Luego del azote que representó la Covid-19 –una enfermedad para la que no había cura y que ha provocado millones de muertos en el planeta– y del encierro que obligó por su contagio, empiezan a surgir algunos indicios de lo que será la nueva normalidad.

Esto es así, porque no podremos volver a estar como antes de la pandemia, pues es probable que un nuevo virus o una variante del actual vuelvan a provocar una alerta sanitaria a nivel internacional.

Así, es posible que tengamos que vivir con mas medidas de higiene personal de las habituales, que las tecnologías de comunicación sean más utilizadas, en especial en campos como la educación o los negocios, que los eventos multitudinarios sean replanteados y que la investigación médica –en especial la relativa a las vacunas– sea apoyada más por los gobiernos.

Algunas de las enseñanzas que nos dejó la pandemia tiene que ver con la manera en que la población acata las medidas para mitigar los contagios, en contraste con los movimientos negacionistas y de conspiración que hacen creer que todo es producto de laboratorio o que se busca el control social; de igual manera, en la medida en que los sistemas de salud nacionales revisen las emergencias a las que pueden enfrentarse, se estará dando un paso adelante para futuros virus y su impacto a nivel planetario.

Esto es algo de lo que cambiará en el futuro cercano, aunque pueden darse más cambios que ahora no imaginamos.