“El ser indocumentado me hace sentirme prisionero, y aunque la jaula sea de oro, no deja de ser algo que me tiene doblemente cautivo: me preocupa cada momento que veo una patrulla; pero pienso vine a trabajar, y trabajo hasta 12 horas diarias de lunes a domingo porque a eso vine, a hacer el billete”, expresa José del Estado de México, quien dice que mientras mas trabajaba menos se arriesgaba a ser deportado.
“Ahora Cautivo en la prisión de Stewart Detention Center, por una infracción de tránsito, estoy doblemente cautivo y tengo que trabajar hasta 16 horas porque aquí en la prisión, hay que lavar, barrer, trapear, pintar, cocinar, cortar césped, realmente nosotros, los prisioneros hacemos todo, y “esos”, -refiriéndose a los guardias-, solo evitan que nos pelemos o nos fuguemos”.
Detenido y deportado por segunda ocasión, José dice que las prisiones de inmigración están en zonas muy apartadas, semidesérticas, donde es muy difícil fugarse por los animales salvajes del sector y el clima extremoso, y el entronque de la carretera más cercana está a 50 millas o más.
Las prisiones de inmigración son privadas y el gobierno federal las renta, de manera tal que si algo les pasa a los detenidos es responsabilidad directa de la compañía y no de las autoridades. Supuestamente los reos deben de recibir un sueldo por el trabajo que hacen diariamente, pero no les pagan y por el contrario, las familias tienen que depositar a una cuenta, si les quieren llamar por teléfono, o si les quieren comprar jabones, pasta de dientes, o una soda, todo a precios que significan el triple de lo que cuestan normalmente.
(Desde la creación de Homeland Security (DHS) en el año 2003, las administraciones federales de Bush, Obama, Trump, han gastado 333 billones de dólares en mantener el sistema carcelario para los inmigrantes indocumentados, de acuerdo al American Immigration Council, que afirma que de esta cantidad se divide en dos grandes partidas: una para vigilar la frontera y la otra para las prisiones, donde cada interno cuesta un promedio de 200 dólares diarios a los “taxpayers”, (a los causantes que pagan impuestos).
Un vocero conocedor del tema bilateral y que exige el anonimato dijo que “la actual crisis de la frontera tiene muy polémico el ambiente político en la Casa Blanca y Palacio Nacional dado que se rumora que ambos presidentes hicieron negociaciones secretas, para volver a que México se convierta nuevamente en el “Muro Fronterizo” y en la “prisión de inmigrantes”, que el presidente Biden piensa cerrar para ahorrar esos billones de dólares, pues incluye la renta de hoteles y albergues para menores con servicios médicos y educativos.
El Presidente Joe Biden cambio las iniciativas de inmigración hechas por su antecesor, Donald Trump, se esta contemplando la posibilidad de cancelar los contratos con las prisiones de inmigración para reducir costos, pero la polémica no se ha hecho esperar, porque una gran parte de la sociedad norteamericana, “no quiere criminales en sus calles, ni incrementar el riesgo de contagios de Covid 19”, y el tema migratorio sigue predominando la polémica en la retórica en Washington.
No hay suficientes detectives en los distritos de migracion en los estados
Dan Patrick, Teniente del Gobierno de Texas, informo a la Cadena Fox, que preparan demandas por el riesgo que significa el contagio de Covid en su estado, ya que los agentes de la Border Patrol de los sectores Rio Grande y McAllen no están deteniendo a los inmigrantes desde hace varias semanas y habn dado paso libre tanto a menores como adultos, sin ni siquiera tomar sus huellas dactilares, nombres o alguna foto.
El funcionario texano indica que no esta en contra de la inmigración ya que Texas es un estado de migrantes, pero que tiene que ser controlada en momentos en que la pandemia ha golpeado duramente a los Estados Unidos, comento que funcionarios le han aconsejado que si no cuidan el patio frontal, (refiriéndose a la frontera con México), en meses difícilmente controlaran el patio trasero que son los estados del norte, y entonces si los carteles se posesionaran de tales territorios.
Trasciende en las autoridades texanas que la administración Biden está sin tomar acción alguna, y que cuando comisionaron a la vicepresidente Kamala Harris, ella solo anuncio la contratación de mas jueces para solucionar legalmente cada caso de los inmigrantes ingresados, pero que paralelamente les esta pidiendo que por el momento “no vengan a los Estados Unidos”.
20 detectives de inmigracion para cada 5 estados son insuficientes para controlar la ola migratoria que viene de centroamerica y varios paises del mundo
Immigration and Customs Enforcement, tiene en cada oficina distrital, que cubre cinco estados a lo mucho 20 agentes. Por ejemplo Atlanta tiene que investigar y detener indocumentados en los Estados de Georgia, Tennessee, Carolina del Sur, y Alabama. Al no poder controlar ese territorio, se apoyan en los cuerpos policiacos y el Alguacil, confirmo un vocero de ICE.
Con la crisis actual que se vive en la frontera los recursos están rebasados por el volumen de migrantes ya en territorio norteamericano, y los menores se han vuelto en “un producto de interés” porque las familias los adoptan, para deducir impuestos, pues el gobierno les da mas dinero en estampas de comida, ayuda de renta, y un crédito de dos mil dólares en los impuestos par cada hijo, mas aparte los padres adoptivos los ponen a trabajar luego que salen de la escuela, de manera tal que los hijos adoptados son el negocio perfecto para la gente que esta deseosa de adoptar, la mayoría de estos casos se ven mas en las familias latinas, por lo regular familias de anglosajones que adoptan los tratan como un hijo.
O sea que cada aspecto de la inmigración tiene una ventaja favorable para muchos y desventajas para el gobierno, tanto para los traficantes o coyotes que traen a los menores, les cobran y ya dentro de territorio americano los dejan a la deriva, pero hay muchas familias interesadas en adoptar, porque no pueden procrear hijos o porque los ven con una gran ventaja para deducir impuestos y recibir ayudas del gobierno como las estampas de comida, ayuda de renta y servicios médicos.
