El año 2020 empezó mal, transcurrió peor y, obviamente, debe terminar muy mal. Aquí sí vale aquello de “espera lo mejor…y prepárate para lo peor”, o como lo expresó el literato romano Publius Flavius Vegetius Renatus, en español Publio Flavio Vegecio Renato, al que se le adjudica el famoso proverbio latino Si vis pacem para bellum (Si quieres paz prepara la guerra). Así son las cosas y no se pueden cambiar con vacunas de “saliva” como acostumbra el “científico” de la 4T. La diarrea oral del tabasqueño no sirve más que para endulzar los oídos de sus seguidores. Para transformar la realidad del Coronavirus es inútil. La irresponsabilidad también se paga.
Todo esto referido a la nueva cepa de Coronavirus que afecta al Reino Unido de la Gran Bretaña que los científicos consideran hasta 70 por ciento más contagiosa que la que ya infectó a 76 millones de personas en todo el mundo y que le privó de la vida a 1,692,722 más. O como dicta la Ley de Murphy: “Todo lo que puede salir mal, saldrá mal”. O, “cuando todo va mal puede ir peor”, y cuando parecía que el perfeccionamiento de la vacuna contra el COVID-19 podría controlar la pandemia, aparece la cepa denominada VUI-202012/01 (“Variant Under Investigation”-Variante bajo investigación, primera de estas características descubierta en diciembre de 2020) y se define por un conjunto de 17 cambios o mutaciones.
Una de las más significativas es una “mutación N501 Y en la proteína S (la de la espícula) que el virus utiliza para unirse al receptor humano ACE2. Lo que origina preocupación es que los cambios en esta parte de la proteína S pueden, en teoría, hacer que el virus se vuelva más infeccioso y se propague más fácilmente”. Así lo describen los expertos en la materia. Yo solo lo copio al pie de la letra.
La nueva variante del coronavirus detectada en el United Kingdom (UK), podría haber infectado desde varias semanas a habitantes de varias naciones del viejo continente, de acuerdo al catedrático de fármaco-epidemiología de la Universidad de Oxford, Daniel Prieto Alhambra quien afirmó en una entrevista radiofónica —en la emisora RAC1–, que desde hace un mes era tema en el ámbito científico una posible mutación del virus, que ahora sería más contagioso, característica que posiblemente se hubiera detectado en algunos países de la Unión Europea. Sin embargo, Prieto aclaró que aún era muy rápido para asegurar si esa mutación era la causante del súbito aumento de contagios en Londres, Alemania, España o Italia, aunque precisó que era casi seguro que ya esté presente en varios países europeos.
Así las cosas, 24 horas después de que el Reino Unido (RU), informara de la nueva cepa más contagiosa del COVID-19, y de que Matt Hancock, secretario de Salud británico declarara que la variante estaba “fuera de control” y que era posible que Londres permaneciera bajo confinamiento durante muchos meses, varios gobiernos de la comunidad europea anunciaron el domingo 20 que suspenderían las conexiones aéreas británicas. Lo que empezó el sábado 19 de diciembre por la tarde como una prohibición del gobierno inglés para la movilidad de sus ciudadanos, terminó al día siguiente convirtiéndose en un cerrojazo internacional a la isla. Entre otros, decidieron la medida Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Irlanda, Austria, Suiza y Bélgica. Por el momento, España no se sumó a esta prohibición.
La administración gala prohibió todos los viajes procedentes del Reino Unido durante 48 horas. Eso le daría tiempo a las autoridades de encontrar una “doctrina común” para lidiar con el riesgo de infección según un comunicado del Quai d´Orsay, sede del ministerio de Asuntos Exteriores de Francia. El presidente Emmanuel Macron y la canciller alemana, Angela Merkel mantuvieron contacto telefónico con los otros líderes de la UE para dar una respuesta común. No se fijó la duración de esa suspensión de vuelos, pero la agencia de noticias DPA informó que estaría en vigor hasta fin de año. Bélgica, además, suspendió las conexiones de tren a Gran Bretaña, incluido el Eurostar. Más allá de Europa, Kuwait, Irán, Turquía, Israel, Canadá, El Salvador, Argentina, Chile y Colombia también suspendieron las conexiones con Inglaterra e Israel, además de con Sudáfrica, donde se ha descubierto una nueva variante del COVID-19. Además, Arabia Saudita prohibió todos los vuelos internacionales, así como el acceso a sus puertos por lo menos durante una semana.
Por su parte, para no repetir viejos errores, el domingo 20, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel convocó en una video conferencia a los expertos para que explicaran las medidas que estaban tomando o piensan poner en marcha en las próximas horas. Para el lunes 21, cuando se escribía este reportaje, posiblemente se efectuarían nuevos contactos entre los Veintisiete.
