No hay plazo que no se cumpla y tal parece que los clase medieros que tanto hemos aportado por la vía de los impuestos, de nuestro trabajo, de nuestra preparación, incluso de nuestra tenacidad para sortear una serie de obstáculos impensables en otros países para salir adelante, ahora tenemos una cita ineludible con la pobreza.

No va a faltar el listillo que salga con la tontería y quiera rebatir que pertenecer a la clase media es aspiracional o que depende de la blancura de nuestra piel, para idiotas los propagandistas del actual régimen, no hay quien les gane.

Para efectos prácticos los de la clase media ni somos tan ricos, ni somos tan pobres, tenemos lo necesario, de vez en cuando podemos gastar en algo que no sea de primera necesidad y ocasionalmente, muy de vez en cuando tirándole a casi nunca, podemos ahorrar algo, desde unas monedas hasta un porcentaje de nuestro sueldo.

Pues bien, para nadie es secreto que la clase media es la principal pagadora de impuestos, IVA por consumo e ISR por trabajar entre otros tributos, unos más justos y otros más extraños, se entiende entonces que es obligado aportar al gasto público pero la pregunta es ¿para qué? ¿vale la pena financiar caprichos? ¿recibimos lo justo en bienes y servicios públicos? Usted mismo responda, cada quien vive su propio infierno.

Total, que entre todo lo que financiamos, en algún momento, el estado moderno mexicano nos dijo a los ciudadanos “ya no puedo pagar las pensiones a las que tus abuelos y tus padres se han acostumbrado”, ahora también te toca ahorrar a ti, y bien, más o menos así nacieron las Afores, parecía buena idea, si ahorras te jubilas, si no ahorras pues recibes poco o probablemente nada.

El presidente y su partido ya lo habían avisado, se han gastado todo, los ahorros de la sociedad los han dilapidado de una forma, nunca antes vista, y no contentos han incrementado la deuda pública para seguir gastando, pues bien, se acabó el ahorro y también las líneas de crédito.

¡Pero que carajos! ¡Faltaba más! ¡Ahí están las Afores de estos tarados! Imagino que así lo dijo el presidente y alguno de sus lacayos, perdone la libertad poética.

Los mexicanos hemos ahorrado poco más de 4 billones de pesos, o sea 4 millones de millones, y representa casi el 17% del PIB nacional, la cantidad es brutal, y estoy casi seguro que ni eso les alcanzará para terminar de construir sus elefantes blancos. No va a haber FOBAPROA que nos regrese lo ahorrado, olvídelo, si esta ley pasa, se acabó ¡Bienvenidos a Haití!

Es muy probable que esta ley pase, en algún momento, y para efectos prácticos nos vamos a convertir en la primera generación que llegará a la vejez sin pensión, sin nada. No recuerdo que para esto el presidente nos haya preguntado, tampoco recuerdo una asamblea a mano alzada, solo me queda claro que nuestros ahorros servirán para que una nueva clase social se enriquezca a niveles nunca antes imaginados.

Que no nos sorprenda ver un día, por ejemplo, a Monreal llegando al Senado en un Ferrari Pininfarina, o a Irma Erendira aparecer con un Rolex Cosmograph Paul Newman Daytona 6239, o a Martí Batres despachando vía zoom desde un pent-house en la 5ª avenida en Manhattan. ¡Lo merecen, tanto tiempo jodidos, es hora de que la transformación les haga justicia! ¡Total, aquí tienen a sus idiotas!

¿Tienes gustitos culposos de clase mediero? ¿Qué crees? ¡Hasta aquí llegaron!

@DrThe