El artista de cine Félix Salgado Macedonio, al conocer la resolución del Instituto Nacional Electoral, que canceló su candidatura a gobernador del estado de Guerrero, dijo:

“Se los decimos de una vez, no va a haber elecciones en Guerrero y en el Congreso van a mandar a un gobernador interino y ese gobernador interino va a convocar a una nueva elección en un término de seis meses y de todos modos voy a ser el gobernador de Guerrero, ¿para qué le dan vuelta? Yo no voy para atrás, todo para delante …”

Luego criticó al INE: “es un órgano electoral bastante cuestionado, que no ha sido decente y no ha sido imparcial, que no puede decidir por todo un pueblo.

“El INE se pasó de vivo, se pasó de tueste y cree que nos va a agarrar mansitos, eso es lo que cree el INE” (El Universal, 26 de marzo de 2021; en el mismo sentido El Financiero).

Con posterioridad ha formulado otras amenazas y echado otras habladas, sobre todo, al conocer la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; entonces se plantó ante las oficinas del INE y amenazó con ir a buscar a los señores consejeros a sus propios domicilios. para presionarlos a resolver a su favor. Hasta ahora ha contado con la complacencia, que llega a complicidad, de las autoridades competentes.

Es común en México que los particulares presionen a las autoridades para que resuelvan un diferendo o una materia de acuerdo con sus intereses; lo hacían y hacen los sindicatos, uniones y gremios. Esa fue la manera de actuar que prefería el actual presidente de la República para protestar o para exigir. En la actualidad se ha hecho una moda de que también lo hagan los titulares de un poder, los dirigentes partidistas o los legisladores.

Se considera que, si no presionan, el INE, los jueces o los magistrados, no resolverá de manera adecuada. Ésta es una mera fórmula, en el fondo se trata de que resuelvan de conformidad con intereses particulares y en violación de la ley. Para lograr el sometimiento, algunos políticos, entre ellos el candidato ahora desbancado, recurren a las amenazas.

Las presiones que hacen los particulares se manifiestan de diferentes formas: bloqueos de oficinas, calles e, incluso, mediante el secuestro de los titulares de una función, daños a la propiedad, tanto pública como privada.

En los casos en que los titulares de una autoridad lo hacen, hay una parte fuerte y una débil. Los legisladores amenazan a los titulares de los otros poderes o de algunas funciones, como la de ser árbitro en los procesos electorales.

Félix Salgado Macedonio ha hecho de la presión y la amenaza una forma de hacer política. Amenazó a los gobernadores de los estados que no se plegaban a los deseos de AMLO con desaparecerlos. Lo mismo hizo con los ministros de la Suprema Corte. Ahora moviliza a sus partidarios guerrerenses y, junto con ellos, se planta en las afuera de las oficinas del INE y del Tribunal Electoral

A las oficinas del INE las tiene sitiadas; con su bloqueo persigue dos objetivos: el primero: castigar a los consejeros por haberle cancelado su registro como candidato a gobernador; y segundo, impedirles que libremente califiquen la próxima elección e impedirles que emitan resoluciones que impidan la sobre representación de Morena y sus cómplices en la próxima composición de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

Para evitar que la Suprema Corte de Justicia se vea tentada a defender la autonomía del Tribunal Electoral se le amenaza con reestructurarla; se ha mandado un mensaje a los ministros, magistrados y jueces por virtud del cual se les amenaza con una iniciativa de reformas a la Constitución por virtud de la cual se le someta de manera definitiva. Los morenistas están blofeando; no cuentan en la Cámara de Senadores con el número suficiente de votos para cumplir sus amenazas.

Han tomado oficinas públicas con el fin de presionar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a regresarle su candidatura, a pesar de las violaciones a las leyes electorales en que, tanto el candidato como su partido incurrieron en la etapa preelectoral.

También presiona el presidente de la República, con el fin de someter a los jueces, a los magistrados y ministros de la Suprema Corte. Anteriormente presionó a las autoridades federales, a través de instruir a sus partidarios en el estado de Tabasco a no pagar el servicio de energía eléctrica. Una vez en la presidencia condonó lo adeudos; ¿por qué no lo iba a hacer?, finalmente no era dinero suyo, era de todos los mexicanos. AMLO fue generoso con lo ajeno cuando protestaba. Ahora lo es para ganar votos.

A la luz de las leyes, lo dicho y hecho por Salgado Macedonio es grave. Como no soy ministerio público ni juez, no me atrevo a decir que constituya la comisión de un delito, simplemente me limito a invocar ciertos preceptos que pudieran englobar su conducta.:

En la Constitución Política de la República existen dos normas que prevén el derecho a manifestarse por razones políticas y el de demandar el servicio de impartición de justicia a las instancias que la imparten:

“Artículo 9º. … No se considerará ilegal y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, no se hiciere uso de violencia o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee.”

Artículo 17 constitucional: “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho.”

