Özlem Türeci y Ugur Sahin es un matrimonio de médicos Turco-Alemán, que en los últimos 20 años se ha dedicado al campo de la investigación científica en tratamientos de inmunoterapia contra el cáncer. Hombro con hombro no solamente en la vida familiar, sino en el aspecto profesional, desarrollaron una tecnología llamada ARNm que trasladaron a las vacunas virales con el afán de proporcionar al mundo un escudo de protección que asegure nuestra subsistencia y detenga la lesividad y letalidad del coronavirus.

¿Quienes son estos dos connotados científicos que hoy proporcionan esperanza de vida a la humanidad?

Özlem Türeci nació en 1967, en Lastrup, Baja Sajonia, Alemania, de padres turcos. Según su biografía ella se define como una turca-prusiana. Su padre, originario de Estambul era médico cirujano del hospital de la pequeña ciudad de Lastrup. Como sucede con un gran porcentaje de los hijos e hijas que sienten gran admiración por sus padres y anhelan un día ser como ellos, Türeci, abrazó la medicina como profesión.

Estudió su doctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sarre. Ya desde entonces se sentía atraída por el tratamiento de inmunoterapia para células cancerosas, tema sobre el cual escribió su tesis.

Türeci cuenta con una brillante trayectoria profesional: En 2001 colaboró en la fundación de Ganymed Pharmaceuticals como directora científica, de la que fue directora ejecutiva en 2008.

Es cofundadora y directora médica de BioNTech. Preside la Asociación para la Inmunoterapia de Cáncer CIMT de Maguncia y el Cluster para la Intervención Inmune Individualizada de Rin Meno.

Pionera en la inmunoterapia contra el cáncer en donde ha contribuido en el desarrollo de vacunas contra esta enfermedad basadas en ARN mensajero.

Cuando se encontraba en el Hospital Universitario de Homburg, conoció a su colega Ugur Sahin, con quien comenzó a investigar como combarir los tumores oncológicos, mediante el fortalecimiento del sistema inmunológico para evitar tratamientos agresivos como la quimioterapia y las radiaciones.

Sahin nació en 1965 en Alejandreta, Hatay, Turquía. Su padre se trasladó a Alemania en busca de trabajo, en donde colaboró como obrero en la fábrica de Ford ubicada en Colonia. Con la finalidad de reunirse con su padre, su madre y Sahin emigraron a Alemania cuando el niño tenía 4 años de edad. Desde muy joven Sahin disfrutaba de dos actividades, el futbol y leer libros de divulgación científica. Fue el primer niño hijo de inmigrantes turcos que estudió y se graduó en la Escuela Gymnasium Erich Kästner de Colonia. Estudió medicina en la Universidad de esta misma ciudad, en donde se doctoró en 1992 con la tesis sobre inmunoterapia de células tumorales, anticuerpos monocionales biespecíficos para la activación de precursores citostáticas en células tumorales. Más tarde realizó estudios avanzados de matemáticas y química en la Fernuniversität Hagen. En el Centro Médico Universitario de Maguncia ha ocupado cargos de investigación oncológica e inmunología y ha impartido la cátedra de oncología experimental.

Al encontrarse desarrollando su trabajo en el Hospital Universitario de Sarre en Homburg, conoció a su colega Özlem Türeci con quien de inmediato tuvo grandes coincidencias en objetivos profesionales. En 2002, cuando Türeci concluyó sus estudios la pareja decidió unirse en matrimonio en el que procrearon una hija.

El matrimonio, dada su especialidad en oncología e inmunología y sus estudios en otras disciplinas médicas, decidieron dedicarse a la investigación de antígenos, es decir, sustancias que al introducirse en el organismo inducen en éste una respuesta inmunitaria que provoca la formación de anticuerpos. El objetivo es que la identificación y caracterización de estas moléculas logre, nada más y nada menos, que la inmunoterapia de tumores cancerosos como el de mama, próstata, pulmón y otros.

