Después de la reciente presentación del informe de labores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ante el Congreso mexicano, queda una gran incógnita: ¿En dónde está la CNDH?

Sin duda, debido a la grave crisis de derechos humanos y a la pandemia por la que atraviesa el país, se necesitaba que, a pesar de la forma en la que había llegado a la Presidencia de la CNDH, en medio de jaloneos, pancartas y gritos, hiciera un gran trabajo.
México necesita altura de miras, que se honre a la institución y defienda su naturaleza. Que la Comisión ejerza su obligación constitucional de proteger y defender los derechos humanos.

Se necesita una CNDH fuerte, independiente, autónoma y con autoridad moral que priorice la defensa de los derechos y libertades en nuestro país.

Preocupa la escasa actividad que ha tenido el Organismo. La emisión de recomendaciones generales es cada día menor. Mientras en 2019 se realizaron 7 recomendaciones generales, en 2020 su administración sólo emitió 2. Inaudito en una administración que dice defender al pueblo.

Esta gestión es sumamente cuestionable. Durante 2020 no se emitió ninguna recomendación para que se realizaran pruebas de detección de COVID-19, cerró los ojos ante la falta de insumos e infraestructura en los hospitales.

También hizo caso omiso sobre la falta de equipos de protección de calidad para el personal médico y de enfermería. Hoy somos el primer lugar en el mundo con más muertes de trabajadores de la salud. No hubo ni una sola acción de la CNDH en medio de esta emergencia sanitaria para exigirle al gobierno, protegiera la vida de los doctores, de las enfermeras, de los camilleros, del personal de limpieza en los hospitales. Muchos de ellos han muerto por tratar de curar a más mexicanos.

Me parece importante recordar la respuesta a la queja que interpusimos desde el PAN por la falta de pruebas para detectar el Covid-19 y cito textualmente “la CNDH procede a la conclusión del presente asunto por no existir materia para seguir conociendo del expediente de queja, en razón de que las autoridades involucradas se encuentran brindando la atención que la problemática requiere”.

¿En verdad la Comisión Nacional de los Derechos Humanos considera que se está brindando la atención que la problemática requiere? Increíble.

Cada enfermo, cada muerte, cada dolor, nos refrenda la importancia, la trascendencia, la honorabilidad que debería tener la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.