Este año, el Buen Fin, ha sido muy útil para la iniciativa privada, pues ha permitido reactivar el consumo interno en la mayor parte de los establecimientos y servicios que se habían visto afectados por la pandemia. De acuerdo a la PROFECO, esta edición cerró con buenos números y, a reserva de que la CONCANACO confirme las cifras exactas, se espera haber alcanzado la meta de ventas por 118 mil millones de pesos.

En este sentido, la Cámara de Comercio, Turismo y Servicios en Pequeño ya informó que los negocios pequeños, alcanzaron un alza en ventas de 20 por ciento en comparación con la temporada regular. Llama la atención que este año el 71 por ciento de los consumidores gastaron entre mil y 10 mil pesos, usando menos tarjetas de crédito (24 por ciento) y más sus ahorros (31 por ciento). Esto ha implicado un cambio en las formas de pago de los mexicanos, quienes este año dejaron atrás los “tarjetazos”, pues el uso del efectivo creció durante estas dos semanas.

Pero hay que considerar algunos factores que han marcado este año como, por ejemplo, el cambio del comportamiento del consumidor debido a que las necesidades han sido diferentes: las ventas en viajes y moda disminuyeron, mientras que aumentaron los sectores de alimentos y muebles para el hogar. Además, la crisis económica que ha significado la pandemia para muchas familias mexicanas ha hecho que el consumidor sea más precavido, pues la incertidumbre sobre la economía y sobre lo que nos espera el año que entra, nos hacen pensar dos veces sobre el consumo que queremos hacer.

Por otra parte, una de las tendencias que vimos este año y que sin duda se quedará para el futuro, es la compra online. Ya lo advertía la Asociación Mexicana de Ventas Online, que había previsto que este Buen Fin, 4 de cada 10 consumidores planeaban comprar sólo por Internet, y de ellos el 24 por ciento tenía pensado gastar más de 10,000 pesos siendo los electrónicos y electrodomésticos los productos más solicitados. Asimismo, se ha notado que, en general, los consumidores en línea son más reservados en sus decisiones de compra, pues un 80 por ciento compara precios y 74 por ciento visita en promedio 2.6 portales antes de adquirir un producto.

Este tipo de aspectos nos están dando ciertas luces respecto al futuro económico del país. Sin duda, México tiene músculo económico y la ciudadanía sabe cómo actuar, pese a que existen políticas erráticas en los diferentes órdenes de gobierno, que no ayudan y sí limitan, sin embargo, tenemos una capacidad de mantener una economía activa en el sector de abastos, consumo y producción.

Además, para la calificación del GRADO DE INVERSION, mantiene su status positivo, siendo en este sentido el líder de los países latinoamericanos, porque ha logrado estabilidad macroeconómica, tan es así que al final del 2020, México presentara el mejor balance en cuanto a finanzas públicas que la mayor parte de los países de este Continente, lo cual nos da un buen nivel para favorecer el crecimiento, si sabemos usar bien los recursos, si tenemos capacidad de generar empleo, si el gobierno tiene una buena relación con el sector privado, entonces las oportunidades de México son positivas.

En prospectiva, el país tiene posibilidades porque tiene fortalezas internas y, sobre todo, tiene ciudadanos que tenemos ganas de seguir adelante, de luchar y de no caer en desgracia. En esta época ha habido mucha solidaridad aun cuando se ha promovido la lucha de clases, porque el pueblo mexicano está reaccionando a su valor, integridad y sentido de libertad democrática.