en todo el sistema alimentario una oportunidad considerable de actuar y marcar la diferencia dentro del sector, así como de promover dietas saludables para una nutrición adecuada. Esas medidas, adoptadas con un enfoque integral, estarán dirigidas a todas las personas, sin exclusión, y contribuirán a eliminar el hambre y todas las demás formas de malnutrición”.

@RenAnaya2

f/René Anaya Periodista Científico