Entrevista con Gustavo Vega, Centro  Estudios Internacionales Colmex

 

Con asombro e indignación, el pasado seis de enero, el mundo entero vio el asalto que brutales hordas de milicianos extremistas, seguidores de Trump, realizaron al edificio del Capitolio en Washington. El asalto al edificio se prolongó durante horas, y dejó al menos cinco víctimas mortales, y diversos detenidos.

Desde entonces a la fecha varios de los principales aliados de Trump en las filas republicanas, han ido tomando sana distancia del presidente, otros de plano han roto con él.

Desde legisladores del Partido Republicano, hasta integrantes de su gobierno, son varios los personajes que han dicho “ya basta”, tras los sucesos del miércoles en el Capitolio.

Lo nunca antes visto, imágenes de decenas de personas rompiendo la seguridad, invadiendo la sede del Congreso estadounidense. Mientras tanto se mostraba a un presidente molesto, que había pronunciado un incendiario discurso en el que insistió, sin pruebas, en que las elecciones de noviembre fueron un robo.

El ex fiscal general William Barr, que dejó su cargo el pasado 23 de diciembre, emitió una dura condena del presidente al que sirvió; en un comunicado enviado a la agencia The Associated Press, Barr tachó la conducta de Trump de “traición a su cargo y sus seguidores”, y denunció que mover a las masas para presionar al Congreso no tiene excusa.

El jueves 7 de enero, el demócrata Joe Biden fue reconocido formalmente por el Congreso, como el próximo presidente de los Estados Unidos, poniendo fin a dos meses de desafíos fallidos, de su predecesor Donald Trump.

El triunfo del mandatario electo Joe Biden se selló, luego de que los integrantes de la Cámara y el Senado rechazaran una ronda final de objeciones, al resultado de las elecciones del 3 de noviembre, planteadas por republicanos en nombre de Trump. Más tarde, Trump señaló en un comunicado que habría una transición ordenada del poder a Biden el 20 de enero, y señaló que seguía en desacuerdo con el resultado de las elecciones, pero ya nadie le cree.

Varias fuentes indican que del 16 al 20 de enero milicianos extremistas, amenazan con un segundo capítulo con manifestaciones para pelear por Trump, y serán potencialmente más violentas. Sin embargo, la seguridad del Capitolio en Washington D.C. es extrema,  a una semana de la toma de Gobierno. Y Trump pareciera ser otro, al hacer un llamado a los estadounidenses a mantener la paz.

Éste semanario entrevistó al doctor Gustavo Vega Cánovas, profesor investigador del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México, quién señalo que pese a los intentos del presidente Trump, de aferrarse a la presidencia, no logra posicionarse para tener posibilidad de regresar a gobernar en un futuro, aún a costa de erosionar  el sistema democrático de Estados Unidos.

 

“Fue la última gota de una crisis más profunda que sufre el Sistema Electoral — que ya viene de varios años— al estar basado en un Colegio, que fue creado a efecto de prevenir acciones de gentes o presidentes, la verdad es que ha fallado y dejado de ser un Sistema Democrático funcional. Es un tema que requieren atacar a fondo los Estados Unidos. hacer reformas que realmente los votos representen la mayoría de la población, y no un sistema distorsionado como el que hay”.

Añadió que Trump ha erosionado bases del Sistema Democrático con sus actuaciones irracionales. La última gota, dijo, fue impedir que se reconociera la elección la semana pasada, lo que tiene repercusiones graves para el mundo entero.

Lo interesante de lo que está pasando, mencionó, “es que hasta ahora parecía que el Sistema fracasaba, pero ha mostrado resiliencia, y ha impedido que los intentos del señor Trump, del no reconocimiento de la elección hayan fallado. El Sistema todavía tienen oxígeno, hay organismos que funcionan y han impedido que pese al atractivo que Trump pueda tener en gran número de la población, no han erosionado de tal manera el Sistema, para impedir que Joe Biden que ganó democráticamente, llegue al poder el 20 de enero”.

El académico afirmó que si se logra impedir que Trump obtenga éxito e impedirle que vuelva a presentarse como candidato, será un triunfo de la democracia.

 

Trump y López Obrador

El doctor Gustavo Vega Cánovas, dijo que Donald Trump y López Obrador sostienen una amistad y un acuerdo: “En mi opinión desafortunado, que a la vez tiene una lógica, López Obrador logró detener los embates que le lanzaba Trump, hizo concesiones en el ámbito migratorio, en los temas que le interesaban más al presidente de Estados Unidos, y nos dejó en paz. Así México, ha seguido de forma libre, ajeno a  su política energética, consistente con las políticas de Trump, había una alianza, dejar hacer al otro, y apoyar al otro de algún modo”.

Ahora esto se acaba, dijo, y se cuestiona ¿qué va a ser México? “No va a ser suficiente mantener el acuerdo de detención de migración centroamericana, habrá necesidad de responder a cierta lógica, y a ciertos acuerdos que tenemos, Trump es permisivo, no hacía caso por ejemplo con que no se cumplía con acuerdos en términos del sector energético, como dar trato paritario a los inversionistas extranjeros en energías limpias, en todo lo que se ha detenido o las  políticas que se han tomado para favorecer a Pemex, todo eso va en contra de lo que va a postular el nuevo presidente estadounidense. Ahí habrá qué cambiar o aceptar consecuencias, porque el presidente Biden no permitirá lo anterior e impondrá nuevas reglas que México tendrá que acatar o de lo contrario habrá consecuencias”.