El Código penal federal tipifica los delitos de sedición y motín; establece penas de prisión y multa a quienes incurran en ellos:

Artículo 130. Se aplicará la pena de seis meses a ocho años de prisión y multa hasta de diez mil pesos, a los que en forma tumultuaria, sin uso de armas, resistan o ataquen a la autoridad para impedir el libre ejercicio de sus funciones con alguna de las finalidades a que se refiere el artículo 132.

A quienes dirijan, organicen, inciten, compelan o patrocinen económicamente a otros para cometer el delito de sedición, se les aplicará la pena de cinco a quince años de prisión y multa de hasta veinte mil pesos.

Artículo 131. Se aplicará la pena de seis meses a siete años de prisión y multa hasta e cinco mil pesos, a quienes para hacer uso de un derecho o pretextando su ejercicio para evitar el cumplimiento de una ley, se reúnan tumultuariamente, y perturben el orden público con empleo de violencia en las personas o sobre las cosas, o amenacen a la autoridad para intimidarla y obligarla a tomar alguna determinación,

A quienes dirijan, organicen, inciten, compelan o patrocinen económicamente a otros para cometer el delito de motín, se les aplicará la pena de dos a diez años de prisión y multa de hasta quince mil pesos.”

En el Código Penal del estado de Guerrero, en sus artículos 372 y 373, reitera esos tipos penales y establece penas para quienes incurren en ellos. :

 

Capítulo IV Motín

Artículo 372. Se impondrá prisión de seis meses a cinco años de prisión a quienes, para conseguir que se les reconozca o conceda algún derecho, en forma tumultuaria:

  1. Amenacen a la autoridad para obligarla a tomar alguna determinación, o
  2. Por medio de violencia en las personas o fuerza en las cosas perturben el orden público.”

 

Capítulo V Sedición

Artículo 373, Se impondrá de uno a seis años de prisión, a quienes en forma tumultuaria y sin uso de las armas, ataquen a la autoridad para impedir el libre ejercicio de sus funciones con alguna de las siguientes finalidades:

  1. Impedir la elección, renovación o funcionamiento de alguno de los Poderes Públicos del Estado, o de los ayuntamientos:”

Para el caso de que, como lo anunció el Salgado Macedonio, sus partidarios tomen caseta o se planten ante las oficinas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tanto en la legislación federal, como en la de la Ciudad de México, existen disposiciones similares que prevén castigos a quienes lo hagan.

El Fiscal General de la Nación entraría en complicidad con Félix Salgado Macedonio y sus seguidores, si no le impide presionar al Tribunal Electora del Poder Judicial de la Federación, para que pase por alto las irregularidades en que ha incurrido en su precampaña, deje de sancionarlo por no haber rendido las cuentas que las leyes electorales determinan y le den, en contra de lo que disponen las leyes, su reconocimiento como candidato de Morena a la Gubernatura.

Ahora se pondrá en evidencia si existe o no connivencia entre las autoridades del estado de Guerrero y, concretamente, entre el Fiscal General de Justicia del estado y Félix Salgado Macedonio. Los hechos demuestran que ese fiscal, a pesar de las denuncias de violación que existen y de que aquél, en la actualidad, no goza de inmunidad por haberse separado de manera definitiva del cargo de senador, no se ha atrevido ni siquiera citarlo a declarar y, muchos menos, a judicializar las averiguaciones abiertas.

Es de suponerse que las autoridades competentes de perseguir los delitos no actuarán. Presionar, bloquear, insultar a las autoridades, tomar casetas, hacer plantones y otras, son prácticas habituales para hacer política en México. Lo realizan todos los partidos, preferentemente Morena. En México violar la ley no trae consecuencias.

La democracia se halla en un grave peligro, de ahí la importancia de un voto razonado en las próximas elecciones.

El sedicente Toro cometió varios errores, incurrió en algunos pecados y se le atribuyen algunos delitos. Un pecado grave fue su soberbia y creer estar por encima de la Ley. Respecto de los delitos, pudieran estar de por medio los de violación, ahora los de amenazas, impedir el funcionamiento de las instituciones públicas, bloquear oficinas y calles, más los que se acumulen esta semana. También amenaza con que va a impedir la elección de gobernador. Eso es grave; me temo que es otro delito. Esperemos que las autoridades competentes ahora sí actúen.

Sus errores fueron muchos; el más grave: no haber buscado el asesoramiento de conocedores del derecho y de las leyes, sobre todo de las electorales. No lo son los disque juristas que lo rodearon y lo asesoraron. Ello, más que aconsejar, opinaban de lo que no sabían. Eran simples buscadores de chambas.

En el caso es aplicable lo que le dijeron a Laurita Garza, la del corrido, la que mató a su novio porque ya no la quería: “Que te sirva de experiencia lo que esta vez te pasó”.

Como parece que Salgado Macedonio se va a convertir en el eterno candidato a la gubernatura de Guerrero, para la otra elección, la de 2030, que contrate buenos abogados, que sepan, sobre todo, derecho electoral, que no se fíe de los leguleyos que hasta ahora lo han aconsejado y que lo único que querían, estando a su lado, era hacerse una chamba dentro de su administración.