Por Elisur Arteaga Nava y Jaime Salvador García González
La pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19 (Coronavirus), que ha azotado a México desde principios del 2020, bien podría calificarse por quienes son creyentes como una plaga de proporciones bíblicas, de las que se mencionan en los libros de Éxodo y Apocalipsis. Por otra parte, aquellos que saben algo de cultura griega clásica, la pudieran considerar como pestes similares a las padecidas en tiempos míticos en Tebas, durante el reinado de Edipo, como lo refiere Sófoccles; o la que asoló a Atenas en los tiempos de Pericles, como lo narró Tucídides.
Sea cual fuere la postura del lector, está claro que salir de la actual crisis sanitaria no será a través de un milagro o de la intervención de un personaje con dotes sobrehumanas. El pensamiento mítico nada nada tiene que hacer en este momento. Es evidente que saldremos sólo a través de la ciencia, concretizada en las diversas vacunas desarrolladas para contrarrestar el Coronavirus y su aplicación generalizada a la población y, con la otra opción que se está buscando: un tratamiento que contrareste la enfermedad una vez que ha sido detectada. Es así como podremos aspirar a superar el presente atolladero, del cual no se han salvado el presidente López Obrador, el empresario Carlos Slim ni el subsecretario López-Gatell, entre otras figuras públicas contagiadas por el Covid-19.
La primera vacuna contra el Covid-19 fue aplicada en la mañana del 24 de diciembre del año pasado a María Irene Ramírez, de 59 años de edad, Jefa de Enfermería en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital “Rubén Leñero” de la Ciudad de México[1]. Se le inoculó la vacuna desarrollada por la americana Pfizer, de manera conjunta con el laboratorio alemán BioNTech. Después de ella siguieron varios profesionales de la salud, particularmente del sector público. Sin embargo, muchos de ellos sólo han recibido la primera de dos dosis. Junto con el personal sanitario se ha dado prioridad también a los docentes del estado de Campeche.
Para la campaña nacional de vacunación contra el Coronavirus, México ha concretado acuerdos por 34.4 millones de dosis de Pfizer, 77.4 millones de la británica AstraZeneca, 35 millones de la china CanSino, 51.5 millones de la plataforma Covax (el mecanismo coordinado por Gavi, Vaccine Alliance, Coalition for Epidemic Preparedness Innovations y la Organización Mundial de la Salud), 24 millones de dosis de la fórmula Sputnik V, originaria de Rusia[2], y, más recientemente, 10 millones de la también china Sinovac[3]. Las anteriores son las únicas vacunas aprobadas por la autoridad sanitaria. Respecto a las vacunas de los laboratorios estadounidenses Moderna, que requiere de dos dosis, y la desarrollada por Johnson & Johnson, que es de una sola aplicación, no se tiene noticia sobre adquisición alguna y tampoco cuentan con el aval de las autoridades para ser distribuidas en México. El total de dosis aseguradas asciende a 232.3 millones. Tomando en cuenta que la mayoría de las vacunas adquiridas por el gobierno mexicano requieren una segunda dosis (la única vacuna de una sola inoculación es la de CanSino), dicha cifra parece ser suficiente para inmunizar a los 126,014,024 habitantes, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al año 2020[4].
El pasado domingo 14 de febrero arribó a México un embarque de 870 mil vacunas de AstraZeneca, provenientes del Instituto Serum de la India, uno de los principales productores de vacunas a nivel internacional[5]. Con ello, el lunes 15 de febrero dio inicio la vacunación de los habitantes mayores de 60 años. El presidente López Obrador ha asegurado que a “más tardar a mediados de abril ya estarán vacunados los 15 millones 717 mil 170 adultos mayores de 60 años, con esto se garantiza una disminución de fallecimientos por COVID del 80%”[6]. En base a los datos aquí mencionados, vamos lento en cuanto al proceso de vacunación. Si estuviéramos hablando de un coche, se podría decir que nos hace falta meterle al acelerador.
Más allá de las cifras y del complejo proceso que implica inmunizar a la población mexicana —asumiendo un bajo número de habitantes que rehúse vacunarse por diversas razones—, la proverbial luz al final del túnel está todavía muy lejos. Ninguna de las cinco vacunas autorizadas en México da una protección del 100%. Su eficacia es la siguiente: Pfizer, 95%; AstraZeneca, 70%; CanSino, 65.7%; Sputnik V, 91.6%[7]; y Sinovac, 70%[8]. Además, está por verse que tan efectivas son las vacunas citadas frente a las nuevas variantes del Covid-19: la sudafricana, la brasileña, la británica y todas las nuevas mutaciones que vayan surgiendo.
Al parecer, aun suponiendo sin conceder, que se logre una exitosa campaña de vacunación, la crisis de salud, económica y educativa provocada por el Coronavirus dista mucho de estar próximo a su fin. Las medidas, como el uso de cubre bocas, lavado de manos frecuente, uso de gel desinfectante en forma constante y la sana distancia permanecerán, al parecer, de manera indefinida. Incluso, es posible que haya que vacunarse nuevamente debido a las variantes del Covid-19 ya mencionadas. La vida “normal” tal como la conocíamos antes de la pandemia, tal vez demore más de lo deseado. Habrá que adaptarse a esta “nueva realidad”, según todo indica.
Es un hecho que la emergencia sanitaria ha cambiado nuestros hábitos. Los que sobrevivan recordarán estos meses como un antes y un después de la pandemia. Hay un hecho: no volveremos a ser los mismos. Los que nos dedicamos a la docencia nos hemos previsto del privilegio de conocer directamente a nuestros alumnos. Extrañamos el ruido de las aulas, el diálogo personal y directo. Los viejos nos negamos a que ese sea nuestro destino.
Llegaron muy a tiempo los modernos sistemas de comunicación. No sabríamos qué hacer sin ellos. La economía, los trabajos y la educación no se paralizaron por la pandemia gracias a su uso generalizado. Somos afortunados.
[1] https://www.eluniversal.com.mx/nacion/aplican-la-primera-vacuna-contra-covid-19-en-mexico.
[2] https://www.forbes.com.mx/mundo-covax-que-es-el-mecanismo-para-garantizar-el-acceso-global-a-vacunas-contra-covid-19/.
[3] https://www.xataka.com.mx/medicina-y-salud/mexico-ha-aprobado-cinco-vacunas-covid-estas-fechas-llegada-pfizer-cansino-sputnik-v-astrazeneca-novavax.
[4] https://www.inegi.org.mx/temas/estructura/.
[5] https://www.animalpolitico.com/2021/02/mexico-manana-vacunacion-adultos-mayores/.
[6] Ibidem.
[7] https://www.elfinanciero.com.mx/salud/vacuna-de-cansino-tiene-efectividad-del-65-7-segun-resultados-de-ultimos-ensayos.
[8] https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/Sinovac-dice-que-su-vacuna-Covid-19-es-mas-efectiva-con-un-mayor-intervalo-entre-dosis-20210118-0029.html.