El profesor aseguró que con la llegada Biden, “se prevé un clima donde no habrá una narrativa de agresión por parte del nuevo presidente, pero si habrá llamada a cuentas, cumplimiento de normas y  acuerdos, por ejemplo el T-MEC, que nos obliga a cumplir las normas laborales, de manera muy estricta con el mecanismo de acción rápida”.

Dijo que la Covid-19 ha hecho que todo esté concentrado en la resolución de la crisis de la pandemia, pronto vendrán plazos y deberemos cumplir para implementar la reforma laboral, todo lo que hemos firmado, un acuerdo comercial inédito, con un capítulo laboral tan estricto: “Está bien, nos obliga a nosotros a permitir que haya sindicatos que puedan negociar libremente y no exista el pasado, en ese sentido es un logro, los mecanismos de cumplimiento son muy estrictos”.

Vega Cánovas, abundó: “Aquellos que favorecemos a los gobiernos democráticos, querríamos que Trump no vuelva a contender, y eso sería importante para que López Obrador sepa que hay reglas, que hay instituciones democráticas que no se pueden hacer a un lado, y hay que respetarlas, el ejemplo que va a dar Estados Unidos nos va a impactar de alguna manera, que no podemos desaparecer organismos  autónomos, y se va a tener mayor cuidado, que esto no se erosione como quiso hacer el señor Trump en Estados Unidos. Es el efecto potencial”. Abundó que si el día 16 surgen nuevas manifestaciones en Estados Unidos, “se acelerará la crisis, el Sistema Democrático norteamericano y no sabemos qué acciones deberán de tomar”.

El investigador del Colmex, señaló que por los acontecimientos de la semana pasada en el Capitolio, “hay preocupaciones por posibles nuevas manifestaciones y lo que se mostró es que no se puede confiar, ya que Trump  llegará al extremo de instigar a la insurrección, ya lo hizo e insiste, por ello toman medidas para impedir que haya una segunda oleada de manifestaciones, lo están desacreditando y frenan que Trump siga instigando”.

Añadió que las propias redes sociales “impiden que Trump siga organizando eventos, los extremistas están identificados, y les van a impedir que actúen como lo hicieron en el Capitolio, habrá detenciones, y fuerza federal protegiendo a los Congresistas. Ahorita están blindados en el Capitolio”. Así confió en que no se vuelvan a dar manifestaciones destructivas como las que hubo en días recientes.

Vega Cánovas, mencionó que lo ocurrido en las elecciones del país vecino, muestran que el Sistema no es tan disfuncional: “Lo que hay qué impedir es que haya éste tipo de gentes que llamen a la disolución del Sistema, que es lo que van a impedir ahora”.

 

Con Biden no habrá un lenguaje agresivo hacia México

El académico refirió que con la llegada de Joe Biden al poder, el tema prioritario será cómo hacer frente a la Covid, buscar un mecanismo para hacer llegar las vacunas, así como la manera de paliar la crisis económica. Manifestó que no habrá un lenguaje agresivo hacia México: “Ya no nos van a disminuir, ya no van a usar el lenguaje racista, ya no van a maltratarnos en términos narrativos. Pero ahora si van a tratar de buscar que se recuperen canales institucionales, para lidiar con los problemas de la relación. Qué medidas, hay que seguir, reglas mutuas que estemos de acuerdo en coordinar cómo, a través de qué mecanismos, buscar fórmulas”.

Dijo que Biden ya anunció que la actual situación de las fronteras se va a mantener “hay que centrarse en la Covid, pero habrá cambios migratorios para bien de México, se buscarán soluciones para el caso de Centroamérica, que esperamos no sean tan exigentes para nosotros, a lo mejor hay una posibilidad de regresar al modelo de colaboración. El Presidente Biden va a entender la importancia estratégica de México, pero al mismo tiempo pedirá a López Obrador reconozca canales institucionales y normas que todos queremos seguir, y que nos convengan a los dos”.

El Doctor Gustavo Vega Cánovas, insistió en que con la llegada de Biden, habrá qué cumplir reglas y compromisos que se han firmado como el T-MEC en términos energéticos, “es falso que tenemos absoluta soberanía para manejar el régimen como está, tenemos reglas a cumplir en cuanto a los inversionistas extranjeros, mantener la apertura porque ya lo firmamos en el Tipat, que es el otro acuerdo y eso se impone sobre el T-MEC, y debemos cumplirlo. Deberemos acatar los compromisos en términos de la política laboral de la reforma, pero también puede haber beneficios en el ámbito de narcotráfico, habrá una presión para que se detengan los envíos de fentaminol que ha ido creciendo desde México, y que haya una política más de cooperación para frenar eso. La nueva Ley que se pasó para impedir que la FDA pueda participar, tal vez pero vamos a tener que crear mecanismos de colaboración para que si no tenemos las capacidades institucionales para detener a los cárteles, cómo nos podemos ayudar mutuamente con tecnología de punta, que nos permita frenar el creciente envío de fentaminol y drogas hacia los Estados Unidos. Y también nuestro vecino del norte deberá buscar fórmulas,  para que no haya tanto tránsito de armas. En suma deberemos buscar nuevos mecanismos de colaboración, no nada más disposición de parte de Estados Unidos sobre nosotros”.

Enfatizó que más vale buscar mecanismos de colaboración a que nos impongan aranceles.