Estas investigaciones tienen como base el ácido ribonucleico (ARN), que es el otro tipo de nuecléico que posibilita la síntesis de proteínas. El ácido desoxirribonucleico (ADN) contiene la información genética y el ARN es el que permite que ésta sea comprendida por las células, por esta función, uno de los tipos de ARN es denominado mensajero y se identifica con las siglas ARNm.

Según la información publicada, la idea es que la sustancia mensajera con información genética desencadena una reacción del sistema inunológico, propicia la inhibición y regresión de los tumores, sin provocar un cambio genético permanente en la célula, que se disuelve después de un uso único para formar una proteína. El objetivo es el desarrollo de un proceso de ingeniería génetica para que la vacuna desencadene una respuesta directa y dirigida del sistema inmunológico despues de la inyeccción. Investigación que el equipo de Türeci y Sahin han logrado un desarrollo importante.

En 2008 el matrimonio fundó la empresa de biotecnología BioNTech, domiciliada en Maguncia, Alemania, de la que Sahin ha sido desde entonces su Director Ejecutivo y Türeci su Directora Médica. Empresa que fabrica inmunoterapias activas para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades graves. Es una empresa de investigación cuya perspectiva es el descubrimiento de medicamentos basados en ARNm para uso de inmunoterapias individualizadas contra el cancer, vacunas contra enfermedades infecciosas, terapias de reemplazo de proteínas en enfermedades raras.

El 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud de Wuhan, China, notificó a la OMS, la existencia de un conglomerado de casos de neumonía que, con posterioridad, se determinó, fueron causados por un nuevo coronavirus. Posteriormente la OMS reconoció que el virus había traspasado fronteras, convirtiéndose en pandemia.

Con este motivo, la pareja de científicos y su equipo iniciaron la investiación de una vacuna contra la el Covid-19. En mayo de este mismo año la farmaceútica Pfizer trabajó junto con BioNTech, en su posible vacuna BNT 162, que fue inyectada a los primeros humanos en Estados Unidos augurando buenos resultados. En julio siguiente ambas empresas anunciaron que dos de las cuatro candidatas a vacuna de ARNm habían ganado la designación de vía rápida de la Administración de Medicamentos y Alimentos de E. U. (FDA), organismo competente para regular los productos medicinales que aseguran a los consumidores estadounidenses la efectividad de los medicamentos comercializados. E iniciaron la fase tres de la vacuna en 30,000 personas. En los meses subsecuentes continuaron con pruebas, autorizaciones y negociaciones de venta.

En noviembre se informó públicamente que la vacuna tenía el 90% de efectividad en la prevención de la enfermedad, comprobado en voluntarios no contagiados del virus. En diciembre, Inglaterra fue el primer país en aprobar la aplicación de la vacuna contra el covid-19 y Margaret Kenan, una mujer de 90 años fue la primera en el mundo en recibirla.

En diciembre aprobaron su uso Estados Unidos, Canadá y México, entre otros países.

Según declaraciones publicadas en diversos diarios europeos, la misión profesional el matrimonio de científicos de Sahin y Türeci, no es obtener una situación financiera sobresaliente, su mayor satisfacción es la eficacia de sus aportaciones a la comunidad cientifica, en bien de la humanidad. A pesar del gran éxito obtenido, continuan con la rutina cotidiana de investigación en su empresa y con sus enseñanzas en la academia.

En mi opinión, Türeci y Sahin no solamente han aportado al mundo la esperanza de vida que significa la vacuna contra el covid-19, por ellos descubierta, sino que, representan el mejor ejemplo de una cultura de igualdad en la que un hombre y una mujer han valorado y revalorado el rol de ambos, libres de prejuicios, de estereotipos. Han reconocido, con profunda visión humanista, las virtudes individuales y las han canalizado a la realización personal, a la ayuda mutua, al trabajo en equipo y al bienestar colectivo. Comportamientos que son sinónimo de equidad, de justicia social, de progreso.

La autora es Ministra en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

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