«imago animi sermo est»   La palabra es la imagen del alma

 

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo este lunes que está a favor de analizar, y en su caso, legislar para la regulación de las redes sociales, que la Secretaría de Gobernación está estudiando la posibilidad de regular empresas como Twitter y Facebook.

Todo ser humano es titular de los derechos fundamentales, pero como en toda relación de correspondencia jurídica, simultáneamente a la titularidad de dichos derechos, existen deberes y obligaciones fundamentales. Cada derecho implica también un deber, el tener un derecho, en la acepción jurídica, equivale a la imposición por parte de la norma jurídica, de un deber jurídico correlativo.

Una de las libertades más preciadas del hombre es la libertad de expresión, la consagración jurídica de la libertad de expresión sucedió en 1789 en Paris en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, al establecer en su art 10,  que:  “Nadie puede ser molestado por sus opiniones, incluso religiosas, en tanto que su manifestación no altere el orden público establecido por la ley”;  agrega en el artículo 11 que: “La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más preciados del hombre; todo ciudadano puede, por tanto, hablar, escribir e imprimir libremente, salvo la responsabilidad que el abuso de esta libertad produzca en los casos determinados por la ley.”

Es entonces entendible que, sin la posibilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y de clamar cambios, el hombre está condenado a la opresión.  El derecho a la libre expresión es también uno de los más vulnerados por los gobiernos represores que quieren impedir que se expresen ideas contrarias a la política que impone. La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, es respetar nuestra propia libertad de palabra.

Antes de legislar al respecto de las redes sociales, se debe analizar en cómo evitar abusos y proteger derechos en dichas las redes sociales, deben ser tomadas en cuenta las características originales y diferenciales de internet antes de impulsar cualquier ley que afecte la incorporación jurídica. La autorregulación -de las plataformas y de las personas- no parece ser suficiente. Por eso en diversos países se discute cómo regular las plataformas, redes sociales y buscadores.

Existen varios tipos de plataformas y clasificaciones como: instrumentos tecnológicos de búsqueda (Google, Yahoo, etc.), redes sociales (Twitter, Instagram, Facebook, Whatsapp), blogs y correo electrónico. Todos ellos usan datos personales, y por lo tanto se debe tener en cuenta los derechos de autor.

Antes de legislar se debe abrir el foro a debate para que la ley  incluya los intereses de las  partes relacionadas sectores público y privado, la academia, los juristas, la comunidad técnica, sociedad civil y  ciudadanía usuaria, teniendo en cuenta las implicaciones que una regulación restringida puede traer para la dinámica abierta y global de internet y para el ejercicio de derechos humanos.

El derecho a la información y la libertad de expresión, en todas sus modalidades, son derechos humanos; imprescindibles para el desarrollo genuino de una cultura de la comunicación, sustentada en el respeto a la diferencia y en el fomento a la tolerancia; aspectos ostensibles en una sociedad que, como la nuestra, aspira al perfeccionamiento de la democracia en un clima de libertad, pero también de tranquilidad y la convivencia social armónica.

Iniciemos, ya de manera perentoria entre todos, una nueva etapa en la lucha por los derechos humanos, acorde con la Constitución; dando cita a quienes tienen, la palabra, el micrófono, la tinta y el papel y los medios electrónicos, con los que se establecerán los nuevos derroteros impulsores del respeto a la dignidad humana -antes y por encima de cualquier otro propósito- para ampliar los derechos fundamentales en el ámbito público de la crítica y el análisis para construir un nuevo marco democrático del ejercicio de la libertad de expresión.