Interrumpo mis colaboraciones sobre el vino y respecto de quienes gustan de él. Me orilla a hacerlo la necesidad de dar lugar a consideraciones sobre algunos temas de actualidad: las amenazas como una forma de hacer política; la farsa de la consulta de la que resultó “ganadora” Evelyn, la hija de Salgado Macedonio; también aludo al significado del término “definitivo” y concluyo con una referencia a las aspiraciones de la “gringa” mexicana Nestora Salgado.

Urge hacer algunas precisiones sobre esos temas. A ello van encaminadas estas líneas.

 

Las amenazas

Las amenazas se han convertido en una forma de hacer política en la Cuarta Transformación. Esa es una de las pocas novedades de las muchas que prometió. La fórmula Salgado Macedonio; también lo hace su “acuache” y cómplice Andrés Manuel López Obrador. No se quién le enseño a quien. Lo cierto es que lo hacen los dos y bien.

Con un léxico que es propio de los grandes intelectuales de Morena, como Paco Ignacio Taibo y otros, Salgado Macedonio advirtió “Me voy a chingar al INE y a TEPJF”. A quienes los componen o integran, con respeto de su alta investidura, los llamó “cochinos, torpes e ignorantes” (Reforma 2 de mayo de 2021).

El término “chingar”, en su acepción de matar o hacer algún daño grave, es común en México, sobre todo en los bajos mundos del hampa y, ahora de la política. Octavio Paz dedica parte de su Laberinto de la soledad a analizar ese término. Por ser demasiado conocido su texto no aludo a él. Sí hago referencia a lo que escribió en sus Memorias el cacique y matón Gonzalo N. Santos.

Él, en alguna parte de su obra, refiere un incidente en el que intervino Pascual Ortiz Rubio, “El Nopalitos”, que fue presidente de la República en la etapa histórica conocida como de “El pelelismo”. En alguna ocasión alguien lo molestaba de palabra; el jefe de la policía, al ver la agresión verbal de que era objeto su jefe, le dijo “Señor presidente, si usted quiere me lo chingo”. A lo que el señor Ortiz Rubio contesto. “Chíngueselo señor general.”

A los pocos días apareció muerto quien agredía de palabra al presidente. Al inquirir al jefe de la policía respecto de quién había sido el responsable del homicidio, el jefe de la policía se limitó a reconocer que él era el responsable. Al ser interrogado de la razón de su acción, el militar se limitó a decir:” Porque usted me lo ordenó.” Alarmado el presidente de la República, le preguntó “Cuándo le ordené que lo hiciera.” El general se limitó a responderle: “Yo le pregunté si me lo chingaba y usted me respondió: chíngueselo, señor general.” Alarmado el presidente se limitó a comentar: “No sabía que eso quería decir chingarse a alguien.”

En otra parte de sus Memorias, Gonzalo N. Santos refiere que Pascual Ortiz Rubio, como había estado de embajador de México en Brasil, ahí había oído que las mujeres decían: “Ya se me chingó la blusa o el peinado”, como sinónimo de descomponer o desarreglar.

Esperemos que a quien ahora denominan “El güey sin cerca”, no esté usando el término en su sentido “etimológico” y las cosas queden ahí. Las autoridades competentes, mientras tanto, no se dan por enteradas de las amenazas ni del peligro que representa quien las formula.

 

Renuncia definitiva

Como perdió su candidatura a gobernador por las violaciones en que incurrió, Félix Salgado Macedonio ahora amenaza con regresar a su curul como senador y de ahí cumplir sus amenazas contra Lencho (Lorenzo Córdoba) y el INE.

El amenazador, en observancia de lo ordenado por la Constitución Política del estado de Guerrero, renunció a su cargo de senador en forma definitiva. El texto de su renuncia es claro y terminante:

“J. Félix Salgado Macedonio

Senador de la República

 

Ciudad de México a 14 de septiembre de 2020.

 

Sen. Eduardo Ramírez Aguilar

Presidente de la Mesa Directiva

Senado de la República.

Presente.

