Luego de que Donald Trump fuera suspendido en redes sociales como Facebook y Twitter, López Obrador criticó la red del pajarito azul por, según él, estar dirigida por un panista, demostrando que este tipo de herramientas de comunicación son el nuevo campo de batalla de ciertos líderes que se identifican más con el populismo que con otras tendencias políticas.

Y es que es curioso la manera en que ambos políticos se han comportado en este ámbito: lanzando acusaciones al por mayor, despreciando canales institucionales en beneficio de sus cuentas personales, con un equipo que defiende la mayoría de sus afirmaciones y justificando siempre sus errores.

En el caso del exmandatario estadounidense, fue claro que la suspensión se debió a un llamado a la violencia, algo que se prohíbe en las reglas de dichas redes, pero para Trump se trató de un acto de censura, algo que también comparte como opinión López Obrador.

En tanto, miles de usuarios confrontan diariamente información y opiniones a favor de su causa y en contra de la contraria, demostrando que más que espacios de encuentro y comunicación, las redes sociales se han convertido en campos de batalla de posiciones políticas que muy pocas veces tienen que ver con la verdad.