No solo se trató del tráfico aéreo, también dejaría de funcionar el tren de Eurostar que une las dos orillas del Canal de la Mancha. Las líneas Londres-Bruselas-Rotterdam y Ámsterdam fueron canceladas.
Holanda prohibió todo el tráfico de pasajeros con RU de manera inmediata durante por lo menos 10 días, hasta fin de año. El gobierno holandés decidió esta drástica medida después de que las autoridades sanitarias del país alertaron de que la misma variante del virus descrita por los expertos británicos está circulando en el país. “La cepa de este virus se está extendiendo más fácilmente y por eso es más difícil de detectar”, aseguraron funcionarios de los Países Bajos.
A su vez, la Organización Mundial de Salud (OMS) anunció el mismo domingo 20 que está en contacto permanente con las autoridades británicas, que intentaron impedir que se desatara el pánico doblemente fuera y dentro de sus fronteras. En primera instancia porque las nuevas restricciones han provocado el mayor éxodo de Londres en tiempos de paz, con imágenes de estaciones ferroviarias y carreteras saturadas de personas tratando de escapar antes de la Navidad. En segunda, porque no quieren quedar marcados internacionalmente pues, según señalan sus asesores científicos, a pesar de que esta nueva cepa es hasta un 70 por ciento más contagiosa que la original, no está demostrado que cause mayor mortalidad. De hecho, los expertos recuerdan que el coronavirus ya ha mutad miles de veces desde que comenzó la pandemia.
Por lo mismo, el ministro Matt Hanckok, que condenó la “irresponsabilidad” de quienes intentaron abandonar los territorios afectados por esta fase 4, la más severa, reconoció, como se dijo anteriormente, que la situación “está fuera de control” y que el gobierno se vio obligado a actuar de “forma rápida”. Lo peor del caso, es que estas medidas podrían mantenerse durante meses. ¿Cuántos? Eso nadie lo sabe. El propósito es que estas restricciones no se levanten hasta que esté vacunada toda la población de riesgo, es decir, casi 30 millones de personas. A la fecha, tras varias semanas de intensa campaña de vacunación, apenas se han vacunado 500,000 personas en el Reino Unido. Problema que sufren casi todos los países del mundo, tanto los ricos como los pobres. Vacunar millones y millones de personas no es un asunto fácil. En México pronto se verá si el gobierno de la 4T tiene la capacidad de hacerlo.
La nueva cepa del coronavirus no solo afectó a los transportes internacionales —aéreos y terrestres—, sino que derrumbó los mercados. Por ejemplo, los mercados financieros en la región Asia-Pacífico abrieron sus operaciones del lunes 21 con tendencia a la baja, mientras se esperaba conocer la tasa de referencia del banco central de China. El índice TPEx 50 de Taiwán descendió 1.36 por ciento, mientras el KOSPI 50 de Corea del Sur cayó 1.01 por ciento. En Tokio, el Nikkei 225 perdió 0.8 por ciento. Las pérdidas ocurrieron pese a que el domingo 20 en el Congreso de EUA se acordó un nuevo paquete de ayuda por 900 mil millones de dólares para hacer frente a la pandemia. Además, los referenciales petroleros Brent y WTI cayeron 3 por ciento por la información de la nueva cepa del coronavirus. La pandemia es como la diabetes mellitus: afecta todo el organismo humano. Hasta el peso mexicano sufrió un retroceso frente al dólar, pérdida que había podido sortear en los últimos meses.
En fin, ésta no es la primera nueva cepa preocupante detectada del SARS-CoV-2. En noviembre último, Dinamarca tuvo que sacrificar millones de visones tras la detección de una variante del coronavirus que se extendió no solo entre los animales de crianza en las granjas sino hasta sus trabajadores. Esta cepa tenía cuatro nuevas mutaciones, algunas de ellas en la parte más importante del patógeno: la proteína S, esencial para que el COVID-19 pueda infectar y que es objetivo de muchos proyectos de vacuna.
Lo positivo de todo este asunto es que, al menor por ahora, se considera que las vacunas desarrolladas y ya aprobadas en algunos países para proteger a las poblaciones del mortal virus son también efectivas contra la cepa mutada. Pero, mientras la infección se controla o no, según el último recuento de la Universidad Johns Hopkins, a escala global, los contagios de COVID-19 ascendieron a 76,704,426. Reino Unido ya rebasó los 2 millones de casos. Para ser claro: “Cuando todo va mal, puede ir peor”. Pese a todo, deseo Muchas felicidades a todo mundo por la Navidad y el próximo Año Nuevo. De corazón, no de saliva. VALE.