El que suscribe, Senador de la República, integrante del Grupo Parlamentario de MORENA, con fundamento en los artículos 62 de a Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los artículos 8, numeral 1, fracción XIII; 11, 12 y 13 del Reglamento del Senado de la República, solicita a usted tramitar ante el Pleno de este Órgano Legislativo una licencia al cargo de Senador de la República de manera definitiva, para que surta efectos a partir del 16 del presente.

Sin otro particular, aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.

Atentamente

Rúbrica”

(El resaltado es del autor de esta colaboración).

 

Algún intelectual de Morena, que debe haberlo, debiera explicar al ciudadano Salgado Macedonio el significado del término definitiva. Por lo pronto le anticipo lo que al respecto dice el más autorizado diccionario de la lengua española, el de la señora María Moliner:

En alguna de sus acepciones quiere decir: “DECISIVO, FIRME, en FIRME, IRREVOCABLE. De una vez, de una vez para siempre.”

A pesar de haber pedido una licencia definitiva, ahora amenaza con regresar al cargo de senador. Alguien debe explicarle qué quiere decir el término definitivo. También debe informarle que él no controla el Congreso de la Unión y que tampoco lo controla su cómplice: AMLO, a pesar de que ordena que sus iniciativas se aprueben sin quitarle o agregarle una coma.

Que los titulares de los órganos a los que amenaza con “chingarse”, existen y funcionan por mandamiento constitucional, no por su voluntad o la de su partido; que todo puede cambiar para é, para Morena y para AMLO a partir del 6 de junio próximo.

 

Una senadora gringa/mexicana

Lo de la elección del estado de Guerrero se convirtió en otra comedia de errores: la senadora Nestora Salgado, a pesar de que no se retiró de su encargo de legisladora con la anticipación que exige la Constitución del estado de Guerrero y de contar con una doble nacionalidad, lo que contraviene el artículo 32 de la Constitución General de la República, se anotó como candidata a gobernadora y como tal fue incluida en la terma de mujeres que se sometió a la encuesta. Cuando resultó perdedora, se dolió de que el proceso era ilegal.

Pasemos por alto las violaciones a las Constituciones, General y local; en la Cuarta Transformación eso no tiene la mínima importancia, lo grave, que llega a vicio, es que razón de lo anterior, al no haber tenido la ciudadanía guerrerense alternativas por las cuales optar, la encuesta carece de valor, es nula; no pasa de ser más que una “supuesta encuesta”. No se cumplió con lo mandado de consultar debidamente a la ciudadanía guerrerense.

 

Precampaña a favor de Evelyn

Por otra parte, Félix Salgado Macedonio, siendo presidente de su partido en la entidad, en contravención a lo dispuesto por el artículo 43, inciso d de los Estatutos de Morena, hizo campaña a favor de su hija Evelyn Salgado Pineda, lo que agrega un vicio que anula la supuesta consulta ciudadana en la que ella resultó electa.

Esa “encuesta”, por esta razón adicional, fue ilegal por el lado que se le vea. Puede ser cuestionada.

Dado lo próximo de las elecciones, la acción de nulidad debe intentarse directamente ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Dentro de toda esta comedia de excesos y errores, hay una buena noticia: todas las encuestas indican que Morena va a la baja y, de seguir así, todo apunta a que, en el mejor de los casos, en varios estados ocupará un segundo o tercer lugar en las votaciones. Los días de Mario Delgado como presidente de Morena, están contados. Salgado y AMLO no le perdonarán la derrota.

Salgado Macedonio, en lugar de andar amenazando gente, ya que se aficionó a vivir sin trabajar y dedicarse a politiquear, debería meterle algunos centavos a su negocio. Sabiendo que la dirigencia de Morena no lo quiere, –tan es así que no presentó el informe de los gastos de precampaña, lo que motivó la cancelación de su candidatura–, debería contratar los servicios de auténticos conocedores del derecho electoral. Si no lo sabe, ahora debe saberlo: no cualquier abogado puede atender asuntos relacionados con esa materia.