Ante el avance de un virus que se contagia a una velocidad increíble, causando cientos de miles de muertes en todos los países del mundo, que ha provocado el encierro y la consiguiente crisis económica a nivel internacional, la esperanza de regresar a la normalidad –sea cualquier cosa que uno entienda– está cifrada en la obtención de una vacuna para no sufrir los embates de la Covid-19.

Pero aunque el desarrollo de la vacuna se ha hecho en tiempo récord, se ha topado con varios obstáculos que van desde la falta de coordinación de instancias gubernamentales nacionales e internacionales, la campaña que los negacionistas han hecho por la rapidez en que se ha logrado tener 4 vacunas disponibles, a las discusiones acerca de cual es la apropiada para usar en esta emergencia sanitaria.

Si bien algunas compañías farmacéuticas han puesto a disposición de la ONU, mediante el mecanismo Covax, y de gobiernos sus vacunas, aún faltarán meses para que un porcentaje significativo de la población mundial esté inmunizado y el riesgo de contagios se reduzca, pero mientras esto sucede seguiremos atestiguando como la polémica por las vacunas, sus efectos, la manera en que se manejan y los costos se mantenga en nuestra vida diaria.