Llegó el tiempo de Joe Biden, el tiempo de dar los primeros pasos para cumplir con lo prometido y, para ello además de un equipo de colaboradores donde priva el conocimiento y la experiencia, cuenta también con la mayoría en la Cámara de Representantes y de Senadores. Desde el 20 de enero de 2021, todo lo que ordene, proponga o realice es su responsabilidad total. Nadie más, es responsable.

Enfrenta a un país dividido, polarizado, sumido en una grave crisis económica y de salud en donde la demanda social para superarlos comenzó.

El mandatario ofreció un apoyo económico de 1.9 billones para combatir los profundos daños causados por el Coronavirus, este presupuesto debe ser aprobado por el Senado, de contar con la aprobación Biden ofreció enviar a todos los ciudadanos mayores de edad un cheque de, mil 400 dólares, para ello la nueva legislación debe ser debatida y aprobada en el Congreso. Una vez que pase en ambas cámaras, Biden, firmará la ley y el pago del tercer cheque podrá comenzar a circular.

Sin embargo, no será hasta el primero de febrero que la Cámara de Representantes abrirá sesión para debatir el proyecto de ley, de acuerdo con Nancy Pelosi, líder de la Cámara, el rescate podría ser aprobado la primera semana de febrero por lo que los cheques podrían llegar a repartirse ese mismo mes, siempre y cuando la resolución pase en el Senado.

Pese a que los demócratas son mayoría en ambas Cámaras, es necesario tener en cuenta que para que el proyecto de ley pase en el Senado se necesitan 60 votos a favor en la Cámara Alta pero la realidad muestra una paridad de fuerzas entre demócratas y republicanos, cada partido cuenta con 50 escaños del Senado, los demócratas necesitan el respaldo de 10 republicanos para que la legislación pase de lo contrario, el proyecto podría ser bloqueado por lo que la llegada de un tercer cheque podría retrasarse y la promesa de ayuda fracasaría por lo que Biden, incumpliría.

Inmigración, otro tema de campaña, otra serie de promesas al respecto y bueno ya iniciaron algunas acciones en ayuda a los más de 11 millones de personas que no cuentan con documentos. En la legislatura local texana se presentó la propuesta para otorgar licencia de conducir a las personas que no cuenten con el famoso número de seguro social, es decir que no tengan permiso de estancia legal, una visa ni más, ni menos. El proyecto de ley HB-1058 enfrentará a los representantes republicanos.

Ramón Romero, el legislador demócrata que propuso el otorgamiento del permiso de conducir, podría ayudar a reducir el riesgo en las carreteras. “Hoy miles de texanos conducen sin completar un curso para conductores y eso no es porque eligieron no hacerlo.

En la actualidad en Texas, una persona indocumentada no puede obtener una licencia de conducir.

El Departamento de Seguridad Pública (DPS) requiere que los solicitantes de una licencia sean ciudadanos, residentes o algún tipo de visa temporal o evidencia de presencia legal en los Estados Unidos, prueba de identidad, un número de seguro social y un registro de vehículo, así como prueba de seguro. Actualmente una persona sin documentos en el Estado de Texas que sea sorprendida manejando un automóvil sin licencia puede ser detenida e incluso deportada bajo la ley SB4.

El presidente Joe Biden, firmó dese el primer día en la Oficina Oval decretos para proteger el programa DACA contra la deportación de los “soñadores”, firmó detener la construcción del muro con México y firmó para anular el veto migratorio que impide la entrada a territorio estadounidense a los ciudadanos de 11 países de mayoría musulmana.

Una de las órdenes firmadas pide a los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional tomar “todas las medidas necesarias” para salvaguardar el programa DACA, instaurado en 2012 y que protege de la deportación a casi 650.000 indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como “soñadores” (dreamers). También ha pedido que el Congreso actúe para proteger a estos jóvenes sin documentos y su nueva propuesta de reforma migratoria insta a otorgarles directamente la residencia permanente a ellos y a los beneficiarios del Estatuto de Protección Temporal (TPS) que beneficia a ciudadanos centroamericanos.

El presidente 46 de los Estados Unidos ordenó acabar con la emergencia nacional decretada por Trump para desviar fondos hacia la construcción del muro en la frontera con México, con lo cual el presidente cumple su promesa de frenar el proyecto estrella de Trump en la frontera, aunque Biden no planea derribar la parte de barrera ya construida por su predecesor que se extiende a lo largo de 727 kilómetros (452 millas) de la zona limítrofe.

Sin duda que la ciudadanía está atenta al quehacer del nuevo presidente, al cumplimiento de sus promesas, pero los seguidores de Trump han anunciado que no le darán espacio a los engaños y mentiras. Y bueno ni como dejar de lado las palabras de Donald Trump minutos antes de dejar la presidencia al responderle a un grupo de reporteros… “muchas gracias, ha sido un honor, éste no será un largo adiós”.

Antes de poner un pie en el helicóptero, Marine One, Trump se volvió y se despidió en un gesto de desagrado que ha recordado al del 9 de agosto de 1974 cuando Richard Nixon renunció a la presidencia. Con una diferencia, Nixon no se atrevió a pasar sus últimas horas en el poder otorgando perdones a sus socios y amigos.

Los compromisos de Joe Biden, son muchos, los obstáculos lucen complicados pero el nuevo inquilino de la Casa Blanca ha dicho que con base a la unidad de todos sus ciudadanos volverán a poner a los Estados Unidos en el lugar que nunca debieron abandonar. Veremos, veremos.